En los últimos años, el deseo de una ciudad verde se ha arraigado en el imaginario urbano de los limeños: lo dicen las encuestas, lo dibujan los niños, lo expresan los vecinos cuando cuidan las huertas en sus casas, los jardines de las escuelas, cuando proponen importantes iniciativas en los arenales o en la cumbre de los cerros.
Se trata de una pequeña paradoja, pues Lima está situada en un contexto árido y lo más racional sería construir una ciudad, bella quizá por su arquitectura y no tanto por los árboles que son muy escasos todavía. Pero no es así: todos deseamos una Lima verde. Todos queremos mirar muchos árboles en nuestras calles, todos queremos tener un parque cerca de la casa y todos queremos admirar la intensidad de las plantas y de las flores.
¿Es el sueño del césped anglosajón –imitación de Londres o Miami– el que ha calado hondo en el inconsciente de los limeños? ¿O son los cartelones publicitarios de condominios verdes con familias felices que hoy se exhiben por toda la ciudad, desde Chacarilla hasta Puente Piedra? ¿Ese deseo por lo verde viene quizá de un recuerdo de los valles andinos?
¿O es simplemente la expresión de esa necesidad humana por entablar un contacto directo con la naturaleza?
En todo caso, la racionalidad no explica completamente a las personas. Somos seres cargados de pasiones y no podemos vivir sin imaginar algo diferente, vale decir, sin apostar por aquello que parece imposible. Por eso aceptamos que una “ciudad verde” es una legítima demanda colectiva y, sin duda, es nuestro desafío contribuir a construirla.
Desde el año 2011, la Municipalidad de Lima y el Servicio de Parques de la ciudad (SERPAR) han puesto en marcha diversas iniciativas para crear un verde para todos. Este libro,
dedicado a los árboles de nuestra ciudad, quiere fortalecer la cultura del verde urbano.
Nos ilusiona pensar que juntos estamos aprendiendo a valorar los árboles de Lima. Y a convertirlos, poco a poco, en un invalorable patrimonio de la ciudad.
ANNA ZUCCHETTI
Presidenta
Servicio de Parques de Lima
Aquí una selección de las paginas del valioso libro con información especifica sobre cada árbol:
Para la ciudad y los urbanistas, el árbol tiene un valor muy especial pues a través de ellos se puede fomentar el desarrollo de múltiples actividades vitales.
Son muchas las relaciones que tienen los árboles con el entorno, tantas como ramas hay en un árbol. Debido al enfoque cultural de esta publicación, estos factores serán: su procedencia, adaptación, influencia y relación con la gente en diversos medios y culturas, ya que Lima es una ciudad multicultural, y nuestra naturaleza y nuestros árboles son un reflejo de ello.
Tenemos árboles de costa, lomas, sierra y selva así como de los cinco continentes, por lo cual el estudio resulta complejo y fascinante. Lima es una ciudad globalizada, con influencias diversas: tenemos barrios chino, puneño, afro descendientes, así como barrios multiculturales.
Las plantas nativas, al igual que algunas especies criollas, se
pueden observar en muchos lugares de la ciudad. Así, tenemos los ceibos, el huaranhuay, el floripondio, el guarango y especies introducidas como las poncianas, tulipanes africanos, ficus, etc.
Pero hay árboles que solo se encuentran en lugares específicos, como el de malambo, presente en el Rímac, que llegó al Perú con las migraciones africanas y centroamericanas. También los árboles japoneses como el Ginkgo biloba y el sakura, que se encuentra en las inmediaciones de la Embajada de Japón, en Jesús María. También tenemos los olivos del Mediterráneo en San Isidro, entre muchos otros ejemplos.
Para la ciudad y los urbanistas, el árbol tiene un valor muy especial pues en torno a ellos se puede fomentar el desarrollo de múltiples actividades vitales, mediante la creación de corredores de biodiversidad, cortinas rompevientos, áreas de recreo y esparcimiento, así como otras funciones con gran impacto positivo en el entorno.
Fuente de información:
https://periferia.pe/assets/uploads/2020/06/Libro-Arboles-de-Lima_compressed.pdf
No hay comentarios:
Publicar un comentario