Introducción
Continuando con el presente artículo acerca de la ciudadela de Cajamarquilla, debo agregar que el autor de este artículo ha tenido el privilegio de recorrerla y excavarla como parte de un taller de arqueología de la Facultad de Sociales de la UNMSM, la Ciudadela de Cajamarquilla es tan grande que a su lado los estadios de fútbol de los equipos peruanos más emblemáticos parecen “colegios de nivel primaria”, y no una ni dos, sino varias pirámides truncas que se elevan más de 6 m. de altura, y la cantidad de templos, patios y otros edificios son abundantes comparables solo con los de Chan Chan.
Retomando nuestra historia acerca de Cajamarquilla debo agregar que esta gigantesca ciudadela aún tiene muchos secretos por revelar a los arqueólogos del presente y también a los del futuro.
Cultura Ychma
A partir del año 1000 se produjo una reocupación de la zona, hasta del año 1450 dC, con la Cultura Ychma. Durante este período Cajamarquilla fue un centro político y religioso regional, residencia de la élite local. Grandes estructuras, recintos amurallados y pirámides se edificaron siendo el recinto más conocido el denominado “Laberinto”. Estos espacios sirvieron para el desarrollo de actividades administrativas, religiosas y comerciales.
Cajamarquilla fue también un centro principal de habitación y trabajo para millas de personas. Se construyeron viviendas y talleres, principalmente de cerámica y tejido. Las actividades agrícolas con cultivos de la zona permiten a sus pobladores una dieta variada complementada con carne de camélido –quizás llama- y cuy.
La construcción y arquitectura de Cajamarquilla.
La Zona Arqueológica de Cajamarquilla se encuentra en un terreno aluvial muy compactado formado por una gruesa capa de limo endurecido conocido como yapana. Sobre este territorio los pobladores edificaron sus construcciones íntegramente de muros de tierra. Para ello, contaron básicamente con dos técnicas: el adobe y el tapial.
Durante la presencia de la cultura Lima la mayor parte de monumentos fueron construidos con pequeñas unidades de adobe, denominadas “adobitos” característicos también de la Huaca Pucllana, la Huaca San Marcos y Pachacamac.
Los adobitos son unidades de mampostería hechos de barro que, en la Costa Central, son elaboradas a mano y simplemente secados al sol. Sus dimensiones pueden variar. Miden aproximadamente 5 centímetros de ancho, 10 de largo por 20 de alto. Se solía colocar de forma vertical sin argamasa entre ellos, constituyendo la denominada técnica del librero.
El Dr. Peter Van Dalen en una entrevista sobre el descubrimiento de momias encontradas en la Ciudadela Cajamarquilla – Canal 2; foto del mismo de la zona Laberinto (Jesús Béjar A. – 2020).
El tapial, es una técnica predominante en Cajamarquilla, es hecho con un encofrado en el sitio donde habrán de quedar permanentemente. Para construirlos se colocan dos “paredes” hechas de madera, paralelas, dejando como separación el espesor que habrá de tener el muro. Luego se llena dicho espacio con tierra húmeda, se compacta y se deja secar. Una vez seco, se retira el encofrado y queda una parte del muro. Así se continúa sucesivamente a lo largo y lo alto.
Por razones de estabilidad los muros de tierra suelen ser más anchos en la parte baja y más delgados en la parte alta. En Cajamarquilla se han encontrado muros de hasta 3 m. de ancho, posiblemente muros de contención ante las crecidas del caudal del Huaycoloro. En algunos casos los muros están hechos de “yapana”, material del suelo aluvional muy compacto que es cortado en bloques y unido con argamasa de barro.
Las diferencias entre los tapiales del período Lima y del período Ychma se basan en el tamaño, lo que permite reconocer las épocas de construcción.
Cajamarquilla aún encierra muchas preguntas y pocas respuestas, respuestas
Continuará…
Bibliografía
Diario “El Comercio” (Nov. 1996) –“Los nuevos descubrimientos de la ciudadela de Cajamarquilla” pp.15-17.
Arqueología y Sociedad (2009) – Sánchez Bello Rafael “La ciudadela de Cajamarquilla” – Sánchez José A. págs. 24-26.
Lima Prehispánica (1988) “Cajamarquilla la gran ciudadela de Lima” – Agurto – pp.24 – 26.
Revista Sian (2010) “La arquitectura de Cajamarquilla” págs.28-32.
Revista Zona Arqueológica Cajamarquilla (2016) “Ministerio de Cultura) pp.15,18.
Biografía del autor
Jesús Ángel Béjar Apaza estudio arqueología en la UNMSM (2001-2004), cursos de astronomía (SPACE) en la Facultad de Física (2002-2006). Guía de Turismo en Cepea (2006-2009). Bachiller en educación (Pedagógico América). Ha participado como ponente en diferentes Simposios y Congresos tanto en temas de arqueología como paleontología. Escritor que ha participado en 3 revistas, dibujante y caricaturista y también difusor de temas arqueológicos y paleontológicos a todo público en general.