1. Introducción
Las industrias culturales han logrado en las últimas décadas encontrar espacios de crecimiento en las grandes ciudades, centros urbanos de creciente población cuya dinámica económica es tan compleja que muchas veces se hace difícil de comprender. Son ciudades globalizadas e insertas en otros sistemas igual de importantes y que se van desarrollando cada vez más conforme aumentan de población. Lima, capital del Perú, ha cambiado profundamente su estructura social y urbana desde la segunda mitad del siglo XX es una de estas; las continuas migraciones y el crecimiento periférico han logrado que aparezcan incluso hasta “tres nuevas Limas” (Matos 2016: 376) en las cuales se reinterpreta a partir de su idiosincrasia, la cultura misma o lo que se piensa de ella.
Según Diglio (2023), en la última década, desde la creación del Ministerio de Cultura, se han implementado varias iniciativas para fomentar las industrias culturales y creativas en el país. Un ejemplo clave fue la presentación del Plan de Industrias Creativas en 2015, en colaboración con el Ministerio de Producción, y la formación de la Mesa de Industrias Creativas, cuyo objetivo era promover nuevos motores económicos e identificar cadenas de valor con alto potencial en este sector. Aunque no se dispone de información detallada sobre los resultados de estas acciones, esta iniciativa fue fundamental para colocar en la agenda pública la necesidad de aumentar la productividad a través de los subsectores creativos, con el fin de generar un mayor impacto en el desarrollo nacional.
Estos espacios nuevos de crecimiento pertenecen a nuevos actores, gente cuyo carácter e identidad se ha venido construyendo a la par de la nueva ciudad y que van apropiándose culturalmente de lo que tiene al alcance. En este breve ensayo explicaremos las circunstancias culturales de un caso que genera un tipo personaje y la industria cultural que ha desarrollado y nos acercaremos a su análisis.
2. La barriada de Collique como espacio de industrias culturales
El escenario específico de nuestro análisis se encuentra en el distrito de Comas, específicamente en Collique, lugar que formó parte de las invasiones que se produjeron entre 1958 y 1965 y dieron lugar al fenómeno de urbanización de todo el valle del Chillón:
“Comas cerró un segundo gran ciclo de expansión de las barriadas en Lima y selló su consolidación, ya no solo como un patrón de asentamiento sino también, y fundamentalmente, como actor social de cambio” (Matos 2016: 142). El fenómeno de las barriadas en Lima ha sido exhaustivamente estudiado y su consolidación a espacios de poder cultural se viene observando ya hace varios años debido a que:
“…los migrantes no se resignaron a permanecer en su sitio... no se resignaron porque empezaron a afirmarse económicamente. Y no se resignaron, sobre todo, porque progresivamente tomaron conciencia de su valor personal y colectivo, afirmándose social y culturalmente frente a otras capas sociales, ricos, oligarcas, viejos limeños, pero también andinos y campesinos.” (Martucelli 2015: 133).
Creemos que esta consolidación de los vecinos se viene dando por medio de industrias culturales que sus habitantes desarrollan, sobre esto una forma de estudiar el fenómeno es sociológicamente, identificando a las gentes y su carácter de identidad (las personas poseen rasgos forjados a partir de su propia vida, experiencia y entorno); también podemos analizar el sistema económico que rodea a estas personas y el sistema de relaciones que va tejiendo en su medio; finalmente, la propia gestión pública que interviene (o no) es susceptible de ser legible a un análisis.
Collique es escenario de esta industria inserta en un espacio capitalino nuevo, espacio que también sigue las pautas capitalistas de supervivencia y en donde se aprecian desigualdades y contradicciones diversas. Sin embargo, aquí las industrias tienen el potencial de desarrollar gran creatividad de contenidos formando opinión de la gente a su alrededor, motivándolos y generando dinámicas propias sui generis. De esta manera consideramos reflexionar sobre un ejemplo en el cono norte de Lima, en el distrito de Comas, sobre el llamado “Museo Colli” dirigido por el señor Enrique Niquín Castillo. Es importante reflexionar sobre las actividades que realiza el señor Niquín y descubrir las posibilidades que ha venido encontrando en los últimos años, en gran medida esto sucede porque desarrolla en su “museo” dos aspectos importantes culturalmente: el arte y la historia.
Enrique Niquin celebró este mes el 21º aniversario de su museo, un espacio invaluable dedicado a preservar y difundir la riqueza histórica, artística y cultural de la región. A lo largo de estas dos décadas, el museo se ha consolidado como un pilar fundamental en la conservación de la memoria colectiva de la zona. Según Niquin, su museo es "el único en el distrito de Comas que guarda los vestigios y la memoria histórica de los milenarios Collic".
3. Niquín y el Museo de los Collis
Enrique Niquín Castillo (75), natural de Lima, pero de ascendientes norteños, vive en Collique, Comas, desde su fundación hace 50 años. Collique fue una urbanización joven y sus primeros vecinos fueron migrantes que se dispusieron a la vera de la antigua Carretera Panamericana Norte, pero también internándose en la quebrada y los cerros, imponiendo un desordenado crecimiento urbano. Estos nuevos vecinos tenían en común su desarraigo histórico, más aún desamparados, no contaban con ninguna institución estatal en las cercanías, menos un museo.
Niquin vive solo, en una pequeña casa, en las laderas del cerro Collique en donde además se emplaza el sitio arqueológico de “Fortaleza de Collique”, lugar mencionado por la etnohistoria como “último bastión” de la etnia Colli ante la expansión del imperio Inca y en donde perecerían frente a los cusqueños “antes de ser rendirse”. Esta narración, sin ningún sustento arqueológico, ha sido en los distritos del cono norte una leyenda similar a las épicas griegas, y como tal su difusión ha crecido masivamente en las últimas décadas y nadie la discute en Comas, hacerlo sería tomado como una grave ofensa.
Niquín (quien se define como autodidacta), nunca estudió en la universidad, pero llegó a estudiar en un instituto nocturno dibujo técnico y animado, a partir de allí desarrolló una serie de cuentos ilustrados sobre la zona publicados artesanalmente.
La actividad cultural de Niquin comenzó de joven como coleccionista de pequeños tiestos arqueológicos que recolectaba cuando se realizaban excavaciones para las construcciones en el barrio; los fragmentos de cerámica que encontraba los guardaba en su casa ordenándolos y conservándolos en cajas o vitrinas. Además, también diseñaba o dibujaba a mano afiches históricos explicativos de estos materiales; por otro lado, iba a antiguas haciendas, las media, hacía planos y elaboraba maquetas de cartón de las casas haciendas o maquetas topográficas de la geografía de Comas. Su domicilio se fue llenado de obras artesanales toscas pero únicas en su contexto.
Luego, a partir de pequeños grupos de 3 o 4 personas, realizaba talleres de cerámica en el pequeño patio de su casa y cocía las piezas en un horno artesanal. Los modelos las sacaba de libros y se “prestaba” preferentemente imágenes escultóricas de guerreros mochicas. Las pequeñas esculturas, aunque de imitación eran únicas, pero luego realizó moldes de las mejores piezas las cuales reproducía para ser vendidas en el mercado de Collique u otros. Aunque esas réplicas en serie nunca se produjeron en número tal que pudiera considerarse industrial o masivo, dado que no existía otro taller que los hiciera o compitiera con él, se volvieron muy conocidas. Otro rubro que realiza es el de las visitas guiadas al cercano y gran sitio arqueológico “Fortaleza de Collique”, el cual conoce a la perfección.
Enrique Niquin Castillo, el 15 de setiembre del año 1989 crea el "Centro Cultural Proyecto Collique Monumental" y Funda del Museo de los Collis, dos instituciones que han tenido un impacto en la preservación y difusión de la herencia cultural de la región. Niquin fundó el Museo de los Collis el 15 de enero de 2003, con el propósito de resguardar y dar a conocer la historia de la zona, especialmente de la milenaria cultura Collique. Hasta aquí se presentaba Niquín y su “museo” como un emprendimiento personal sin mayor influencia fuera de su entorno vecinal; su escasa preparación, limitada infraestructura, poder económico y su terquedad por trabajar solo, lo limitaban indefectiblemente.
Sin embargo, un fenómeno interesante comenzaba a producirse, el museo comenzó a hacerse mucho más conocido, inicialmente por curiosos profesores de historia que buscaban información de “los antiguos Colli”. Al solo existir en los textos de etnohistoria esta cultura no tenía un corpus arqueológico que admirar o una prueba de su existencia material (huacos, huesos, evidencias materiales); la “Fortaleza” y el “museo” te prometía eso exactamente. Pronto los profesores trajeron a sus alumnos quienes no eran muy exigentes tampoco en la pulcritud de la información, y de colegio en colegio se fue propagando la existencia de este “museo”.
Los visitantes ya no eran unos pocos interesados en la historia, eran decenas de niños a los que había que atender. Ante esto la estrategia usada por Niquín fue teatral: Se vestía con un sencillo uncu, portando escudo y lanza, recitaba la epopeya de los “guerreros Colli” danzando y tocando una caracola ante los visitantes. Los niños se emocionaban con la experiencia.
Cabe destacar que, en el año 2022, Enrique Niquin fue galardonado con el premio "Excelencia Profesional" en reconocimiento a su destacada labor como Investigador e Historiador autodidacta, y por su invaluable contribución al mundo de la cultura peruana. Director y Fundador del Museo Arqueológico “Los Collis”, Niquín ha sido reconocido por los medios de comunicación como “El Guardián de la Cultura”.
Aunque con los años su popularidad creció, su actividad decreció mucho durante la pandemia y se limitaba a compartir en redes fotos y a veces ofreciendo salidas abiertas al sitio arqueológico. Sin embargo, el personaje Niquín no fue olvidado, su museo fue bautizado en redes como “el museo más humilde del mundo” y diferentes youtubers, influencers y estudiantes de comunicación de las universidades se aproximaron a hacerle entrevistas de su experiencia cultural en Comas. Aunque Niquín tiene un Facebook, no tiene internet en su casa y apenas usa un celular antiguo, pero muchos jóvenes comenzaron a seguirlo y lo usan de referencia en sus trabajos escolares. Por otro lado, colectivos virtuales lo visitan constantemente tratando de aumentar sus propios contenidos.
4. Análisis de las actividades como industria creativa
Collique como espacio de Patrimonio e identidad local
Es importante considerar el espacio en donde influye esta industria pues nos encontramos en un territorio con presencia de muchos monumentos arqueológicos e históricos, la importancia de estos restos es innegable. “En el valle del Chillón existía una rica área rural donde se ubicaban las mejores haciendas y más de 114 huacas o restos arqueológicos registrados. Collique en Carabayllo y el delta del valle del Chillón en su conjunción con el del Rímac eran curacazgos con un área rural sobresaliente” (Matos 2016: 347).
Por otro lado, como indicamos, Collique fue escenario en las décadas finales del siglo XX de la consolidación de aquello que se manifiesta como mestizo o cholo, lo cual impulsó las propias actividades de sus pobladores:
“…aparte de la toma de tierras, las migraciones y la extensión de la educación, otro camino clave por el que transitó la cholificación fue la construcción de su propia industria cultural a través de la formación de una densa red de pequeñas y medianas empresas. Ellas han sido el escenario por medio del cual los sectores populares han imaginado el Perú y a sus respectivas comunidades regionales, han construido una estética particular, reafirmando su sensibilidad, estableciendo puentes entre lo local, lo regional lo nacional y lo internacional, hibridizando culturas tradicionales con transnacionales, en suma, estableciendo un gusto y un modo de vida, una estética y una ética distintos a los propuestos por las élites y el Estado” (Alfaro 2006: 148).
Dentro de esta perspectiva, Niquín tocó el reconocimiento y respeto que necesitaba el barrio de Collique, él mismo proyectaba confianza por ser el vecino que encontró la ubicación de su barrio en la historia, motivaba la subcultura del distrito joven, populoso y desarraigado del resto de la ciudad; por esto podemos decir que a este “museo” van los “consumidores omnívoros de la cultura popular” (Richard Peterson 2005).
Es posible también que la iniciativa local ciudadana nazca de los vacíos en políticas culturales que la autoridad local:
“Ante el abandono del Estado, muchas personas que viven en el distrito de Comas se han organizado para gestionar la memoria histórica de la edificación y de la cultura colli de esta manera, se ha convocado a estudiantes y población en general para limpiar superficialmente el lugar, acompañar en los rituales a la Pachamama y acopiar información… también existen grupos de artesanos que elaboran cerámica con motivos prehispánicos que es comercializada en la zona” (Zavala 2023: 82).
Las dificultades iniciales hicieron cohesionar estas barriadas gestando colectivos y asociaciones autárquicas, sin mayor apoyo oficial, pasaron por épocas de escasez, terrorismo, epidemias, etc. actualmente la situación socioeconómica y la distribución de riqueza en el Perú ha variado en parte por la estabilidad financiera de las últimas décadas, esto lleva a pensar:
“Esto lleva a que hablar de popular ya no sea hablar de pobres, sino de gente con cierto nivel de bienestar… lo popular no necesariamente está relacionado con la economía, sino con la manera de ver la vida, que hay gente popular progresista, y también popular moderna, que son estilos de vida transversales a los niveles socioeconómicos.” (Arellano 2014: 72)
El Subsector de pertenencia y mapeo
Actualmente en el organigrama del Ministerio de Cultura podríamos considerar que las actividades que se realizan en el “Museo de los Colli” estarían bajo las pautas del Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, y la Dirección General de Industrias y Artes (que abarcaría las producciones artesanales) y la Dirección General de Museos (Investigación y planificación museológica). Desde otras perspectivas, según David Trosby (2001), Niquin desarrolla las llamadas Artes Creativas Básicas, especialmente artes escénicas, artes visuales y música, pero también otras industrias las asume, como las propias de exposición de su museo, publicidad y servicios patrimoniales. También el flexible modelo de Nesta (2007) incluiría las actividades de Niquin lleno de servicios, experiencias y contenidos. Como vemos las actividades del museo son culturalmente múltiples.
Por otro lado, estas actividades podrían indicar que existe una desatención del subsector en distritos de gran población, o al menos no se abastece a la demanda educativa histórica ni artística, quizás por falta de incentivos o facilidades para el surgimiento de estas iniciativas, en todo caso la autoridad local debería proponer más programas culturales. Niquín siempre se queja amargamente de esta desatención, aunque reconoce que lo respetan, incluso le ceden espacios, pero las autoridades no apoyan sus iniciativas económicamente. Últimamente en 2023, la Dirección de Museos visitó el “Museo Colli” y le comunicó que había sido incluido en la Guía de Museos, por lo que, aunque al parecer no se encuentra inscrito formalmente, al menos se encuentra mapeado como museo privado.
Esto es importante pues en el Perú (como en todo país en desarrollo) es necesario un mapeo de estas industrias para “…obtener datos fiables sobre las actividades culturales y creativas” (Unesco 2014: 28). Este mapeo es importante también por la propia informalidad con la que se realizan actividades de este tipo pues proporciona una mejor perspectiva para políticas culturales más amplias. Este dato es importante también porque permite conocer las “audiencias” y las estrategias de oferta que se le pueden extender.
Como explica Hesmondhalhg:
“The way thet the cultural industries conceive of their audiences is channing. There is greater emphasis on audience research, marketing and addressing ´niche´ audiences” (Hesmondhalhg 2013: 2).
Traducción:
“La forma en que las industrias culturales conciben a sus públicos está cambiando. Se hace mayor hincapié en la investigación de audiencias, el marketing y la captación de públicos “nicho”” (Hesmondhalgh 2013: 2).
Algunas de las áreas de intervención priorizadas que podrían mejorar el museo serían:
1. Infraestructura física y tecnológica. Necesita habilitación de salas y sistemas de comunicación.
2. Recursos humanos y formación. Desarrolla habilidades técnicas, legales y comerciales. (Al ser individual su empresa necesita asesoramiento y apoyo)
3. Innovación y creatividad. Promueve el derecho a expresarse y representarse en un entorno (Identidad local).
La Propiedad intelectual
Desde su producción escrita, Niquín ha tomado mucho de los datos de la etnohistoriadora María Rostworowski y algo de los arqueólogos Morales y Correa. Sus escritos son folletos en donde interpreta el medio ambiente y la ecología dotándolos de animación y entendimiento, pero resaltando principalmente la gesta de los Colli como guerreros. Como sus publicaciones son artesanales y limitadas carece de editor y la propiedad intelectual sobre sus propias obras son poco respetadas por los historiadores profesionales que nunca lo citan. Caso aparte ocurre con los estudiantes universitarios y público lector joven quienes lo visitan, en parte porque hay poco material histórico sobre los Collis, en otra parte porque pocos profesores universitarios u otros profesionales los llevan a visitar a la “Fortaleza”.
Sus obras, como las esculturas o las danzas que inventa en la performance que desarrolla en el museo, debido a su propia informalidad, no las ha considerado de propiedad intelectual, porque cree que son tradiciones antiguas de los Colli, de esta manera Niquín no muestra interés en patentar formalmente ninguna de sus actividades, aunque si las publicita como parte de su museo, quizás sea el caso de que no posee un Plan de Gestión a largo plazo que lo ayude a beneficiarse con leyes en “…el marco de propiedad intelectual, que ha sido central en las políticas de la industria creativa de los países ricos, no está diseñado para proteger muchos tipos de proyectos creativos no industriales como la danza o el diseño textil”. (Unesco 2014: 26).
Creemos que el “museo” tienen mucho potencial por su fuerte tradición histórico cultural y por las dinámicas sociales que se van dando continuamente por las clases emergentes del distrito. Un aspecto a considerar en su crecimiento sería su incorporación en los Nuevos Medios y la oferta virtual que pudiera ofrecer en redes, por ejemplo, tener un recorrido virtual o catálogo en línea. Además, al haberse difundido la telefonía móvil por todo el Perú y estar permanentemente conectados a internet (especialmente la población joven) la difusión y consumo cultural por este medio es intenso a partir de redes como Facebook y últimamente Instagram o tiktok.
La Artesanía
Fue una de las primeras actividades que se realizaron dentro del museo. La habilidad manual frente a la arcilla y la docencia que impartía en los talleres le permitió recrear esa actividad prehispánica, más aún sus motivos e inspiraciones eran costeñas (nunca se ha identificado arqueológicamente un corpus alfarero estilístico Colli, por lo que aquí se toman modelos Moche, Chancay e Ychsma). Una vez terminados las pequeñas esculturas las lleva a cocer al horno de un amigo y, una vez terminadas las pinta y expone como “réplicas”. Más adelante Niquín desarrollará esta actividad y las venderá o usará de obsequio en sus eventos.
Al promover la escultura podemos decir que se realizaban artes creativas primarias pero que poseían sin duda un valor más allá de lo económico (en parte porque el propio público visitante no puede pagar más, en parte porque el “museo” era muy pequeño y no ofrecía mayores servicios); las esculturas con referentes prehispánicos poseen un valor estético simbólico o estilístico, también histórico, pero principalmente un valor social pues por primera vez la comunidad de Comas podía vincularse con su historia patrimonial al elaborar obras hechas por ellos mismos. Vemos entonces además que existe una Economía Creativa pues aparecen un conjunto de actores que se relacionan por dinámicas económicas (aunque sean escasas) cuyo centro o nexo vinculante son las industrias creativas culturales.
Precisamente el museo y la artesanía ubicaría a nuestro ejemplo en dos círculos importantes:
“El tercer círculo nos remite al universo del arte propiamente dicho (galerías, museos...). el cuarto círculo, el menos “puro”, el más alejado del nódulo central del sistema, engloba las industrias manufactureras cuyos productos técnicos permiten la producción y consumo culturales de los artistas y el público” (Litpovesky y Serroy 2015).
Y aunque en los últimos tiempos de un mundo de Capitalismo Artístico donde “el artista ya no es el otro, el profeta, el marginal, el excéntrico” (Litpovesky y Serroy 2015), Niquín ha logrado mantener su imagen individualista sin trivializarla, aunque sus artes lo pongan al servicio de la identidad (no expone sus obras como mayores o de placer estético sino como funcionales, la caricatura es evidente en su función educativa). No se considera un artista bohemio, aunque no vislumbra reglamentos ni contratos, depende de un público que lo llame o genere espacios para su discurso.
Durante este tiempo, ha creado una gran variedad de obras, desde libros, historietas y cerámicas hasta escritos y bocetos, todos nacidos de su profunda conexión con la historia. A lo largo de estos años, Enrique ha transformado su museo - taller en un lugar de constante creación. "Trabajo de noche", comenta con una sonrisa, "la luna no me dejaba dormir, así que tuve que aprovechar ese momento". Enrique se inspira en el cosmos: "Trabajo con los astros, con el sol, la luna y las estrellas", explica, como si el universo mismo fuera su compañero en el proceso creativo. "Desde aquí puedo ver quién se acerca al museo", menciona, lo que le permite estar siempre atento a quienes buscan conectarse con el patrimonio cultural que resguarda.
La Performance y el Simbolismo del personaje como su capital cultural
Algo importante que ven los vecinos en las obras y acciones de Niquín es su personal manera de atender, nunca lo hace igual. Su singularidad le da un valor de auténtico (Benjamin 2003). El acto de atención podría catalogarse como una performance, mezcla de actuación teatral, clase de historia y danza.
La performance comienza tocando el pututo (caracol) y un tambor pequeño; una vez lograda la atención del público comienza a contar la historia de los Colli desde que fueron arrojados de Huarochirí hasta su caída frente al Imperio Inca. Cada capítulo contando lo escenifica ataviado como guerrero y bailando o cayendo según sea el episodio, de esta manera su escenificación es un ritual de enseñanza.
La experiencia que se brinda en el museo, con todas sus limitaciones, ofrece una dimensión estetizada, con sonidos extraños de tambor, pututos, flautas, sonajas; texturas de textiles, lanzas, escudos, maderas, líticos; detalles exóticos como plumas, fetiches, etc.
Hasta este punto podemos indicar que realizaba un Servicio Cultural de carácter efímero pues realizaba “una actividad artística que se consume en el momento de la exhibición” (Mariñelarena 2017), al igual que un concierto o una canción. El hecho es que causaba impacto en el espectador.
Vemos entonces que el producto cultural que brinda, a pesar de sus limitados recursos, posee un contenido simbólico potente, el conocimiento es propio del dueño quien lo imparte personalmente generando una experiencia heterogénea en sus visitantes haciendo del “museo” el centro de distribución del producto.
Para entender que sucede socialmente con este ejemplo recurrimos a David Hesmondhalgh quien considera que las industrias culturales son instituciones y organizaciones involucradas con la producción de Significado Cultural Social y la comprensión de nuestro mundo (Hesmondhalhg 2013); desde esta óptica vemos encontrar este “Significado” es algo tan importante que da sentido a todo, más aún si son grupos que están en construcción de su identidad como en Collique.
Pero en nuestro caso vemos además que para lograr esta construcción Niquín ha tenido que convertirse él mismo en ese significado. Dicho de otra manera, ha tenido que materializar su mensaje en su cuerpo y así transmitirlo vívidamente al resto. Su apariencia de un anciano sordo y medio loco por la historia local, su energía y la parafernalia que exhibe cuando hace de guía o realiza su performance termina de completar esta imagen. Podemos decir que la personalidad de Niquín es parte de su capital cultural y su comportamiento es ejemplo para la comunidad circundante, él está posesionado en ella y está convencido de los valores que propugna, sus principios son tácitamente entendidos por los visitantes quienes lo entienden así y generan nuevas prácticas.
Este capital cultural “…incorporado, es decir, como disposiciones durables del organismo” (Bordieu 2011: 214), pero también posee, gracias a su museo un capital cultural “objetivado, como bienes culturales, cuadros, libros, diccionarios, instrumentos, máquinas, que son la huella o la realización de teorías o de críticas de esas teorías, de problemáticas, etc.” (Bordieu 2011: 214). Este capital cultural se vuelve entonces simbólico y lo hace atrayente a otros miembros de la comunidad. Se ha convertido en un “Personaje”; además ssiendo un pequeño artista fundó un emprendimiento del cual la marca es su propia figura (Lipotvesky y Serroy 2015).
Extrapolando un concepto sociológico, podríamos decir también que su Habitus es potente pues genera prácticas nuevas. Su capital cultural incorporado y naturalizado durante varios años de solitario aprendizaje de motivos históricos y artísticos en las circunstancias de su posición de clase lo ha hecho fuerte simbólicamente. Su forma de pensar, hablar y hasta vestir, transmite su sentir social, especial distintivo, propio e intransferible.
Economía y el entorno de negocios
Si consideramos su museo como una empresa privada que ha innovado en esta área de la ciudad, esta accede a mercados menores y debería haber desaparecido rápido, pero en este caso eso no ha sucedido eso. Su forma novedosa de trabajar sin embargo no parece generar utilidades pues Niquín siempre se queja de esto; en un mundo lleno de marketing, intereses y tarjetas bancarias, la retribución del museo no fue en ningún momento monetaria, apenas se recibía propinas al principio pero lo que no ganaba en dinero parece ganarlo en apoyo personal (como la construcción de su cocina, donaciones de muebles, apoyo alimentario, etc.) de las asociaciones de vecinos o padres de colegios con los cuales forma alianzas y es visitado.
Sin duda existe una tensión entre la fuerza expresiva de las obras y acciones que realiza un autor y la rentabilidad económica que se puede lograr con ella, en los pobladores de esta nueva ciudad aparecen constantemente ejemplos de gente que a partir de emprendimientos culturales van construyendo nuevos vínculos sociales y de paso potenciando su economía.
Por otro lado, su estrategia de marketing del museo siempre fue limitada, su relación con los consumidores fue de distinta manera (Quero y Leal 2011). Su principal vínculo es con los consumidores directos (pocos visitantes adultos interesados), algunas organizaciones privadas (como colectivos de internet) y principalmente con los centros educativos. El precio de entrada era simbólico (empezó cobrando un sol) y la promoción del museo se daba más por propaganda nacida en los mismos centros escolares (aunque Niquín repartía volantes o pegaba afiches en las universidades) nunca tuvo una estrategia de difusión sólida, la promoción la hacían voluntaria e intermitentemente los mismos vecinos de Collique por medio del internet. Al parecer (en un análisis superficial y rápido) a esta industria “No le interesan las utilidades” (British Concil 2010)
Resumiendo, esta iniciativa personal propuso un producto fuerte debido a la carga cultural que contiene y a la necesidad de un público ávido de acceder y/o construir su propia identidad, un público joven y curioso. Niquín intuitivamente o no, construyó un producto para el cual existe un público numeroso, pero nunca contó con una estrategia de marketing moderna.
5. Reflexiones finales
¿Qué impulsa esta economía creativa? Creemos que es la originalidad como fusiona valores intrínsecos del arte y la historia, aunque su economía es limitada posee un impacto social porque despierta interés e impulsa nuevas ideas. En países como el Perú la creatividad y la herencia cultural tiene muchas posibilidades de crecer mientras posean “…un elemento expresivo o simbólico en su núcleo” (Unesco 2014: 19) y se tenga la capacidad creativa que “fusiona valores” (British Council 2010: 13). A esto también se suma la percepción general y positiva del poblador ante la empresa de Niquín como generadora de identidad y autenticidad (Benjamín 2003).
Pensamos que vínculo o asociación podría hacerse con el Ministerio u otras entidades públicas y privadas para que iniciativas así sean potenciadas. La disparidad en manejo de presupuestos a veces nos hace prestar atención en museos emblemáticos o en problemáticas mediáticas sin reparar en casos sencillos pero que pueden ser múltiples en las distintas periferias sociales y necesitan políticas específicas y urgentes. En nuestra consideración no alcanzarán suficientes museos en el país para fortalecer nuestro futuro, un mensaje de Niquín que encierra su maduro concepto de museo:
“Los museos son espacios éticos en las ciudades que custodian, preservan los vestigios del pasado y difunden la memoria histórica. Y a la vez son centros de referencia cultural a las nuevas generaciones.” (Niquín Castillo 2023)
A lo largo de los años, su visión y dedicación han sido fundamentales para que el Museo de los Colli se convierta en un referente cultural y educativo en la comunidad. Bajo su dirección, se ha convertido en un espacio clave para la conservación del patrimonio. Niquin ha promovido diversas actividades culturales para promover el conocimiento y respeto por las culturas. El compromiso de Enrique Niquin Castillo con la cultura peruana ha sido reconocido ampliamente, y su incansable esfuerzo por mantener vivas las tradiciones de la región lo ha consolidado como un referente y un verdadero guardián del patrimonio.
Referencias bibliográficas
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Bordieu, P. (2011). Las estrategias de reproducción social. Siglo XXI editores. 224 p. Madrid.
Diglio Peirano Torriani, G., de la Flor Sáenz, L. E., & Vilayil Vílchez Astucuri, J. (Eds.). (2023). Industrias culturales y creativas: Situación y perspectivas. Centro Nacional de Planeamiento Estratégico.
Hermondhalgh, D. (2013). The Cultural Industries. 3rd. Edition. SAGE. London.
Martucelli, D. (2013). Lima y sus arenas. Poderes sociales y jerarquías culturales. Cauces Editores. 326 p. Lima.
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Newbigin, J. (2010). La economía creativa. Una guía introductoria. British Council. Londres.
Lipotvesky G y Serroy J. (2015). Estetización del mundo. Vivir en la época del capitalismo artístico. Barcelona.
Quero, M., & Leal, A. (2011). Manual de Marketing y comunicación cultural.
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Unesco (2014). Informe sobre la Economía Creativa. Edición especial 2013. Ampliar los cauces de desarrollo social. México.
Zavala, C. (2023). Los Collis. Antiguos habitantes de Lima Norte. Munilibro n° 27. Municipalidad de Lima. 87 p. Lima.
Museo de los Colli. https://www.youtube.com/watch?v=gD4k0nla7FA
LOS AUTORES:
JORGE CARLOS ALVINO LOLI Y
CONSUELO GONZÁLEZ MADUEÑO
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