I. INTRODUCCIÓN
Si bien el turismo sigue siendo un sector con una fuerte dinámica expansiva, es cierto que está inmerso en una fase crítica de transformación. Expresión esta que preferimos a la tan usual en nuestros días referida al hecho de que estamos ante un nuevo modelo turístico.
Se ha afirmado con reiteración que la crisis de la industria turística es la crisis del turismo de masas, es decir, del turismo que se inició en la segunda mitad de la década de los cincuenta con el desarrollo de la aviación comercial a reacción y que empezó a mostrar signos evidentes de madurez a partir de los años ochenta.
La tecnología propició la aparición y consolidación de un modelo rígido en el que las vacaciones eran consumidas en masa con olvido de las normas, la cultura y el entorno de los países de destino. El elemento básico que ha sustentado dicho modelo ha sido la sobreutilización de un entorno medioambiental muy frágil, que se ha visto fuertemente afectado tanto en sus condicionantes físicos como culturales.
En este sentido, la transformación del modelo turístico se da por la conjunción de tres elementos fundamentales:
1. Cambio en los gustos y motivaciones de los turistas.
2. Necesidad de preservar el medio ambiente como factor esencial de desarrollo turístico sostenible.
3. Transformaciones en la tecnología y en el entorno institucional y organizativo necesarias para que los cambios tengan lugar.
Una fuerza motriz básica los cambios en los modos de consumo de los turistas se basa en la propia dinámica de la población que si bien produce unos efectos de cambio suave, tiene una incidencia considerable en los hábitos, las motivaciones y las formas de viajar de los turistas.
Es precisamente en la presente década cuando estos cambios en las tendencias socio demográficas están teniendo efectos substanciales en la composición del turismo.
Por tanto y tal como ya ha sido indicado desde múltiples foros, el sector turístico español debe afrontar esta transformación de las motivaciones de la demanda turística así como la progresiva multiplicación de destinos turísticos a través de la mejora de las infraestructuras y del entorno urbano y ambiental, de la adaptación de los equipamientos existentes a las nuevas necesidades vacacionales y de la generación de nuevas ofertas de carácter recreativo y comercial especializado (Vera, J.F. y Monfort V.M.,1994 pp.131-147), con un único objetivo, facilitar el paso de un sistema de producción masiva a una Nueva Era del Turismo (Fayos-Sola, 1994 pp.5- 10) caracterizada por la segmentación de la demanda, la flexibilidad de la oferta y la integración diagonal.
En este sentido, Port Aventura se ha convertido en tan sólo dos años de vida en un referente necesario en el actual escenario turístico español. Port Aventura, el primer parque temático españoli y segundo de Europa, alargo su segunda temporada abriendo durante 217 días y acogió a un total de 3.020.000 personas; cifra que ha puesto de manifiesto la consolidación del parque como destino turístico intencionado puesto que el 98% de os visitantes decidió acudir al parque antes de iniciar el viaje.
Otro ejemplo, en el marco del territorio español es el recientemente inaugurado parque temático Isla Mágica, según estimaciones de la propia empresa recibirá unos dos millones de visitantes al año.
Los objetivo de esta comunicación son tres, a) analizar algunas consideraciones generales de carácter teórico sobre la creación y desarrollo de un parque temático; b) establecer las características peculiares de Baleares como destino turístico para el desarrollo de este tipo de producto; c) analizar la posición de “El Dorado” en el mercado de oferta complementaria de las Islas, sus características especificas, y sus efectos inmediatos en el mercado turístico mallorquín.
II. PARQUES TEMÁTICOS: CONCEPTO Y CLASIFICACIÓN.
Aunque el uso y concepto de parque temático incluye a menudo parques que no lo son estrictamente, parques de atracciones, se entiende en un sentido estricto que un parque temático es un equipamiento que tiene como finalidad el entretenimiento a través de diversas atracciones y mecanismos. Los objetivos de esta clase de instalaciones son: la diversión, el descubrimiento, la evasión y la imaginación. Sus principales característica comunes -además del precio único son:
a) la localización y equipamientos: se suelen localizar es espacios verdes en las cercanías de las ciudades y tienen equipamientos para satisfacer cualquier tipo de necesidad durante el día de visita (entretenimientos, restauración y tiendas).
b) la diversidad de atracciones: las grandes atracciones (al estilo de las montañas rusas) se complementan con otras infraestructuras secundarias o de soporte para demanda más joven y con manifestaciones de teatro, cine, música, etc. En ocasiones, las atracciones se basan en capacidades tecnológicas sofisticadas (holografía, láser, juegos interactivos, robots, etc.).
c) la existencia de una identidad temática o de áreas temáticas planificadas: este tipo de estrategias permite a los visitantes identificar el producto y tener la impresión de viajar. El tema de cada lugar determina las alternativas en materia de las atracciones, mecanismo de transporte, compra restauración, etc.
Por tanto, pueden realizarse algunas distinciones entre la atracción principal y las atracciones secundarias y de soporte. De acuerdo con Mill (1990, pp.191-197), una atracción principal forma el tema para el área, es la razón principal por la cual los turistas visitan el destino. Puede ser una atracción natural como el Gran Cañón, o una
atracción diseñada y preparada por el hombre como Disney World. Las atracciones secundarias o de soporte son aquellas que están diseñadas y creadas en torno a la atracción principal como por ejemplo museos, tiendas de “souvenirs”, etc.
d) los altos niveles de calidad ambiental y de producto: todos los parques están pensados para satisfacer al consumidor (ausencia de basuras, calidad de comida, atracciones en vivo para los que hacen cola, facilidades de orientación, etc.).
La clasificación de los parques temáticos puede llevarse a cabo de acuerdo con diferentes parámetros. Por un lado puede realizarse en consonancia con el tema desarrollado: históricos, culturales, geográficos, etc. Dentro de está clasificación general se pueden llevar a cabo otras clasificaciones más particulares ya que mientras algunos parques temáticos se centran solamente en un sólo tema o motivo, otros se concentran en una variedad de temas localizados por áreas geográficas del parque.
Pero los parques temáticos pueden ser clasificados también de acuerdo con el tamaño expresado en ingresos anuales, número de visitantes, número de atracciones, etc. Al mismo tiempo puede ser clasificados también de acuerdo con el número de recursos utilizados para el desarrollo del tema en función del área donde se encuentran localizados.
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