01 septiembre 2022

SUPERFICIES ORGANICAS EN LA CONSTRUCCION NATURAL - MARCO ARESTA, ECOHACER

 



Resumen

Partiendo de la pregunta: “¿Cuáles son las tecnologías y las formas pertinentes para el territorio?”, inscribimos esta ponencia en el marco de nuestra investigación académica y profesional.

Somos seres vivos que habitamos y conformamos espacialidades tridimensionales. La morfología de estos espacios que habitamos viene dada por la adecuación a nuestros movimientos y conductas orgánicas, como entes biologicos que somos. Así pues, entendemos la forma como el conjunto de morfologías que conforman el espacio tridimensional de la vivienda, siendo las tecnologías las que permiten la ejecución de dicha espacialidad.

Estos espacios están ensamblados por superficies que definen volúmenes, superficies que a nivel arquitectura conforme a los pisos, paredes y techos. Nuestra inquietud pasa por pensar el espacio en su totalidad como una espacialidad destinada a un ser vivo, el ser humano. 

Partimos de la hipótesis de que tanto los techos como las paredes deben definir espacios orgánicos constituidos por superficies cuya morfología se apoyará en los principios de la Naturaleza biológica, proponiendo una adaptación al entorno y abrazando las necesidades espacios de un determinado ser vivo.

Nuestra investigación se basa en el estudio de los comportamientos estructurales de formas de la Naturaleza biológica y su aplicación a la escala del edificio, resolviendo los problemas constructivos derivados con el menor impacto posible a nivel de recursos económicos, humanos y energéticos. Por tanto, la utilización de tecnologías apropiadas al lugar y de materiales naturales y sanos es premisa fundamental de nuestra investigación, en la cual pondremos el foco de estudio en los techos.

Así pues, la importancia del estudio de las superficies curvas y también de las superficies alabeadas consiste en la posibilidad de construir techos organicos proponiendo una espacialidad estudiada tridimensionalmente a nivel de proyecto. Por un lado se investigan las superficies curvas con generatriz curva y/o directriz curva, y por otro las superficies curvas posibles de sers por rectas (alabeadas). 

La caracteristica de las superficies alabeadas es que al ser regladas, es decir, a partir de rectas, posibilitan un dominio sobre la construcción del techo, puesto que cada viga del techo puede ser una generatriz de dicha superficie.

Por tanto, con el objetivo de generar techos orgánicos, la investigación se centra en el entendimiento de los procesos de generacion geometrica y su aplicacion como herramienta para proyectar, y en las tecnicas de construcción natural para llevar a cabo tanto las superficies curvas (revolución y traslación) como las superficies regladas alabeadas.






Contexto y Concepto

Las superficies alabeadas y las superficies curvas han sido extremadamente aplicadas en la Arquitectura. Desde mi modesta opinión, esto se debe al hecho de poder “calcularlas” a partir de la forma y también por su estética. En el siglo XX con Antoni Gaudí y luego con Félix Candela o Frei Otto, entre otros muchos, encontramos ejemplos de bóvedas de catenaria o de paraboloides hiperbólicas materializadas en esbeltas estructuras.
 
Pero si ya desde la antigüedad estas estructuras existían y además sin el cálculo aritmético ¿Qué pasó para que las correspondientes obviásemos o se nos hicieran distantes a nivel conceptual?. 

Es un hecho que con la aportación de Galileo Galilei el paradigma del equilibrio en las estructuras sufre un giro abrupto, imponiéndose la noción de resistencia hasta el siglo pasado. Pero hoy en día hemos vuelto a la noción de equilibrio, el cual permite una aproximación más amplia para entender la generación de las superficies alabeadas y de las superficies curvas.

Esta visión, más cercana a la experimentación empírica, nos sirve a constructores y arquitectos para Estudiar y proponer diseños que comiencen con el entendimiento estructural del objeto. 

Se trata simplemente de diseñar el esqueleto para luego conquistar la superficie de la forma y de ahí obtener el espacio. El esqueleto es lo que le da vida, constituye la forma ya la vez la espacialidad subyacente. Su diseño a nivel de proyecto tiene su punto de partida en la geometría, indispensable a la hora de definir la forma de una estructura como autoportante.

Por tanto, una noción a nivel de diseño se manifiesta a la hora de proyectar, a cual llamaremos estructura/esqueleto (imagen 1). No en vano, los arquitectos llegaron del oficio de los carpinteros y albañiles (archi-tekne) que ayudaron en las espectaculares construcciones desde la antigüedad hasta el medievo. 






Estos profundos maestros del conjunto, del canteado, de la maqueta, de la cimbra y de la experimentación formal concluyen en la construcción de espacios esbeltos. Hoy en día en distintos lugares del mundo son los maestros albañiles los principales artistas de la forma y del espacio mediante las cúpulas y bóvedas que construyen. Volver a involucrar al arquitecto profesional en el conocimiento de la tekne lleva a la ampliación del diálogo en el oficio del hacer. 

Es menester que los artesanos de la forma sean los mismos profesionales que piensan el espacio: arquitectos, albañiles, etc. Sin embargo, sabemos que la era de la máquina y la industrialización se desplazó al ser humano como artesano y maestro de oficios, deshumanizando su saber hacer. 

Los arquitectos también han sufrido este mismo proceso, dado que han quedado relegados al conocimiento de postulados estéticos y filosóficos derivados de códigos visuales sin sustento en un oficio o conocimiento aplicado, tal como puede ser la física estructural o la física ambiental.

A nivel conceptual, intentamos entonces rescatar un camino empírico para el diseño de estructuras sostenibles donde podemos ofrecer respuestas a los requisitos estéticos en base a un oficio, vinculando directamente el conocimiento científico con el conocimiento popular, sin depender totalmente de las tecnologías informatica y de sistemas industrializados.

Para ello, disponemos de ciencias que en los últimos años nos han dotado de herramientas de conocimiento en relación a formas estructurales de los elementos de la Naturaleza, como es el caso de la Biónica.

Esta ciencia es biológicamente útil a la hora de reproducir diseñoss fundamentales en una sostenibilidad estructural, puesto que permite analizar las estructuras de la Naturaleza para luego, utilizando el diseño como herramienta
traductora, poder incorporarlas en el proyecto arquitectónico.

Este proceso se puede dar por mímesis o por analogías puntuales, aunque, desde mi punto de vista, es importante el máximo criterio a la hora de transferir el Análisis del mundo natural a la producción morfológica arquitectónica.

Pero, ¿por qué hacer estas estructuras?, ¿para qué aplicarlas en el ámbito de la morfología ¿arquitectónico? Exactamente por su elevada eficiencia estructural, como es el caso de la doble curvatura, a menudo inversa (paraboloide hiperbólico), o del arco funicular inscrito en el natural surgir de la catenaria; estas estructuras sólidas una gran rigidez por su gran capacidad de transmisión de las acciones mecánicas hacia los bordes y puntos de apoyo. No hay que olvidar el hecho de que estas estructuras están presentes de manera
aproximado en la naturaleza biologica.

Laboratorio de Matemática y Diseño (LMyD), Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo
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