El nombre del pabellón danés en Shanghái, 'Welfairytales', hace un juego de palabras con wellness (bienestar) y cuentos de hadas (cuentos de hadas), en referencia respectivamente al lema de la Expo 'Mejor ciudad, mejor vida' ya los cuentos de Hans Christian Andersen, el danés más conocido por la población china.
En él se recrearán los aspectos más atractivos de la vida en la capital danesa, como son la posibilidad de viajar en bicicleta, disfrutar de un picnic orgánico en un jardín, divertirse en un parque infantil, bañarse en el puerto o contemplar en vivo la célebre y diminuta estatua de la Sirenita, que viajará a China dejando su puesto a esculturas de artistas chinos.
Dos órbitas, una exterior y otra interior, configuran el pabellón. La primera, en forma de carril bici, conecta con la cubierta de exposiciones, donde también se encuentran un área de juegos y un aparcamiento de bicicletas. La órbita interior conecta con la planta de acceso, donde se encuentra el área de exposición, las salas de conferencias y las oficinas de administración.
Ambos recorridos en bucle se conectan en dos puntos; desde el interior, el visitante puede acceder a la cubierta, tomar allí una bicicleta y volver a ver la exposición a otra velocidad. Uno de los objetivos del pabellón danés es fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte urbano sostenible.
Estructuralmente, el pabellón se concibe como una viga cajón autoportante de directriz curva en forma de bucle, y así se ha construido. La fachada permite el paso de la luz natural y la ventilación, pero debido a los requisitos estructurales de la viga, el grado de perforación de aquélla varía según el reparto de las tensiones: las zonas más solicitadas son opacas, mientras que las que no soportan las tensiones pueden abrirse.
El color blanco de la fachada otorga a la construcción un aire marítimo que lo relaciona con la tradición naval danesa y que permitirá mantener una temperatura agradable en el interior, debido a sus propiedades reflectantes. La cubierta está pavimentada con un material artificial de color azul usado en los carriles bici daneses.
Las planchas de acero de la fachada están perforadas con un patrón que representa una silueta urbana abstracta; desde el exterior, la actividad interna del pabellón se adivinará en las siluetas de los viandantes y ciclistas pasando junto a las fachadas. El pabellón se ha construido en un astillero y su alto grado de prefabricación ha facilitado su transporte, así como el proceso de montaje, que se seguirá en un rápido desmontaje y relocalización.
1. EXPOSICIÓN LINEAL
2. EXPOSICIÓN EN RIZOS
3. EXPOSICIÓN CONTINUA
4. LAZOS INTERCONECTADOS
5.TERRAZA EN EL TECHO, PARQUE DE BICIBCLETAS Y VELODROMO
DATOS TÉCNICOS
Cliente - EBST Erhvervs- og Byggestyrelsen
Arquitectos - Grupo BIG-Bjarke Ingels
Jefe de proyecto Líder del proyecto: Finn Nørkjær
Gerente de proyecto Gerente de proyecto: Henrick Poulsen
Equipo de proyecto Equipo de proyecto:
Tobias Hjortdal, Niels Lund Petersen, Jan Magasanik, Claus Tversted, Kamil Szoltysek, Sonja Reisinger, Anders Ulsted, Jan Borgstrøm, Pauline Lavie, Teis Draiby, Daniel Sundlin, Line Gericke, Armen Menendian, Karsten Hammer Hansen, Martin W. Mortensen, Kenneth Sorensen, Jesper Larsen
Colaboradores
2+1 (exposición exposición); Arup AGU, Arup Shanghai (estructuras ingeniería estructural); tonji; Ai Weiwei, Jeppe Hein, Martin De Thurah, Peter Funch
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SOBRE EL AUTOR
Bjarke Ingels (2 de octubre de 1974 en Copenhague) es un arquitecto danés. Dirige el estudio de arquitectura BIG-Bjarke Ingels Group, el cual se fundó en el año 2006. Bjarke busca conseguir el equilibrio entre la arquitectura tradicional y la arquitectura vanguardista.
El vanguardismo se manifiesta a través de varios movimientos que, desde planteamientos divergentes, abordan la renovación del arte o la pregunta por su función social, desplegando recursos que quiebren o distorsionen los sistemas más agradables de representación o expresión artística, en teatro, pintura, literatura , cine, arquitectura o música, entre otros.
Estos movimientos artísticos renovadores, en general dogmáticos, se producen en Europa en las primeras décadas del siglo XX, desde donde se extendieron al resto de los continentes, principalmente hacia América, en donde se enfrentaron al modernismo.
La característica primordial del vanguardismo es la libertad de expresión, que se manifiesta alterando la estructura de las obras, abordando temas tabú y desordenando los parámetros creativos: en poesía se rompe con la métrica y cobran protagonismo aspectos antes irrelevantes, como la tipografía; en arquitectura se desecha la simetría, para dar paso a la asimetría; en pintura se rompe con las líneas, las formas, los colores neutros y la perspectiva.
El poeta/artista/arquitecto vanguardista no estaba conforme. Como el pasado no le servía, tenía que buscar un arte que respondiera a esta novedad interna que el individuo estaba viviendo, apoyándose en la novedad original que se lleva dentro.
Tenían que abandonarse los temas viejos, carentes de sentido y sin respuestas para el individuo nuevo. En algunos movimientos había una tendencia a hacer plástica en la coloración de las palabras.
En la poesía se jugaba constantemente con el símbolo. Las reglas tradicionales de la versificación necesitan una mayor libertad para expresar adecuadamente su mundo interior. Reaccionaba contra el modernismo y contra los imitadores de los maestros de esta corriente; una conciencia social los llevan a tomar posiciones frente al individuo y su destino.
Nuevos temas, lenguaje poético, revolución formal, desaparición de la anécdota, proposición de temas como el antipatriotismo. El punto de vista del narrador comenzaba a ser múltiple. Un estrecho vínculo entre el ambiente y los gustos del personaje. Comenzaba a profundizarse en el mundo interior de los personajes, presentados a través de sus más escondidos estados del alma.
No era el tiempo cronológico el que tenía importancia, sino el tiempo anímico, y comenzó a tomarse en cuenta el aspecto presentacional, pues se limitó a sugerir para que el lector complete; el autor comenzó a exigir la presencia de un lector atento que estaba desentrañando los hechos presentados y estaba armando inteligentemente las piezas de la novela de nuestro tiempo.
Explicando sus ideas, Bjarke concluye: Históricamente el campo de la arquitectura ha sido dominado por dos extremos opuestos. Por un lado, lo vanguardista lleno de ideas locas. Originado desde la filosofía, el misticismo, la fascinación por el potencial de la forma o su visualización digital. Ellos actúan tan independientemente de la realidad, que no logran convertirse en algo más que curiosidades excéntricas. Por otro lado está lo tradicional.
Corporaciones muy bien organizadas, que construyen predecibles y aburridas cajas de edificios funcionales. En este campo, la arquitectura parece estar atrapada entre dos lados infértiles: ya sea ingeniosamente utópica o increíblemente pragmática. Creemos que hay un tercer camino enterrado entre estos.O uno difícilmente visible sobre la delgada pero bastante fértil superposición de ambos. Una arquitectura utópica y pragmática a la vez;
Bjarke Ingels estudió arquitectura en Royal Academy en Copenhague y en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, recibiéndose como arquitecto en 1998.1 En su tercer año de estudios ejerció por primera vez su carrera ganando su primer concurso. De 1998 al 2001 trabajó para OMA [Office for Metropolitan Architecture] y directamente para Rem Koolhaas en Rotterdam.
En el 2001 Bjarke volvió a Copenhague y junto a Julien de Smedt (compañero suyo en OMA), fundaron el estudio de arquitectura PLOT. La compañía consiguió un éxito rapidamente, recibiendo atención internacional por sus diseños creativos.
Fueron premiados con el León de Oro en la Bienal de Arquitectura de Venecia en el 2004 por la propuesta de la nueva casa de la música para Stavanger, Noruega. Su primer gran logro en PLOT fue el premio ganado por VM Houses en Ørestad, Copenhague en el 2005. A pesar de su éxito, PLOT fue disuelto en enero del 2006. Bjarke Ingels creó BIG, mientras que su ex-compañero Julien de Smedt fundó JDS Diseño.
Con BIG, Bjarke ha seguido con la ideología de PLOT y tiene actualmente varios proyectos en pleno diseño o ya en construcción en Dinamarca y Euroasia. Éstos incluyen BIH House en Ørestad, el nuevo museo marítimo danés en Elsinore, hoteles en Norway, un rascacielo con forma de letra china que significa “gente” en Shangai.
Un plan maestro para la renovación de una base naval y una industria de petróleo en una estación de entretenimiento [zero-emission] en la costa de la ciudad de Baku con la forma de 7 montañas del país, y un museo mirando hacia la ciudad de Mexico. Junto al equipo de BIG, Bjarke publicó recientemente Yes is More, un archicómico sobre la evolución de la arquitectura.
FUENTES DOCUMENTALES
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