La arquitectura es una actividad que semióticamente que se la considera femenina, es algo recurrente. Pero, más allá de lingüístico, la participación de la mujer en la arquitectura ha devenido con la revolución industrial y la incursión de la mujer en todos los ámbitos de desarrollo económico productivo. Día con día se manifiesta en la abundancia de obras realizadas por mujeres arquitectos.
A pesar de lo trillado que podría parecer tocar el tema de inserción de la mujer en el desarrollo de la arquitectura, me parece importante tenerlo presente, no por una posición feminista peligrosa, sino como una forma de evaluar el avance en la igualdad de derechos entre ambos sexos, o un llamado a la reflexión a la luz de la historia
La mujer desde el siglo XX, ha conquistado un espacio creciente en la sociedad, ha elevado la voz y se ha organizado en pos de sus derechos, ha demostrado su capacidad laboral e intelectual, que es tan igual, a la del varón.
Sin embargo, hay aún un vasto campo de desigualdad en los salarios y en la promoción profesional. Coexistiendo con una fuerte carga de violencia ejercida contra ella, que infecta toda la sociedad, y la golpea en forma de agresión sexual.
Ya en la aurora del Renacimiento, la mujer empezó a ser reivindicada. La noble, bella presencia de Beatrice, en la Divina Comedia de Dante Alighieri, y en los versos a Laura de Petrarca, iniciaron la revaloración de la mujer. Goethe escribió en Fausto:
A pesar de lo trillado que podría parecer tocar el tema de inserción de la mujer en el desarrollo de la arquitectura, me parece importante tenerlo presente, no por una posición feminista peligrosa, sino como una forma de evaluar el avance en la igualdad de derechos entre ambos sexos, o un llamado a la reflexión a la luz de la historia
La mujer desde el siglo XX, ha conquistado un espacio creciente en la sociedad, ha elevado la voz y se ha organizado en pos de sus derechos, ha demostrado su capacidad laboral e intelectual, que es tan igual, a la del varón.
Sin embargo, hay aún un vasto campo de desigualdad en los salarios y en la promoción profesional. Coexistiendo con una fuerte carga de violencia ejercida contra ella, que infecta toda la sociedad, y la golpea en forma de agresión sexual.
Ya en la aurora del Renacimiento, la mujer empezó a ser reivindicada. La noble, bella presencia de Beatrice, en la Divina Comedia de Dante Alighieri, y en los versos a Laura de Petrarca, iniciaron la revaloración de la mujer. Goethe escribió en Fausto:
“Lo eterno femenino nos conduce a lo alto”.
La Revolución Francesa proclamó los Derechos del Hombre y el Ciudadano, pero no de la Ciudadana, porque para ellos, ella no existía.
En el siglo XIX, las sufragistas inglesas, que reclamaban el derecho de voto para la mujer, demostraron capacidad organizativa, voluntad de lucha y coraje abrieron el camino para los derechos electorales de la mujer en todo el mundo, derechos aun hoy escamoteados.
En el largo proceso reivindicativo, no se puede omitir a Flora Tristán, la franco-peruana que fue pionera en reclamar la explotación de la mujer obrera en las fábricas, y en el hogar.
La mujer peruana, desde siempre ha estado, representada por dos arquetipos femeninos: por un lado, la mujer hogareña, ocupada en las tareas de la casa, la crianza de los hijos, el cumplimiento de las faenas agrícolas y textiles: y por otro lado la tradición de la mujer guerrera, libre, osada, capaz de guiar ejércitos, seguir sus convicciones y de enfrentar todo tipo de situaciones difíciles.
Así, encontramos a Maria Parado de Bellido, que expresa la fuerza de sus convicciones y la entereza para cumplir sus compromisos. También fue madre, esposa, siendo fusilada en la defensa de la causa libertaria.
Durante la guerra con Chile, este arquetipo sigue presente, en la “Rabona”, porque cumplió una función logística, porque preparaban la comida y atendían a sus maridos o parejas, reparaban los uniformes y realizan toda clase de tareas domésticas y de atención primaria de heridos. Y es a la que menos la nación le ha agradecido.
Se marca un hito, en la historia universal, un 8 de marzo de 1917, en que las mujeres textiles de varias fábricas de Petrogrado, se empoderan para declarase en huelga contra el hambre y por la paz.
Como podemos ver en esta síntesis, estos movimientos sociales, y reivindicatorios, fueron el origen del desarrollo intelectual y profesional de la mujer. De su inserción en todos los ámbitos profesionales.
Gracias, a grandes personalidades como la de Florence Nightingale, que hoy es considerada la madre de la enfermería moderna y creadora del primer modelo conceptual de enfermería.
A la inglesa Dra. Elizabeth Blackwell (1821-1910), quien fue la primera mujer que estudió y ejerció la medicina. Ellas, abren los diferentes campos de la ciencia, la ingeniería y a arquitectura a otras mujeres:
En España, Pilar Careaga es la primera mujer en recibirse de Ingeniero Industrial. En química y física la polaca Madame curie: Maria Sklodowska-Curie) (1867 - 1934) posteriormente nacionalizada francesa, descubridora de la radioactividad, fue la primera persona en recibir dos premios Nobel y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.
La arquitectura, tampoco ha sido, ajena a la discriminación profesional sexista, es por lo que, encontramos un dominio masculino de la actividad, son los arquitectos varones, los que han realizado la gran mayoría de grandes megaproyectos (rascacielos altísimos y otros edificios prominentes). A pesar, de ello, muchas mujeres arquitectas han vencido estos obstáculos, diseñando edificios que cambiaron el modo, en que las personas vemos el mundo. A estas arquitectas, les dedico este reconocimiento.
Arquitecta Doris Clarck, es la primera mujer peruana en estudiar, egresar y recibirse en la Escuela de Ingenieros del Perú.
Arq. Clotilde Mendiola La única mujer en la fundación de la Sociedad de Arquitectos del Perú en 1937. 67 años después, las arquitectas constituyen el 35% de todos los registrados en el colegio.
Arq. Hilde Scheush de Zamora, la primera decana del colegio del Perú, (1968 - 1969), (colegio de arquitectos de Perú).
Arq. Matilde Ucelay Maórtua, la primera mujer titulada en arquitectura en España, en 1936, ejerció una carrera profesional plena con más de 120 proyectos realizados y algunos en el extranjero. Tuvo una carrera de más de 40 años de ejercicio profesional.
Arq. Julia Morgan. Diseñó cientos de casas, iglesias, edificios de oficinas, hospitales, tiendas y edificios educativos en California, incluyendo el famoso Castillo Hearst.
Arq. Marion Mahony Griffin, la primera mujer oficialmente licenciada como un arquitecto en el mundo.
Arq. Denise Scott Brown de Venturi. Durante el siglo pasado, hubo muchos equipos de esposa - marido. Donde se dio la típica figura machista, los maridos a la fama y las mujeres al tablero del fondo. Este es el caso con Denise Scott Brown, cuyo marido, Robert Venturi, se hizo famoso por sus contribuciones a la arquitectura postmoderna.
Arq. Susana Torre. Arquitecta argentina, conocida por sus espectaculares remodelaciones en los Estados Unidos.
Arq. Anna Keichline, fue una arquitecta e inventora estadounidense, es la primera mujer arquitecto registrado en Pennsylvania, pero ella es mejor conocida para inventar el Ladrillo de K , hueco, e incombustible que era el precursor al bloque moderno de concreto.
Arq. María Luisa Dehesa Gómez Farías, es la primera mujer mexicana titulada como arquitecto y que se recibiera en 1939 en la Academia de San Marcos de la Universidad Autónoma de México.
Arq. Ruth Rivera Marín, hija del pintor Diego Rivera, quien se titulara en dos carreras, como ingeniero y luego como arquitecto en el instituto politécnico nacional.
La arquitecta María Eugenia Hurtado Azpeitia, quien se han dedicado a investigar la participación de la mujer en el ámbito arquitectónico mexicano, materializándola en un libro titulado:”La Trayectoria de las Mujeres en la Arquitectura Contemporánea en México”, (1998).
Arq. Zaha Hadid es la única arquitecta, mujer ganadora del premio Pritzker 2004, (el “nobel” de la Arquitectura). Por su proyecto arquitectónico para el centro de tratamiento contra el Cáncer, “El Maggie Center”. Es la única mujer arquitecta que es mencionada entre los 10 mejores arquitectos del mundo en el 2010.
Hoy la arquitecta es una mujer moderna, con vida propia, con una carrera creativa, madre de familia, trabajadora y participante activa de una constante interacción con otros. Los tiempos han cambiado, la mujer también; pero el amor por la justicia sigue siendo la forma más alta del amor.
Arquitecta Anita del Cisne Delgado
Docente Universidad Ricardo Palma
y Universidad Alas Peruanas,
Maestria en Docencia Superior UAP
1 comentario:
excelente discurso colega, lo publicare en nuestra pagina https://www.facebook.com/pages/Bioarke/184584078286854
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