Las poblaciones andinas poseen riquezas arqueológicas, históricas y etnográficas cuyos escenarios hegemónicos socio económicos tuvieron un desarrollo en base a la organización y planificación; el legado se encuentra fundamentalmente en el aspecto agropecuario donde terrenos erosionados desérticos fueron convertidos en terrenos fértiles que superviven hasta la fecha.
El hombre antiguo invento herramientas que serían el soporte de trabajo, un ejemplo fue: el “tirapié” o “Chakitaqlla”, supieron domesticar el ambiente natural en la costa, sierra y selva, además conocían el comportamiento astronómico, el régimen climático e incidieron en la domesticación de animales y otros complementos que destacaron en la nutrición alimentaria como son los recursos ictiológicos.
Para lograr el desarrollo agropecuario sofisticaron los campos con obras arquitectónicas e hidráulicas, este sistema floreció en la época Inka que se extendió por el Tahuantinsuyo, objetivos obtenidos con los sistemas de trabajo conocidos como la “mita” y la “minka”.
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Lic. Arqueólogo Hugo Bravo Zúniga
Cusco
hbz1009@gmail.com
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