Los cercos residenciales son componentes constructivos destinados a delimitar las propiedades de casas en urbanizaciones o en áreas periféricas de las ciudades, y de manera específica a proteger las viviendas.
Cuando se diseñan viviendas unifamiliares en un lote de terreno, es preciso diseñar también la forma de delimitar y proteger el terreno con un cerco perimétrico, para lo cual se deben tomar algunas decisiones y optar por la mejor alternativa.
Una de las primeras opciones a elegir es el material a emplear, siempre es mejor utilizar los que nos provee el entorno natural o los que podemos adquirir cerca, toando en cuenta que si elegimos un material que se encuentra a considerable distancia, el costo se incrementará por el transporte.
Los ejemplos mostrados son en su gran mayoría en base a madera, pero también hay cercos vivos ( con vegetación), cercos de piedra, bloquetas de concreto, enchapados con planchas cerámicas o de piedra,etc.
Otra decisión a tomar es la forma del diseño, y su relación con el diseño de la edificación residencial a la que se va a proteger, muchas veces también se opta por un determinado patrón estilísitico, cuyas reglas se deben seguir en todo lo construido.
También es pertinente decidir sobre las dimensiones del cerco, sobre todo la altura del mismo, de acuerdo a consideraciones de seguridad, visión de las construcciones interiores o aprovechamiento de las visuales panorámicas hacia el paisaje.
Finalmente también debemos decidir sobre los accesos o puertas que deberá tener, si solo una puerta peatonal, o una puerta vehicular, o también dos puertas una peatonal y la otra vehicular,etc. En detalle también hay que pensar si junto al acceso se debe considerar un área techada para proteger a la persona que espera ser abierta.
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