10 marzo 2021

EL USO DE LA TECNOLOGÍA EN LA CONCEPCIÓN DE ESPACIOS HABITABLES – M. ANDRÉS DIONISIO HERNÁNDEZ (MEXICO)

 


 

Resumen

El objetivo del presente trabajo es mostrar la importancia que tiene el uso consiente de la tecnología en nuestros días y cuál es el papel de estos diseñadores de tecnología en las nuevas prácticas arquitectónicas para la habitabilidad y eficiencia energética de los edificios.

Abstract

The aim of the present work it´s to show the importance of consciousness using of technology in our days and what´s the tech-designers role in new Architectural practices for habitability and energy efficient buildings.

Introducción

A lo largo de la historia de la humanidad, la tecnología ha sido compañera inseparable de las primeras civilizaciones. La necesidad y la creatividad han trabajado desde siempre para modificar no solo nuestras vidas, sino el de los demás seres sobre el planeta.

De acuerdo con algunos especialistas[1], todos los seres vivos tenemos la capacidad de modificar el entorno en el que vivimos con la finalidad de matizar o mejorar los efectos que el clima produce sobre nosotros y nuestras vidas. De ésta manera, hemos construido viviendas, represas, puentes; todo ello, sin generar alteraciones significativas en los ecosistemas locales.

Lo cierto es que de entre todos los animales, el ser humano tiene una gran capacidad para modificar su entorno, convirtiéndose en unos de los principales factores de desequilibrio de los ecosistemas a nivel local y global. Su desarrollo se ha basado hasta nuestros días, en una explotación irracional e inconsciente de recursos naturales.

Subsecuentemente, ha sido ésta tecnología la leal compañera de  las intenciones de desarrollo de la humanidad. Es en este punto donde vale la pena hacer un paréntesis y reflexionar acerca no solo de la tecnología en sí misma, sino de la energía que mueve a esta tecnología, la conciencia.

¿Qué diferencia estamos marcando como empleadores de tecnología?

La tecnología puede  verse como un vehículo hacia el desarrollo, pero de no existir una consciencia despierta que lo dirija, el resultado puede verse hoy en día en muchas de las áreas de nuestras vidas; armamento de última generación, vehículos que siguen contaminando y consumiendo la energía fósil no renovable del planeta, entre otros.

Como arquitecto y promotor de cambio en el mundo, estoy consciente que el hombre, mediante el desarrollo de sus múltiples actividades, ha venido generando de manera acelerada, un deterioro natural sin precedentes, a tal grado, que la industria de la construcción es actualmente una de las actividades que más recursos naturales consume y la que más desechos  contaminantes libera a la atmósfera cada año.

El edificio inteligente

En la actualidad cuando escuchamos el término edificio inteligente, qué es lo que evoca en nosotros…

Un edificio muy moderno, sofisticado, que activa todos sus sistemas con tan solo un chasquido de los dedos, que utiliza tecnología de punta para operar todos sus sistemas por medio de una Tablet, etc.

A ésta rama de la tecnología aplicada a la arquitectura se le conoce como Domótica  e Inmótica y se refieren al conjunto de técnicas orientadas a la automatización de un inmueble, ya sea vivienda, comercio u oficina, mismos que integran procesos tecnológicos para la operación de sus sistemas de seguridad, gestión energética, bienestar térmico y telecomunicaciones[2].

En este sentido, sistemas como estos son capaces de recoger la información proveniente de sensores, también llamados “entradas”, procesarla y emitir instrucciones de salida a otros dispositivos para su ejecución. Estos sistemas pueden acceder a fuentes exteriores de información como la temperatura, facilitado la operación de sistemas de aire acondicionado con la intención de mejorar el nivel de confort al interior de las edificaciones (ver ilustración 1).

Lo cierto es que aunque la domótica actualmente permite dar respuesta a muchos de los requerimientos que plantean los cambios sociales y las nuevas tendencias en el estilo de vida de la gente en las ciudades, por un lado, su campo de aplicación, por lo menos en aplicaciones arquitectónicas es reducido, ya que en México según fuentes oficiales[3], el 88% del parque inmobiliario que se desarrolla es bajo la modalidad de autoproducción y autoconstrucción de vivienda[4] y por el otro, ésta tecnología está lejos de producir edificios inteligentes por sí misma, si antes no se modifica el estilo de vida tan depredador y el estilo de vida de las personas en las ciudades. En este sentido, de poco servirá tener los sistemas más sofisticados de control y automatización de procesos en los edificios, si absurdamente continuamos dejando que la tecnología pague por los platos  que rompe la arquitectura desde el propio diseño[5].

En el caso de muchos edificios de la ciudad de México, esto es una realidad, ya que a pesar del prestigio la firma diseñadora, lo sofisticado o “inteligente” de su diseño, la falta de visión de estos los han hecho dependientes de aparatosos y costosos sistemas de aire acondicionado para mantener el nivel de confort de sus ocupantes.

Habitabilidad y tecnología

Partiendo de la definición de habitabilidad, es decir, del conjunto de condiciones físicas y no físicas para el pleno desarrollo de la vida y las capacidades físicas, intelectuales, psicológicas y emocionales de las personas[6], la tecnología ha tenido un papel muy importante en el desarrollo de espacios más habitables; es decir, la vivienda en sí misma es el resultado de un largo proceso de evolución tecnológica, desde conocer el medio natural, el clima, el suelo, el relieve, los materiales aprovechables en la zona, el ingenio para articular los sistemas constructivos más apropiados, etc. (ver ilustración 4).

Hoy en día se puede hablar de dispositivos diseñados a partir de tecnología que permiten como se comentaba al principio, matizar los efectos negativos presentes en el medio natural como en el caso de las pérgolas automatizadas, persianas con sensores de temperatura, Iluminación “dimmer” que compensa la luminosidad de acuerdo con la cantidad de luz en cada hora del día, etc. (ver ilustración 5).

Uno de los ejemplos más significativos de aplicación de tecnología e integración medio ambiental arquitectónica es la Academia de Ciencias de San Francisco California, que integra desde su propio diseño conceptos de diseño bioclimático.

El concepto que dio origen al edificio proyectado fue una onda de energía (ver imagen 6), y es justamente los que casi no consume, energía. Su diseño integra salas de exposición que imitan de gran manera los ecosistemas originales con especies vivas de muchos rincones del planeta, una cubierta vegetal que reduce la cantidad de energía requerida para mantener fresco los interiores. Además de ello, se priorizó la eliminación natural y la ventilación por medio de unas escotillas como si fueran los poros de un ser vivo. Este esfuerzo por integrar el inmueble al entorno natural se conoce como Biomimésis dado la organicidad de su forma y la tecnología que opera en él, está considerado como uno de los inmuebles más sostenibles del vecino país del norte, después del edificio central de la NASA (ver imagen 7).



Conclusiones

Como podrá apreciarse, el uso de la tecnología a pesar de responder a las necesidades de cada época, requiere de una conciencia despierta que la oriente, en caso contrario podemos encontrar en los anales de la historia ejemplos de cómo el uso indiscriminado de esta ha propiciado los más grandes horrores bélicos en el mundo.  Por tal motivo es esencial que la tecnología tenga un sentido más humano, orientado no solo a la innovación para el consumo masivo de productos y generación de ganancias económicas, sino buscando generar un bien común por medio de sus múltiples aplicaciones que tiene.




M. Andrés Dionisio

Hernández

Eco Arquitecto

Profesor de la Universidad

Autónoma Metropolitana,

unidad Xochimilco. CDMX

Coord. proyectos en

HABIT4ESPACIO arquitectura.

 



[1] Fuentes V. Clima y Arquitectura. UAM Azcapotzalco, México. 2004.

[2] http://www.cedom.es/sobre-domotica/que-es-domotica

[3] http://www.conavi.gob.mx:8080/Docs/RepTrim/Vivienda_Abr_Jun_2015.pdf

[4]http://www.jornada.unam.mx/ultimas/2015/06/20/el-63-del-millon-de-viviendas-que-se-construyen-al-año-son-de-autoconstruccion-consultora-6843.html

[5] Tudela, F. 1982, Eco diseño, México, UAM- Xochimilco.

[6] Las condiciones físicas y no físicas aquí referidas forman parte de los factores que integran la definición de calidad de la vivienda en términos de habitabilidad según el trabajo expuesto por la arquitecta Olga Ceballos Ramos en el Coloquio 2009 “Renovación, rehabilitación o expansión urbana del Instituto Javeriano de Vivienda y Urbanismo celebrado en Bogotá, Colombia del 9 al 11 de Noviembre de 2009.


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