15 abril 2025

REVALORANDO EL PATRIMONIO COLONIAL DEL CALLAO (PARTE III) - POR MARILYN FANNY VALDEZ RÍOS

 


Como escribimos en la publicación anterior durante el siglo XVIII se levantaron muchos edificios emblemáticos del Callao colonial, muchos desaparecidos, uno de estos edificios sobrevivientes ha sido la Fortaleza del Real Felipe, complejo de estilo militar usado con multas defensivas. Sin embargo, la Fortaleza del Real Felipe fue levantada a lo largo de más de 30 años, una fortaleza que ha sido mudo testigo de muchos acontecimientos históricos trascendentales. Historia que contaremos detalladamente en este artículo. 

Antecedentes 

Durante el Virreinato del Perú, El Callao era el puerto más importante donde se embarcaban las riquezas de la región con rumbo a España. Esto lo convirtió en un “punto principal” del ataque de corsarios y piratas. Por esta razón el virrey Pedro de Toledo y Leiva dispuso su fortificación, construyendo entre 1640 y 1647 las murallas que rodearon el entorno de la ciudad, sin embargo, el terremoto de 1746 y el maremoto tiempo después destruyó gran parte del puerto, incluyendo las murallas protectoras, y dejó al Callao desprotegido. 

El virrey José Antonio Manso de Velasco, ordenó la construcción de una fortaleza. Es una de las pocas obras de arquitectura militar que quedan en el Perú, es la obra más grande construida por los españoles en América. Fue conocida durante el virreinato, en conjunto con los fuertes “San Rafael” y “San Miguel”, como los “Castillos del Callao”.  

Recibe el nombre fue elegido en honor del rey Felipe V de la Casa de Borbón, que había fallecido en 1746. Después de Don José de San Martín como “Castillo de la Independencia” al iniciarse la “Etapa Republicana”.



Meses después del terremoto, el 29 de diciembre de 1746 se aprobó el diseño presentado por el matemático y arquitecto francés Luis Godín y los españoles José Amich y Juan Francisco Rossa. El 21 de enero de 1747 se iniciaron los trabajos con el cavado de zanjas, a mediados de ese año se colocaron las primeras piedras. Fue una de las más grandes obras de arquitectura que realizó España y, costó 3 millones de pesos. Se usaron bloques de piedra atraídos de las canteras de la isla San Lorenzo y de los restos desenterrados de las antiguas murallas destruidas por las catástrofes anteriores. Estos bloques compuestos de cuarcita y arenisca fueron reforzados con “calicanto”. El nombre fue elegido en honor de Felipe V de la Casa de Borbón, que había fallecido por esos días. La fortaleza fue terminada por el virrey Manuel de Amat y Junient en 1774.   

  


En 1782, el virrey Manuel Guirior notó que la fortaleza era vulnerable por sus flancos. Por eso construyeron dos pequeños fuertes, llamados “San Miguel” y “San Rafael”, que se encontraron a corta distancia ambos lados del recinto principal, llamado “Los Castillos del Callao”.  



Durante la independencia

La fortaleza no sufrió incidentes hasta 1806 cuando comenzó a gestarse la independencia del Perú. Fue entonces cuando el virrey José Fernando de Abascal y Sousa ordenó construir un almacén para las armas y la artillería, así como la cisterna que podía contender agua para 2.000 hombres por 4 meses.  

El Almirante Guillermo Brown realizó un bloqueo al puerto del Callao el 21 de enero de 1816. Una flotilla capturó algunos barcos españoles y bombardeó el puerto sin causar mayores daños. Fueron contestados por los cañones de los castillos y de las baterías terrestres, que hicieron retroceder a los atacantes. 

El 16 de enero de 1819, la fortaleza rechazó el ataque de la escuadra libertadora del almirante Lord Thomas Cochrane durante el gobierno del virrey Joaquín de la Pezuela. Ese intento fallido obligó al general José de San Martín a entrar a la capital por Pisco y no por el Callao.

Una vez declarada la independencia, se ordenó el sitio del fortín, que se encontró bajo dominio español al mando del general José de La Mar. El 19 de septiembre de 1821, al ver la escasez de alimentos y amenaza de epidemia. La Mar decidió entregar la plaza y unirse a las fuerzas independentistas. San Martín renombró a la fortaleza bautizándola como “Castillo de la Independencia”.

La fortaleza volvió a dominio español tras la Sublevación del Callao realizada por el sargento Dámaso Moyano en 1824, tomando el mando el brigadier español José Ramón Rodil, quien, negándose a reconocer la Capitulación de Ayacucho, resistió el asedio de las fuerzas patriotas al mando del general Bartolomé Salom hasta el 22 de enero de 1826, en que entregó la plaza al ver que la ayuda de España no llegaba. Esta acción era el fin del Imperio español en América del Sur, pues el mismo día se juraba la independencia de Chiloé, que fue anexione a Chile con la firma del Tratado de Tantauco una semana antes.   


En la República  

Entre 1826 y 1833, la fortaleza del Real Felipe sirvió como prisión política. 

En 1834 sirvió de refugio al recién elegido presidente Luis José de Orbegoso y Moncada, al sospechar de un golpe de Estado de parte del ex presidente Agustín Gamarra. Al año siguiente, el presidente Orbegoso se dirigió al Cusco en un intento de frenar las acciones del mariscal Gamarra en el sur del país. En su ausencia, el sargento Pedro Becerra se amotinó en el Callao, en la madrugada del 1 de enero de 1835, apoderándose de la fortaleza, pero es sofocada a los pocos días por el general Felipe Santiago Salaverry.  

El 10 de mayo de 1839, la fortaleza fue convertida en aduana, por el decreto del presidente Agustín Gamarra, se desmanteló el Castillo, destinando sus edificios para dicho uso y se vendieron las áreas cercanas de terreno vecinos a privados. En 1866, con el combate del 2 de mayo, el fuerte fue una de las líneas defensivas peruanas contra la flota española al mando del almirante Casto Méndez Núñez. 

El último suceso militar de la fortaleza fue en la Guerra del Pacífico, y la fortaleza impidió el desembarco de la escuadra chilena al mando del almirante Galvarino Riveros Cárdenas en el Callao. El castillo sobrevivió a la guerra, pero no paso lo mismo con los fuertes “San Rafael” y “San Miguel” que fueron destruidos por las tropas chilenas. Después de la guerra la fortaleza cumplió otras funciones durante el siglo XX, pero esa es otra historia que contaremos en la próxima publicación y también la extensión de la fortaleza y otros detalles más.  

                                                                                                      Continuará…

Bibliografía  

Revista “Callao turístico” – Municipalidad del Callao (2011) – págs. 21 – 25.

Tosso Robert Arqueología y Sociedad Tomo I (2006) – “Callao Histórico” págs. 12-16. 

Huertas C. Juan Historia del Callao Viejo (2004) “El Callao milenario” págs. 34-36. 

Ávalos José Augusto (2010) – “Arquitectura de Lima y el Callao” pp.39 – 42.   




                                        

 

 




La Doctora Marilyn Fanny Valdez Ríos abogada de profesión con estudios concluidos en Post – Grado en la UNSAAC. Maestría en Derecho Civil y Procesal y Doctorado en Derecho y Ciencias Políticas (2018). Talleres de Investigación Aplicada (2015) – Facultad de Ciencias Sociales UNMSM (2014). Taller de Quipus y Tocapus UNMSM (2015). Escritora de la Revista Rumbos (2020) y Chasquis (2020). 


No hay comentarios:

TRADUCE APUNTES A CUALQUIER IDIOMA

BUSCA TUS TEMAS FAVORITOS

TE INVITARNOS A SEGUIRNOS