Como escribimos en publicaciones anteriores el barrio de Chucuito nos menciona como un “pueblo de pescadores”. En su ubicación actual existió durante el virreinato. En su ubicación actual existió en el siglo XVIII, es una ranchería llamada Pitipiti poblada “el Viejo”, los pobladores eran collas aborígenes que se dedicaban a la pesca.
Esta ranchería se extendía fuera de las murallas del Callao en dirección a La Punta. Este lugar era conocido también como el Pueblo de San Miguel de Mancera, y más tarde, vio surgir otro pueblo junto a él, más cercano a las murallas del Callao. De modo que existían dos caseríos conocidos, uno como Pitipiti el Viejo y, el otro, Pitipiti el Nuevo.
El primero fue arrasado por el terremoto de 1746. Los indios collas perecen haber dado nombre de Chucuito en las últimas décadas del siglo XVIII. Durante el siglo siguiente aumenta el número de extranjeros afincados en el lugar, en especial italianos y españoles, quienes poblaron Chucuito y levantaron abundantes y hermosas casonas, muchas de las cuales se han derrumbado con los temblores o terremotos que se dieron siglos después. De este modo los italianos y españoles fueron los grupos más dominantes a comienzos del siglo XX.
Pintura de Chorrillos años antes de la Guerra con Chile, es posible que La Punta luciera muy semejante a fines del siglo XIX (Archivo fotográfico del blog – Tesoros de Chorrillos -2010).
La palabra “Piti Piti” en quechua significa “playa de coser”. Este caserío fue conocido después como “Chicuito” y se ubicaba en el actual distrito de “La Punta”, fue un lugar importante durante el Callao antiguo. Las casas que se construyeron en el lugar durante la colonia no figuran en ninguna descripción, sólo se les llama “caseríos” o “rancherías”. Así las llama M. Frezier quien fue uno de los primeros viajeros que se detuvieron a escribir sobre el sitio asentado en el Callao, puerto muy popular a nivel nacional e internacional.
Hacia 1700 había muchas casas lujosas y también iglesias de estilo Barroco que adornaban las calles del barrio de Chucuito (La Punta) y el puerto del Callao lucía grandes bodegas para guardar las mercancías y productos que llegaban de los barcos extranjeros, pero el terremoto de 1746 y el posterior maremoto cubrió el Viejo Callao y sólo sobrevivieron algunos pobladores del Primer Puerto.
Reseña histórica de la Punta
La historia del distrito de La Punta aparece ante nosotros como parte de la historia del puerto del Callao, con el que conforma una unidad geográfica y una misma administración política y judicial desde el año de 1889. Pero allí donde la historia de la ciudad y puerto del Callao es rica en noticias y ampliamente documentada en crónicas y en textos contemporáneos, La Punta ha merecido sólo breves referencias marginales en las monografías sobre la historia de la región. Ha permanecido casi ignorado por los investigadores, y esta ausencia de noticias nos lleva a pensar que la importancia que tuvo el lugar durante la Colonia fue más bien relativa.
La Punta está situada al extremo de una pequeña península al oeste del puerto, frente al cual se levantaba un gran núcleo urbano cosmopolita que centraba toda la economía del Virreinato, haya tenido que esperar más de doscientos años antes de iniciar su lento proceso de desarrollo.
No se conoce la fecha de fundación del Callao con exactitud. Las primeras noticias sobre el actual primer puerto aparecen en las actas del Cabildo de Lima, siendo la más antigua la del año 1537 (1). En estas actas son frecuentes las menciones al Callao es llamado el “puerto de la ciudad de los Reyes” o “puerto y Callao de esta ciudad”, pero no hemos encontrado ninguna referencia sobre los terrenos ubica dos al oeste.
Hacia 1614 Lima y Callao formaban parte del “Corregimiento del Cercado”, que era uno de los quince corregimientos que se dividió el arzobispado de los Reyes. Mediante esta división El Callao quedó sujeto a la administración desde Lima, situación que se mantuvo inalterable durante todo el período virreinal. No se ha encontrado ninguna información sobre lo que hoy conocemos como La Punta en las crónicas consultadas. Ni siquiera aquellas obras se encuentran datos sobre el Callao después del terremoto de 1746 nos ofrecen referencias sobre el lugar.
A comienzos del período republicano el distrito comenzó a cambiar. En 1821 el General San Martín creó la provincia del Cercado de la capital, esto incluía al Callao como gobernación independiente. La primera referencia sobre La Punta data de 1836 cuando se unió la provincia del Callao junto con Bellavista.
El 22 de abril de 1857 se crea la provincia constitucional del Callao y por ley del 18 de noviembre de 1889 se fijan sus límites. Así la provincia del Callao quedó formada por la ciudad de su nombre, los barrios de Bellavista y La Punta, las islas de San Lorenzo y el Frontón, los islotes Hormigas de Afuera, Palominos y Roca Horadada, los fundos rústicos “La Chalaca” y “La Limeña” formados por los terrenos de Miravanes, Baquíjano, La Legua, La Huerta de San Juan de Dios y Villegas y los fundos “Chacra Alta” y “Aguilar” (terrenos de Taboada).
La primera descripción precisa se remonta a 1910 y aparece una obra Directorio Anual del Perú, escrita por Pedro Paulet, donde se señala que está formada por 2 calles principales (jirones Medina y Sáenz Peña), dos calles secundarias (jirón Ucayali y una calle sin nombre) y una ancha plaza con hoteles y elegantes ranchos.
Tomando en cuenta las palabras de Pedro Paulet, hacia 1910 La Punta se había convertido ya en un balneario frecuentado por la alta burguesía limeña. Los elegantes ranchos que el autor menciona son seguramente similares a los que en la misma época había en Chorrillos y Barranco, y en menor proporción, también en Miraflores. Recordemos que un rancho es una “casa campestre” o próxima al mar, estaba conformada por una “sala grande abierta hacia el mar, con dos o tres pequeños dormitorios atrás, su construcción es muy modesta, ya que la mayoría tiene pisos de tierra y techos de caña”. Las palabras de Robert Proctor corresponden a las de un visitante de comienzos del siglo XIX. Diversos estudios han demostrado cómo evolucionó el rancho, de modo que al llegar el año 1900 se presenta en pleno desarrollo de sus espacios y volúmenes, tal como los describe el arquitecto José García B.
Cuando se demolieron las murallas de Lima la ciudad se expandió rápidamente hacia sus antiguos balnearios mediante la construcción de grandes avenidas. La avenida Leguía (hoy Arequipa), que une al centro de la ciudad con los balnearios del sur, es una de ellas; la otra la avenida Progreso (hoy Venezuela) sirvió para unir Lima con el Callao.
Ambas avenidas fueron hechas bajo el gobierno del presidente Augusto B. Leguía, en cuyo gobierno se vio la transformación de Lima, de una Lima sencilla y modesta en una ciudad de apariencia incipiente de varios problemas que hoy aquejan al gobierno local, tales como: destrucción de las áreas agrícolas debido al crecimiento del área urbana, el tráfico, etc.
El avance de las avenidas trajo no sólo el desarrollo de la ciudad sino también la desaparición de sus balnearios. Al ser estos absorbidos gradualmente por la ciudad pasó a convertirse en distritos de esta. Así, el balneario de La Punta permaneció como tal hasta que fue alcanzado por las vías urbanas que partiendo del Callao la integraron al casco urbano de la capital en la década del 40.
Las características arquitectónicas de La Punta cambiaron también junto con el resto de Lima. Entre 1910 y 1920 se extingue la forma del rancho clásico, el cual se convertirá en el “chalet” o villa, típica casa suburbana moderna, rodeada de un jardín que la separa de la calle y de otras casas cercanas (anteriormente los ranchos se habían construido sin espacio de separación entre ellos y pegados a la calle).
Desaparece también la unidad de estilo y en su lugar se va a practicar una arquitectura ecléctica y de formas variadas, con una marcada influencia foránea. Cambia, igualmente, el material de construcción. La madera, el adobe y la caña van a ser sustituidos por el cemento y el fierro. Los chalets de La Punta no serán más de quincha. Las nuevas casas emplearán los materiales modernos siguiendo en éste los dictados de la moda urbana.
El barrio de Chucuito sigue siendo en la actualidad un “barrio de pescadores” tal como lo fue durante el virreinato. En su ubicación actual existió durante el siglo XVIII una pequeña ranchería llamada Pitipiti poblada por collas aborígenes dedicadas a la pesca. Esta ranchería se extendía fuera de las murallas del Callao en dirección a La Punta.
El lugar fue conocido también como Pueblo de San Miguel de Mancera, y más tarde, vio surgir otro pueblo junto a él, más cercano a las murallas del Callao. De modo que existían dos caseríos conocidos, uno, como Pitipiti el “Viejo” y, el otro, Pitipiti el “Nuevo”. El primero fue arrasado por el terremoto de 1746. Los indios collas parecen haber dado nombre al lugar, el cual era conocido ya como Chucuito en las últimas décadas del siglo XVIII.
Durante el siguiente siglo aumenta el número de extranjeros afincados en el lugar. Especialmente fueron italianos y españoles los que poblaron Chicuito. De ellos sólo los italianos permanecieron allí como grupo predominante al comenzar el siglo XX. Las casas que se construyeron en el lugar durante la colonia no figuran en ninguna descripción, sólo eran caseríos o rancherías. Así las llama M. Frezier quien fue uno de los primeros viajeros que se detuvo a escribir sobre el sitio.
Conclusiones
Los estudios sobre Chucuito nos muestran que este modesto lugar tuvo un papel muy importante dentro del proceso histórico del Callao. Chucuito ha sido injustamente olvidado por la historia oficial de nuestro país y pasa desapercibido dentro de los mapas turísticos, Chucuito necesita ser revalorado como un “pueblo de pescadores”, un pasado indígena que debe recordado por las nuevas generaciones, generaciones que aún no comprenden del todo el proceso histórico de La Punta y Chucuito.
La arqueología es una ciencia que pedazo a pedazo reconstruye una historia más o menos comprensible, pero que siempre requiere ser revisada o en algunos casos mejorados. Este artículo es un homenaje a La Punta y Chucuito, un lugar poco visitado y presentado como lugar turístico del Callao.
El Callao debe ser visto con otros ojos, con ojos del pasado, un pasado en el cual cada barrio del Callao colonial cumple un rol destacado e importante dentro de su proceso histórico, es necesario más excavaciones arqueológicas y estudios históricos de preferencia hechos por arqueólogos e historiadores locales que analizan el Callao no como un observador distante que investiga y estudia un lugar lejano, sino como un poblador local buscando sus raíces históricas, una historia poco conocida por muchas personas y en especial los peruanos y peruanas. del siglo XXI.
Bibliografía
La Punta y Chucuito Instituto Nacional de Cultura Organización de los Estados Unidos – Municipalidad del Callao (2010) – págs. 12 – 15.
Pedro Paulet. Directorio Anual del Perú. Lima. 1910.
Roberto Proctor. Narrativa de un viaje... Londres. 1825. Pág 293. Publicación citada también por José García Bryce en La Arquitectura en el Virreinato y la República. Tomo IX de la Colección de Historia del Perú editado por Juan Mejía Baca. Lima. 1981.
Revista “Callao turístico” – Municipalidad del Callao (2011) – págs. 21 – 25.
Tosso Robert Arqueología y Sociedad Tomo I (2006) – “Callao Histórico” págs. 12-16.
Huertas C. Juan Historia del Callao Viejo (2004) “El Callao milenario” págs. 34-36.
Ávalos José Augusto (2010) – “Arquitectura de Lima y el Callao” pp.39 – 42.
La Doctora Marilyn Fanny Valdez Ríos abogada de profesión con estudios concluidos en Post – Grado en la UNSAAC. Maestría en Derecho Civil y Procesal y Doctorado en Derecho y Ciencias Políticas (2018). Talleres de Investigación Aplicada (2015) – Facultad de Ciencias Sociales UNMSM (2014). Taller de Quipus y Tocapus UNMSM (2015). Escritora de la Revista Rumbos (2020) y Chasquis (2020).