El año pasado, alrededor de 200 líderes mundiales acordaron trabajar por un planeta más justo, más inclusivo y más seguro, acabando con la pobreza y protegiendo nuestros recursos naturales. Estas naciones estuvieron de acuerdo en que el desarrollo social, económico y ambiental han de tratarse en igualdad de condiciones.
También acordaron que todos los actores públicos y privados deben unir fuerzas. Este informe compila una colección diversa de historias reales e inspiradoras que reflejan esfuerzos integrados que están ya beneficiando a las personas de América Latina y el Caribe, y que podrían hacer lo mismo en otros lugares.
Los tomadores de decisiones de todos los sectores se enfrentan a disyuntivas cada vez más difíciles, en relación a balancear diferentes objetivos y presupuestos. La buena noticia es que no tenemos que escoger entre el ambiente, la economía y el bienestar social. Como demuestran estas historias, con un poco de ingenio, mucha determinación y una priorización cuidadosa podemos lograr avances en los tres.
Por ejemplo, es fácil simplificar el impacto que tiene la ganadería en el ambiente. Sin embargo, nuevas técnicas están emergiendo en diferentes países de América Latina y el Caribe. Éstas demuestran el gran potencial para reducir la pobreza, la inseguridad alimentaria y la pérdida de biodiversidad, a la par que abordar el cambio climático y lograr un mayor crecimiento económico.
Un ejemplo de ello es el proyecto Ganadería Sostenible de Colombia, en el cual participa la líder comunitaria Alba Tamayo. Gran parte del éxito de esta iniciativa se debe a la amplia cooperación que ha logrado entre diversos actores, incluyendo gobierno, organizaciones científicas y de la sociedad civil, así como miles de ganaderos.
Varias de las experiencias presentadas aquí muestran los beneficios del uso de nuevas tecnologías, mientras otras resaltan el potencial para adaptar ideas novedosas en contextos diferentes. Sin embargo, todas tienen una cosa en común: corroboran la importancia de involucrar activamente a cada nivel de la sociedad civil y del gobierno. Esto está particularmente claro en una iniciativa desarrollada en Honduras, que muestra cómo el conocimiento tradicional se ha revitalizado no solo para revertir la degradación de los suelos sino también incrementar su valor y demostrar a las nuevas generaciones que las actividades de tala y quema no son la mejor opción.
Estos ejemplos reflejan la determinación de América Latina y el Caribe para integrar el progreso social, económico y ambiental, poniendo a las personas en el centro de las prioridades de desarrollo. Lograr esto de manera contundente, en nuestro frágil planeta de recursos limitados, va a requerir todavía más cooperación internacional y una asignación más estratégica de las inversiones. Es por ello que esperamos que todos aquellos que busquen avanzar a nivel local, regional o global en el desarrollo sostenible usen este informe como una fuente de inspiración práctica para resolver sus propios desafíos.
Sarney Filho
Ministro de Medio Ambiente de Brasil
Erik Solheim
Director Ejecutivo de ONU Ambiente
No hay comentarios:
Publicar un comentario