Hemos tomado este concurso, en sus propios términos, como una oportunidad para reflexionar en la escala diversa de los problemas planteados en las bases, porque entendemos que cualquier operación puntual en el Sur de la ciudad está vinculada a estrategias mayores, que son indispensables poner de manifiesto.
Por eso, para pensar cualquier escala de intervención en ese Sur, hemos intentado no perder de vista la lógica histórica de este territorio y la manera en que la ciudad siempre lo ha entendido, usando esa condición como una posibilidad.
Soportar el proyecto a partir de la lógica histórica del área con relación a la ciudad:
El lugar de los grandes experimentos urbanos, de los programas experimentales o desechables, el lugar que aun registra la lógica territorial original. Y valerse de ese carácter para pensar el nuevo destino.
Desalentar el cambio de carácter en la renovación del área y potenciar una matriz histórica, de recursos y territorio, a favor de una nueva lógica de apropiación y uso del territorio.
Dimensión metropolitana - el eje ausente
No es posible pensar el sur de la ciudad de Buenos Aires sin empezar por Riachuelo. Suena redundante, pero se vuelve necesario repetirlo.
El confín sur de la población asentada allí desde 1536 deberá dejar de entenderse como él limite que separa la razón de la barbarie, o como el bajo inundado donde la ciudad arroja sus desechos.
Muchos años después de su fundación, y de cara al Bicentenario, la ciudad deberá asumir su condición de metrópolis, y en ese marco, entender al Riachuelo, el antiguo limite sur de la vieja ciudad, como el nuevo ámbito central de la metrópolis, el área de oportunidad más grande de Buenos Aires, y repensar, con mirada de re-fundación bicentenaria, como la operación sobre la cuenca riachuelo puede recentrar el área metropolitana, y de esa manera, resignificar la noción del sur.
Si en los 90 la operación sobre puerto madero permitió re-centrar la ciudad que fugaba al norte, y puso en evidencia la necesidad de re-definir el sur, en el bicentenario la reflexión sobre la cuenca del riachuelo permita entenderla como la pieza central al área metropolitana.
El Parque Central Metropolitano
Proponemos un marco al cual referir las distintas reflexiones, estructurado a partir de la idea del Riachuelo como nuevo Parque Central de la Metrópolis de Buenos Aires, en su condición de lugar fundante, de área de máximas oportunidades en términos de vacancia, y en el desafío colectivo de impulsar una nueva manera de construir la ciudad, asumiendo las cuestiones, territoriales, patrimoniales, programáticas y ambientales como ejes de la formulación de acciones y proyectos que redefinan políticas para la ciudad del nuevo bicentenario.
Entendida esta nueva pieza de escala, conectividad y programas metropolitanos, las reflexiones de los distintos fragmentos vinculados se articulan desde esa lógica, y re-definen sus alcances específicos hasta vincularse a las lógicas locales de cada enclave.
Tramo 1: 6 km. - Cabecera centro nueva puerta.
Transferencia la Noria: Cauce rectificado, bordes de grandes áreas vacantes, programas a escala metropolitana, tejido de macro lote. Vialidad de borde del río.
Tramo 2: 6 km:
Tramo 2.1: 3 km. - Tramo centro: Cauce con meandros, tejido medio, programas industriales, borde indefinido, vivienda informal. Escasa conectividad.
Tramo 2.2: 3 km. - Desembocadura: cauce con meandros,
tejido de grano fino, borde consolidado, programas productivos, vivienda, turismo.
Dimensión Bicentenario: un nuevo distrito metropolitano
Mas allá de su real posibilidad de concretarse en gestión real, nos gusta pensar la posibilidad de un ámbito que con el riachuelo como eje, contemple situaciones equivalentes a ambas márgenes, como parte de una misma reflexión, hoy pensadas desde gestiones distintas con acciones diferentes para los mismas temas.
Un ámbito que desde el eje del agua piensa sus bordes y áreas de influencia, un eje desde donde se circula en la lógica del territorio y los recursos y desde donde se penetra al territorio, conceptual y prácticamente.
En esa idea, delimitamos una pieza de condición casi simétrica en términos de dimensión y de vacíos de oportunidad a ambos lados (Sáenz, Playas Avellaneda, Borda + Moyano), en donde su lógica se alimenta de los datos reales del sitio (un curso de agua, un tejido industrial vinculado a un puerto cercano, sus redes de conectividad, viviendas) y trata de imaginar una nueva etapa donde eso se re-significa y se potencia, sobre todo a partir de las nuevas cargas simbólicas que el área se plantea:
El hipotético distrito central, como experiencia piloto, como modelo urbano que implementa políticas de gestión compartida, y estrategias de recuperación urbana a partir del saneamiento del riachuelo como principal bandera y motor económico de la operación.
Dimensión urbana: vivero metropolitano
El área vacante del sistema de parrillas ferroviarias de las estaciones Buenos Aires y Sola, en su condición de reserva de suelo urbano de alto valor estratégico, es, del lado de la ciudad, la operación que soporta las grandes transformaciones, y permite la conexión del área a la reflexión de escala metropolitana, resolviendo cuestiones de conectividad, integración y nuevas dinámicas.
Proponemos proyectar allí una pieza (Parque de los Recursos) que resuma las siguientes cuestiones:
1-Sistema de cruces / conexiones con Parque Central Riachuelo (nuevo puente Meandro de Brian).
2- Sistema de penetraciones en el tejido desde el agua (parque lineal sur).
3- Sistema de parques públicos infraestructurales.
4- Sistema de plazas de sector.
5- Sistema de densificaciones.
6- Sistema de equipamientos educativos institucionales de la
investigación, producción, y exposición.
7- Relocalizaciones, programas de vivienda
El Parque de los Recursos es entonces el programa que desde las infraestructuras y equipamientos como nuevo paisaje vincula al tejido con la lógica del río, asumiendo las particularidades de cada uno de los sectores que atraviesa, rematando en la nueva pieza de conexión sobre el río, el nuevo Vivero Metropolitano.
Para nosotros, este nuevo equipamiento simbólico, emplazado en la traza misma del agua, desafiando años de frustración con el riachuelo como símbolo de nuestra incapacidad colectiva, expresa una de las acciones bicentenarias, simbólicas, fundacionales del resto de las operaciones urbanas.
El complejo del Vivero estructura un nuevo cruce como puente sobre el Meandro de Brian, y contempla programas afines a las plantaciones, el Acuario Metropolitano, y diversos programas de investigación y difusión ligados a los recursos y el medio ambiente.
Dimensión enclave: los corredores locales
Finalmente, el Parque Lineal, como enclave que asume las lógicas locales especificas, cobra sentido dentro de la reflexión general, a modo de corredor interno que conecta la pieza local con el resto de la ciudad a partir de su vinculo con el parque central, en su clip en la llegada al agua central del riachuelo, el nuevo corredor al resto de la ciudad.
Y de alguna manera esta linealidad ya esta dada, en el rosario de posibles vacíos que atraviesa el área; el proyecto solo busca darle sentido a esta condición, estableciendo posibles etapas de gestión ante las diferentes posibilidades en el futuro de los predios involucrados.
Lo estructuramos entonces en cuatro etapas de posibles gestiones independientes, que enhebran seis programas que definen los tramos:
A- Programas de conectividad: vinculan el parque en piezas de transferencia en sus extremos con sistemas de flujos: Estación Fluvial, de un sistema de transporte público por el agua del Riachuelo, sobre le Puente Uriburu, como propuesta de reutilización del predio de la Policía Federal. Un sector Infobox con parada de colectivo sobre Garay + Cabecera Biking, sistema de renta de bicicleta a instalar, con la otra cabecera en Puerto Madero.
B- Programas infraestructurales de ingreso al parque de los recursos: programas educativos e investigación, a escala de la pieza del parque.
C- Programas Locales tradicionales: vinculados a las lógicas especificas de las plazas barriales:
La velocidad como recurso
Dentro del sistema de cruces/flujos de sentido norte sur, el parque lineal a diferencia de los otros dos cruces/clips al río, asume la dinámica y la lógica barrial, tomando la velocidad de la peatonalidad y la bicicleta como característica del enclave.
Esa velocidad es la particularidad de la pieza.
Por eso proponemos que sea el parque lineal la cabecera de
instalación del sistema de biking como alternativa a la vehicularidad, dando respuesta al espíritu de la intervención, que vuelve mas equilibrado y sostenible el crecimiento y densificación de nuestras ciudades.
Imaginamos tomar la bicicleta en la cabecera Garay, atravesar los 3,64 km. del parque bajando hacia el río, hacia la otra cabecera que proponemos en el edifico que la policía utiliza precariamente en el borde del Puente Uriburu; llegar luego al Río de la Plata, 4,25 km., Riachuelo abajo, o a la Casa Rosada, por la banquina de Puerto Madero, 2,8 km. al norte. Tracción a sangre, tecnología de punta para la ciudad.
Parque Lineal - Tramo Uno
La operación puntual sobre el sector Caseros, no podemos
pensarla independientemente de la reflexión de otra escala a la que lleva este concurso.
Cualquier decisión sobre el sitio, indudablemente vendrá dada por decisiones macro que condicionan el sitio, por lo que hemos entendido más valioso pensar un marco general por sobre definiciones particulares que puedan no estar realmente fundadas.
Cualquier decisión sobre el patrimonio publico del área de los hospitales, genera una oferta de stock de suelo y equipamiento urbano que bien podría quitarle sentido a una operación previa aquí.
En ese sentido establecimos un criterio de volumetrías y disposiciones generales en función a un recorrido con programas concretos y sus respectivas arquitecturas.
Creemos que el predio en cuestión pertenece a un sistema mayor, con amplia oferta de equipamiento que podría integrarse al sistema de la oferta publica, y por eso no nos parece mal que en este caso, una operación mixta de capitales privados pueda integrar equipamiento de esparcimiento, y oferta cultural, comercial y gastronómica como edificio nuevo, y que la operación pague el reciclaje del edifico patrimonial inyectando programas de esparcimiento que el área adolece.
El recorrido
La pieza en cuestión, como primera acción del Parque Lineal, empieza con un programa de transferencia sobre Garay, que incorpora la cabecera del sistema de renta de bicicletas.
Proponemos un piso de hormigón peinado en la lógica actual de las veredas de la ciudad, de ancho variable, que toma la línea municipal sobre Pichincha, tomando bajo un mismo material ambas veredas calando el adoquinado vehicular, mas una explanada de 10 metros de ancho a escala de los equipamientos que el corredor va asumiendo al oeste: el programa judicial, el hospitalario, y el nuevo conjunto edilicio que remata la pieza, cruzando el solado a modo de pequeña alfombra sobre la lógica tradicional de la Plaza Ameghino.
Esta nueva pieza esta pensada a la escala de los 3,6 km. que asume el parque, y cumple el objetivo de llevarnos desde Garay al interior de la Plaza Ameghino, a la que llega cruzando en túnel por debajo de la avenida Caseros, en lo que asumimos será parte de la construcción de cocheras bajo nivel que implica el nuevo programa, y que aprovechando la geografía que baja hacia el riachuelo, nos permite naturalmente cruzar siguiendo cierta lógica geográfica ya existente en el recorrido, y que alienta la noción de recorrido ciclístico.
Cuando el piso atraviesa el frente del Hospital Garrahan toma los programas informales comerciales existentes como propios, para lo que proponemos desplazar la reja, asumiendo que no puede ser retirada, hasta el limite del vacío de las cocheras del hospital, dejando el ancho del veredón publico, y el anfiteatro existente, como parte del piso del corredor del PLS.
Rescatamos el techo natural que las tipas conforman sobre
Pichincha, y dentro del ámbito de la Plaza Ameghino y lo tomamos como parte del carácter de este tramo del recorrido; por eso imaginamos el programa nuevo en el predio Caseros como un edificio que propone una plaza pública cubierta, como parte del sistema de sombras y techos públicos del parque a lo largo de todo su recorrido.
Y en esa noción de techos y copas de árboles, proponemos un crecimiento sobre el edificio patrimonial, con una arquitectura contemporánea y neutra que se diferencie del estilo original del edificio, y permita perspectivas largas sobre la plaza, adema de sumar metros nuevos a la operación.
IMÁGENES
Ficha técnica
Ubicación:
Sectores significativos de los barrios de Parque Patricios y Barracas. Área Sur, considerada ésta como la franja de territorio de la ciudad, de ancho variable, que se apoya sobre la margen izquierda del Riachuelo. Dicha franja llega hasta el borde del Área Central, al este; alcanza la barranca que bordea al Cementerio de Flores en el centro e incluye a los barrios de Mataderos y Parque Avellaneda, al oeste.
Promotor:
Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Organizador:
Sociedad Central de Arquitectos.
Auspiciante:
Federación Argentina de Entidades de Arquitectos
Asesores:
Arq. Cora Burgin (por Ciudad de Buenos Aires),
Arq. Carlos Lebrero (por la SCA).
Jurados:
Arquitectos Heriberto Allende (por FADEA),
Miguel Baudizzone (por la SCA),
Alvaro Daniel Arrese (por los participantes),
Estela Iglesias Viarenghi y Pablo Suárez
(por Ciudad de Buenos Aires).
Ganadores:
Estudio AFRa / Saturnino Armendares, Pablo
Ferreiro, Joaquín Leunda + Andrés Gómez, Valeria Trotelli y
Estudio ONAS: Guillermo Martínez Bo, Joaquín Trillo, Miguel
Minond, Martín Rodríguez.
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