Según la Comisión de Recursos Humanos, Ciencia y Tecnología de la Unión Africana, cerca de 30 millones de niños y niñas africanos en edad escolar no asisten a la escuela. Y la explicación se encuentra en la falta de recursos y el espaldarazo sistemático de quienes habitamos el planeta con nuestros habitantes más vulnerables.
Para contribuir a su corrección, el estudio de arquitectura Daw Office creado en 2014 Foundawtion: Un viaje de aprendizaje y conocimiento con el objetivo de construir escuelas en las zonas económicamente más desfavorecidas del continente africano.
La arquitectura del proyecto
Situada en un solar de titularidad pública cerca del río Casamance, en el Senegal, la escuela está concebida como un conjunto ordenado de módulos y espacios de encuentro y de juego. La volta catalana y la catenaria invertida estructuran el proyecto y lo dotan de un fuerte carácter expresivo.
Un concepto, además, muy próximo a las formas y el fondo tradicional de la zona que para su incorporación a la vida cotidiana, recurre a menudo a la sensualidad propia de la curva. La bóveda se construye a base de bloques de tierra comprimida que se elabora en la propia obra o sus mediaciones. Conciliando las materias primas locales, los métodos de construcción tradicionales y las técnicas constructivas actuales, sus responsables han conseguido edificar una escuela eficiente y sostenible.
Sobre la Fundación
Foundawtion es una organización sin ánimo de lucro creada para impulsar y llevar a cabo proyectos que cubran necesidades arquitectónicas que obedecen a problemas reales de las personas, las comunidades y las concentraciones urbanas.
David García y Tarek Al Masri, son sus fundadores y Aina Tugores, Luis García, Luis Morón y Carmen Revilla, completan un patronato que cuenta con la participación individual y colectiva de centenares de personas que han requerido para poder llevar a cabo el proyecto. Para la escuela de Senegal, siguen buscando financiación para poder terminar este año 2018 las últimas fases del proyecto.
BOVEDAS CATENARIAS CON BLOQUES DE TIERRA COMPRIMIDA
La idea inicial era contundente, recuperar técnicas constructivas que se habían perdido, y que se hallaban en su arquitectura original, y hacerlo en la comunidad rural de Thionck-Essyl, una localidad de apenas 12.000 habitantes.
Para ello, ha sido fundamental la implicación de los residentes, no solo en la construcción del centro, sino también en su programa educativo. Quid pro quo.
Tal ha sido la integración que, además, por ejemplo, han formado un carpintero de la zona y le han ayudado a construir su taller. ¿Puede haber una manera más sostenible de mantener un oficio que impulse a alguien, metafóricamente, herramientas para pescar con el objetivo de que coma pescado toda la vida?
En cuanto a los aspectos técnicos de la obra, destaca el uso de un elemento común en la Barcelona modernista: la volta catalana. En cada una de las aulas, entre baobabs y mangos, emergen esos techos redondeados, con sus catenarias invertidas, es su versión más resuelta y gaudiniana.
No le falta detalle a ese edificio con unos 6 metros de altura, 6 de ancho y 10 de profundidad. De hecho, la bóveda se ha usado por sus ventajas a la construcción, y no porque hubiera intención de exportarla hasta África. Una vez más, volvemos al concepto de que se ha construido esa escuela “con la población local”, y no “para ella”. -En ese sentido, hay una anécdota de lo que le comentó una niña de 3er curso a García al ver el colegio, narrada aquí por su protagonista.
Y es que el proceso de intercambio de conocimiento ha sido lo más mágico del encuentro entre dos sociedades y maneras de construir distintas. Desde Foundawtion, han tenido que mostrar, con los métodos (y confianza) de los albañiles de allí, cómo se iba a fabricar una cimbra de madera, utilizar la propia tierra de la finca para elaborar ladrillos que no iban a ser cocidos, mezclados, eso sí, con un 7% de cemento, levantar esos muros curvados, retirar la estructura… ¡y que funcionarán!
La orientación es de norte a sur, a fin de que el sol no se deslumbre en las clases, pero entre luz natural y mantenga el frescor. También se recupera el ciclo del agua con canales, que llevan al nivel freático.
Todo, en un suelo cuyo pavimento está instalado a partir de piezas cerámicas recuperadas de escombros. Igualmente, se prioriza el uso de la leña local con los muebles minimalistas de Marc Morro, que se reduce a lo sustancial. Esto crea espacios diáfanos y estéticamente muy limpios. Hablamos de la sencillez, incluso la elegancia y eficacia, en su esencia. Porque no hay maquinaria pesada, pues los ladrillos se prensan a mano, y casi no hay que transportar materiales.
FUENTES DOCUMENTALES
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