El barro sin cocer, en forma de adobe o tapial, constituye uno de los principales protagonistas de la edilicia popular en una gran parte de las regiones y comarcas españolas. Por lo que a la Meseta Norte se refiere, esta técnica constructiva alcanza una gran importancia.
El adobe y el tapial son utilizados masivamente en aquellos lugares en que la ausencia o escasez de madera hacen difícil o costosa la cocción del barro para convertirlo en ladrillos, dando lugar a una serie de tipologías en las que se conjuga la solución de problemas constructivos con una apariencia dotada de gran belleza formal.
El uso del barro en muros de adobe y tapial con revoco, en ocasiones, del mismo barro, mezclado con paja fragmentada que aumente su impermeabilidad, encuentra en la Meseta Norte una antigua y amplia difusión, destacando este uso en
una extensa región natural conocida como Tierra de Campos; amplia comarca que se extiende por parte de las provincias de León, Zamora, Valladolid y Palencia.
Seguidamente vamos a delimitar el estudio de estas arquitecturas o construcciones a la “Tierra de Campos”.
Este topónimo “Tierra de Campos” designa una porción de la Meseta Central, individualizada por ciertos rasgos peculiares y, alude a la gran comarca situada en el centro de la Meseta de Castilla y León, que se extiende al Este de la Ribera del Cea, hasta los páramos y Montes de Torozos.
Podemos decir que la Tierra de Campos aparece como una comarca de contornos irregulares, de forma sensiblemente pentagonal y lados desiguales, siendo la comarca de mayor extensión de la península.
La denominación de Tierra de Campos, se trata, de un nombre histórico, popular, es un nombre conservado, desde tiempos muy lejanos por el vulgo, que no consiguieron borrar las divisiones del territorio nacional hechas en diferentes momentos de nuestra historia.
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