14 mayo 2019

“EL PROBLEMA HABITACIONAL DEL CASCO COLONIAL” 3° PARTE - ARQ. IVAN PATRICIO CORTES GALVEZ (QUITO)




CAPÍTULO CUARTO

CRECIMIENTO URBANO Y 
EL PROBLEMA DE LA VIVIENDA


LOS GRUPOS SOCIALES EN LA EVOLUCIÓN DE LA CIUDAD

Aproximadamente hasta los años cincuenta el centro histórico de Quito se encontraba habitado por los propietarios tradicionales, es decir por las familias herederas de aquellas que habían construido sus casas, desde períodos antiguos de la colonia o en muchos casos por arrendatarios.

Estas casas estaban habitadas por una clase económica alta que en cierto modo gozaba de un desarrollo comercial y administrativo, pues el área central de Quito fue la primera que recibió la implementación de servicios públicos y de infraestructura sanitaria, construyéndose allí los edificios mas sobresalientes y tradicionales del centro histórico de Quito.

Es a partir de los años cincuenta, donde hay unas innovaciones de la arquitectura desde el punto de vista del confort donde hay ideas de lo que tiene que ser una casa, de donde tiene que estar ubicada, produciéndose una emigración de la clase pudiente hacia el norte de la ciudad, que poco a poco se fue transformándose en un área residencial, entonces el casco histórico de Quito se va vaciando de sus propietarios los que venden la propiedad o la arriendan para la gente que posteriormente va a habitar las viviendas del casco colonial.

Las áreas centrales de la ciudad fueron las primeras en recibir el impacto de las migraciones del campo como demuestran las investigaciones hechas a base de encuestas a los habitantes de los barrios suburbanos. Es así mismo como se produce la tugurización y el hacimiento en las viviendas del centro histórico, por la gran cantidad de gente que viene del campo en busca de mejores condiciones de vida, puesto que se sienten atraídos por los servicios existentes en una ciudad en desarrollo. 

Al salir las familias de nivel económico alto y medio hacia las nuevas áreas de desarrollo urbano, las familias de escasos recursos tienden entonces a llenar estos espacios deshabitados por los anteriores dándose entonces un cambio notorio en el uso de los edificios de carácter residencial en el centro, puesto que existe predominio de arrendatarios y familias que ocupan 1 o 2 cuartos sin los servicios indispensables, es decir sin equipamiento adecuado, por la misma falta de recursos se ven obligados a vivir en casas estrechas, inseguras, húmedas, sin equipo sanitario, produciéndose así el hacimiento y la promiscuidad.

Con los salarios bajos no pueden pagar rentas altas de esos locales tendiéndose así a la sobreocupación ya que en muchos de las casos en una sola casa viven más de cinco familias, en general los edificios no fueron construidos para ocupar un número tan alto de personas, puesto que no cuentan si quiera con los servicios necesarios. Aún más, la renta que el usuario paga sobre el 60% de su ingreso, es decir, la mayoría de familias pagan sobre los $ 100.000,00 al mes por consumo habitacional, por otro lado el propietario del inmueble sin invertir en mantenimiento tiene una renta libre de gastos. Como consecuencia de este fenómeno los edificios se deterioran alcanzando diferentes grados de decaimiento (tugurización).

Al mismo tiempo que esto sucede en el sector de la vivienda colonial, la presión del desarrollo comercial y administrativo es muy fuerte. Muchas actividades que prestan cierto tipo de servicio a la población empieza a desaparecer y a dar paso al establecimiento de almacenes y oficinas. 

Atraídos y coadyuvados por este proceso de industrialización y de desarrollo aparecen los grandes flujos migratorios del campo a la ciudad en busca de mejores condiciones de vida y mayores fuentes de trabajo, ante el constante deterioro del agro, pero desgraciadamente esta migración no fue absorbida por la producción de los centros urbanos dando lugar a la formación de grandes masas de desempleo y subempleo, los primeros inmigrantes al no encontrar pronto un trabajo con el que puedan en cierto modo mantener un estándar de vida moderado, la única solución es vivir en los tugurios dentro del área central en donde ademas encuentran pocos recursos o fuentes de trabajo.

Nuestra sociedad se encuentra dividida en clases antagónicas que tienen intereses contrapuestos y en lucha permanente determinando el funcionamiento del conjunto social, el nivel económico y la inserción de los hombres en  el proceso de producción conforman las clases sociales antagónicas. No se trata de diferencias y desigualdades entre espacios geográficos, entre ingresos medios ni producciones medias; se trata de de desigualdades entre clases sociales puesto que el problema de desigualdad en todos los niveles de vida urbana y rural no solo se tornan agudos sino en muchos casos ya crónicos, debido a que los grupos dominantes tratan de relegar a las clases marginadas. 

No se puede por lo tanto por este camino llegar a la solución de desigualdades sin llegar a su verdadero origen. El deterioro del agro es causa importante de las constantes migraciones que se dan del campo a la ciudad motivando como es lógico la especulación de la tierra, es decir del espacio urbano, por parte de la empresa privada.

El mismo crecimiento poblacional existente y la falta de empleo determinan en cierto modo el nacimiento del centro histórico. La gente necesariamente al buscar mejores condiciones de vida trata de emigrar a las grandes urbes con miras a soluciones mas que nada el problema económico.

La sobreocupación del espacio y la tugurización esta determinado por el subempleo de los niveles más bajos. El anillo periférico inicialmente habitado por la clase media constituye también parte importante en el desarrollo comercial llegando a su vez a las áreas residenciales más pobres. Es de suponer que en estos sectores viven personas con bajos niveles de escolaridad, sin afiliación al seguro y con estándares de vida muy bajos, creando así el subdesarrollo cultural, socio – económico y por ende el urbano de la ciudad, en donde se encuentran dos grupos de habitantes y de hacinamiento. 

Siendo así el primero el grupo tradicional de nativos de la ciudad que son en general artesanos que prestan servicios a través de pequeños talleres integrados a su vivienda. Estos cuentan con un ingreso permanente del cual invierten gran parte para pagar la renta del local. El otro grupo consiste en los inmigrantes con ingresos económicos ocasionales y viven cerca del centro donde encuentran oportunidades de trabajo. El contraste entre sus ingresos y la renta que pagan es aún mayor que la anterior y las condiciones habitacionales son marcadamente inferiores por la sobreocupación y ausencia de elementales servicios.

En el caso de Quito es necesario conservar y defender su centro histórico como un patrimonio físico y humano. Una sucesión de manzanas que vienen a ser el núcleo central en el cual se encuentran ubicados los monumentos de arquitectura civil y religiosa más importantes y tradicionales del casco colonial de la ciudad, con densidades de vivienda muy bajas constituyendo una cadena de residencias de alta densidad que rodea a la zona monumental en la que se han asentado sectores sociales de bajos ingresos económicos y por ende en su mayoría de bajo nivel cultural. 

La población rural mas que por las posibilidades de empleo en la ciudad ha sido atraída y a la vez empujada fuera del campo por la falta de oportunidades. Además, les atrae los servicios con que una ciudad cuenta, y también ven con ello la esperanza de que algún momento encontraran algo que hacer allí.

Quito esta conformada de una estructura urbana y arquitectónica cerrada, producto de una formación social posterior a la colonia. Lógicamente la clase pudiente se orienta siempre hacia el norte de la ciudad por causas no sólo de tipo físico o topográfica e infraestructura sino principalmente porque la presión que ejercen las clases económicas hegemónicas que tienen en sus manos la administración de la ciudad es decir, construyen en el norte de la ciudad centros comerciales, cómodas viviendas, lugares de recreación, en una palabra todos los servicios indispensables acompañados lógicamente de una corriente de modernismo y mejores formas arquitectónicas así como también las atrayentes contexturas de los grandes edificios que reflejan su poder económico y su clase social.

Así podemos claramente ver el salto que da la burguesía, en términos de apropiación urbana desde el centro de la ciudad al norte que se verifica en terrenos que hoy se conoce con el nombre de la “Mariscal Sucre” sector que hasta las primeras décadas del presente siglo estaban ocupadas por las huertas y quintas de la burguesía criolla, todavía se conservan hasta la presente fecha a pesar del rápido desarrollo de la ciudad.

Los terrenos quedaron en propiedad de las clases económicamente pudientes en donde todavía tenían construidas sus quintas y donde a partir del año 35 se evidencia un tipo de vivienda eminentemente burguesa, como veremos más adelante; contrarias al ambiente de tugurio*.

“La aplicación del esquema metropolitano como el de la ciudad jardín de Tony Gamier, incorpora elementos positivos, pero contradicción interna del mismo sistema, estas ventajas como el espacio verde, el aire, la luz, el sol, como elementos exteriores de la arquitectura se convierte en el patrimonio exclusivo de determinada clase social”.

Así el problema habitacional del acceso a la vivienda constituye uno de los más grandes de la población ecuatoriana, como ya hemos mencionado anteriormente por la escasa posibilidad de obtención de los mismos, lo cual ha determinado que el espacio de vivienda sea el mínimo vital.
 
Desarrollo comercial en el anillo periférico

La Compañía

Viviendas tradicionales de la "Mariscal"

Colón y Seis de Diciembre.


  

RESULTADO DE ENCUESTAS

Las siguientes encuestas se realizaron a personas que habitaban las casas del casco colonial de Quito, sobre todo a aquellas personas que comparten estas casas haciendo de los patios, terrazas, lavandería, grifo de agua, SSHH y baño, uso común. A base de estas encuestas se ha logrado conocer en parte la estratificación social del centro de Quito, el nivel de escolaridad, etc. 

Estas encuestas fueron efectuadas en las calles: Cuenca y Rocafuerte.
Por lo general, el número de cuartos, excepto baño y cocina son:

    23,40 %      4 cuartos o más
    41,40 %      2 o 3 cuartos 
    35,20 %       1 cuarto

COMPOSICIÓN SOCIAL:

Burguesía                                 0,50%
Pequeña burguesía alta                 1,00%
Pequeña burguesía media        10,50% 88,50%
Pequeña burguesía baja                45,00%
Proletariado                                36,00%
Subproletariado                          7,50%
PERMANENCIA EN LA VIVIENDA:

20 años                       18%
De 2 a 20 años           20,70%
10 años                       61,30%

TENENCIA DE VIVIENDA:
Arrendada                  78%
Propia                        15%
Otras                          15%

INGRESO FAMILIAR MENSUAL:
Sobre 6.000.000         30%
De 2.500.000              25%
Hasta 2.500.000         45%

CENTRO HISTÓRICO: Ordenanza 1727 del año 1971, en revisión y rectificación de nuevas zonas de protección.

LIMITE MÁS AMPLIO: De las encuestas realizadas se pudo deducir que 100.000 personas están ocupando las siguientes áreas:

254 manzanas                          394 habitantes
4.304 casas                              6 viviendas, 24 habitantes
23.600 viviendas                      5 habitantes

LIMITE MÁS PEQUEÑO: 25.000 habitantes ocupan:

75 manzanas                           333 habitantes
Cinturón: 400 habitantes/ hectáreas
Mayor densidad: 1000 habitantes/ hectárea


AÑO HABITANTES HECTÁREAS DENSIDAD

Fines XIX 35000 230      277 h/hc.
1906         52000 1335 158
1950       209000 2895 140
1960       355000 7000 100
1974       736000 9847 76
1994     1526000 19694 77





CAPITULO QUINTO

PRESERVACIÓN DEL CENTRO 
HISTÓRICO DE QUITO



PRESERVACIÓN DEL CENTRO HISTÓRICO DE QUITO
  
“Los Centros Históricos no solo son patrimonio Cultural de la Humanidad, sino que pertenecen en forma particular a todos aquellos sectores que los habitan”.

“La conservación de los Centros Históricos debe ser una operación destinada a restituir no solo los inmuebles sino primordialmente las condiciones de vida de la sociedad que los habita, aplicando su calidad creativa y equilibrando la tecnología tradicional con la contemporánea.

“Las acciones sobre los Centros Históricos, deben fundamentarse en un especial ordenamiento de la tendencia y uso del suelo, con miras a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Deberían ser progresivas y contemplar los recursos financieros de ellos: manteniendo una pluralidad funcional sin dezmero de la habitacional”.

“Frente a la situación planteada, mientras se realizan las gestiones de negociación entre Municipio y la Junta Nacional de la Vivienda, se procura obtener de la forma más conveniente que los inquilinos vayan desocupando sistemáticamente”.

Todos estos procesos afectan muy de cerca a los sectores sociales de bajos recursos económicos, apareciendo como transformación preservativa de los monumentos de valor histórico, y cultural, beneficiando a los sectores dominantes (Comercio, La Banca, y Turismo extranjero).

“Considerando los problemas que soporta el Centro Histórico que sustentan en el crecimiento explosivo de la población, aumento de la densidad de tránsito, presencia de centenares de vendedores ambulantes, necesitan un tratamiento de solución especifica en sus correspondientes niveles, la Comisión planteo la necesidad de llevar adelante un plan integral que consideraría varios aspectos, entre otros la preservación y restauración de las áreas inmuebles y monumentos arquitectónicos y por otro lado la solución de caracteres socio-económicos que contribuyen al deterioro del sector. 

Con el fin de llevar adelante la tarea, la Comisión considero la necesidad de implantar mecanismos adecuados que faciliten que los residentes y propietarios en el Casco Colonial puedan llevar adelante programas de restauración con sujeción a la Ordenanza 1727 relacionada con el Centro Histórico.

La rehabilitación del Centro Histórico de Quito debe centrarse principalmente en su tipología arquitectónica residencial preservando y rescatando todos aquellos inmuebles que constituyen Patrimonio de la Humanidad estableciendo parámetros sociales que, en términos económico – urbanos, arquitectónico y técnico posibiliten que el costo y el diseño final de la construcción actual, permita que la población que vive en estos lugares pueda mejorar sus condiciones de habitación.


LEYES Y ORDENANZAS DE PRESERVACIÓN EXISTENTES

Si bien es cierto que las causas de deterioro y transformaciones que sufren los centros históricos en su forma y contenido, son de origen estructural, relacionadas con el modelo de desarrollo socio -  económico de cada país, hay que reconocer que es la falta de una política general de preservación del patrimonio histórico o la implantación tardía y la falta de aplicación estricta de las leyes y reglamentos, lo que precipita la destrucción de estos testimonios culturales. Esto, que en general es válido para casi todos los países latinoamericanos, en Ecuador tiene características particulares.

Se puede decir que recién en los años 60, nace en el Ecuador la concientización de preservar y restaurar los valores arquitectónicos y urbanísticos, gracias a la preocupación constante de grupos representantes de la cultura del país y de algunos organismos estatales como la Casa de la Cultura y Municipio de Quito, que consiguen implementar la Dirección del Patrimonio Artístico y buscan sustituir la caduca Ley de Patrimonio Artístico, expedido por la Asamblea Constituyente de 1945, la falta de un reglamento complementario o Ley no pudo evitar el vandalismo sobre nuestro patrimonio cultural.

En el año de 1978, se expide por fin la Ley de Patrimonio Cultural que tiene a su cargo la aplicación de los artículos contenidos en la Ley.

Este valioso instrumento legal, a pesar de no tener todavía una reglamentación que le permita una mayor operatividad, ha permitido que se detenga en algo el continuo deterioro y la fuga de bienes culturales, con su permanente vigilancia ha logrado incentivar un contacto coordinado con los organismos de gestión, especialmente municipales y provinciales para llevar adelante planes de inventario, restauración y rehabilitación de los bienes culturales, como en el caso de la ciudad de Quito, donde se ha logrado concretar algunos proyectos coordinado la labor de este instituto con la Comisión de Centro Histórico y el Departamento de Planificación Municipal.

Sin embargo, la Ley de Patrimonio es muy tacita en algunos aspectos. Así, en lo concerniente a la preservación arquitectónica, al enumerar las categorías de estos bienes describe…” templos, conventos, capillas y otros edificios que hubieran sido construidos durante la Colonia…” dejando abierta la interpretación de que las obras arquitectónicas y urbanísticas del periodo republicano y moderno no entra dentro de la categoría de bienes a preservarse.

Por otro lado, la Ley, sin ser categórica, en cuanto a sus atribuciones de preservación del trazado urbanístico de los centros históricos y del paisaje natural y regional, limita la acción que deben tener los organismos seccionales en tanto ser ellos los encargados más específicamente de la limitación de las áreas históricas y del entorno natural a través de los respectivos planes urbanos y regionales que pongan en práctica, partiendo de la consideración que ningún sector de la ciudad por histórico que este sea, puede desvincularse del contexto total de la ciudad o región.

Obviamente, estos vacíos se pueden superar sin un trabajo de coordinación inter institucional y al momento que se reglamente más específicamente la Ley y le otorguen mayor operatividad.

En el año de 1975, el Municipio de Quito logró expedir la “Ordenanza 1727”, que da atribuciones muy importantes a la Comisión del Centro Histórico, organismo integrado institucionalmente por representantes del Municipio, Instituto del Patrimonio Cultural, Colegios de Arquitectos, y ciudadanía, esta ordenanza delimita claramente los perímetros del centro histórico.

A través de la aplicación de estas normas se ha logrado detener buena parte del deterioro del testimonio arquitectónico y urbanístico, aunque también esta ordenanza requiere un reajuste que le permite ampliar su campo de acción con la incorporación de nuevas zonas urbanas y arquitectónicas que aumentan, un urgente inventario. En este punto la tarea se vuelve difícil porque adquiere connotaciones políticas que tendrán que ser separados para lograr la declaratoria patrimonial y modificar las ordenanzas actuales de zonificación y uso del suelo de la ciudad.

En el caso de Quito podemos considerarla como un modelo de análisis, partiendo de la base que en esta ciudad tiene el Centro Histórico de innegable valor que, al margen de la asentada declaratoria “Patrimonio de la Humanidad” por parte del Municipio de la ciudad, en llevar adelante un plan global mediato y de proyectos concretos para su Centro Histórico, pero siempre coherente con el Plan General de la Ciudad.

El llamado” Plan Quito”, que señala las políticas generales para el desarrollo de la estructura urbana de la ciudad como un objetivo urgente para delimitar el área metropolitana, tiene como preocupación constante del estudio el correcto tratamiento del Centro Histórico. Partiendo de los conceptos iniciales emitidos del análisis de la situación actual de las áreas históricas y de sus leyes y ordenanzas de preservación vigentes.


 (Antes) Rehabilitación del casco Colonial (Convento de la Inmaculada)
(Después) 
Arq. Ivan Patricio Cortes Galvez
Titulo Profesional de Arquitecto  
Universidad Particular Ricardo Palma 
Facultad de Arquitectura y Urbanismo Lima Perú.
Registro Profesional Colegio de Arquitectos del Ecuador
 Núcleo Provincial de Pichincha CAP 004288
Consultor Nacional

Contacto:

Teléfono fijo: 2341800 -  Teléfono móvil: 0966672691
Llamada internacional  593 02 2341800 
Dirección: Urb. Ontaneda 1;Lote 81, Conocoto, 
Quito-Ecuador
Correo : kultakucha@hotmail.com.ar

        

CONCLUSIONES Y 
RECOMENDACIONES


CONCLUSIONES

1. La tasa de crecimiento poblacional de Quito es en la actualidad indefinida, especialmente se origina en la inmigración, y sobrepasa a cualquier cálculo de densidad poblacional anual.

2. El crecimiento poblacional, ha obligado a los propietarios a desocupar sus casas en el Casco Colonial, para trasladarse en áreas residenciales. El abandono de las casas del Centro de Quito ha provocado la ocupación de numerosas familias indigentes, apreciando en ellos la “tugurización”.

3. Los cálculos para implementar la infraestructura sanitaria de Quito, siempre han resultado insuficientes. El tugurio se acentuó en Quito a partir de los años 60, constituye dentro del campo sociológico, el más serio problema que origina una cadena de taras sociales y desviaciones de la moral y ética, que han distorsionado la convivencia social quiteña.

RECOMENDACIONES

Me permitiré recomendar algunas soluciones que a mi criterio se podrían dar, en conjunto o separadamente.

1. Evitar el éxodo de la población campesina hacia Quito, implementando en el campo fuentes de trabajo permanentes y estimulantes, en la rama agraria; creando también condiciones de vida mejores que interesen a sus habitantes disfrutarlas, sin añorar la ciudad.

2. El problema del tugurio podrá controlarse con programas de vivienda barata y creando ciudades satélites de Quito, con buenos medios de transporte, quizá pudiera pensarse en el “metro” *.

3. La restauración del casco colonial y su preservación para uso comercial y quizá turístico, lo cual podría desplazar a la población que origina el tugurio.

4. Que el Municipio dicte una ordenanza que obligue a los propietarios de las casas del casco colonial a restaurarlas sin perder su arquitectura tradicional, para su uso habitacional, dotándolas de todos los servicios sanitarios que hagan interesante habitarlas y no sea señalada como lacra, el área por la cual Quito fue nominado “PATRIMONIO CULTURAL DE LA HUMANIDAD”.


BIBLIOGRAFÍA

VARGAS, José María, El Arte Ecuatoriano, Quito Ed. Santo Domingo 1967; 17-19 pp.

VARGAS, José María, Quito Centro de Proyecciones Artísticas, Quito Ed. Santo Domingo 1967, 32-33 pp.

QUITO Eterno, La Ciudad de Ayer y Hoy, Ed. Paralelo Cero 1975, 76-80 pp.
BARRERA Isaac, Quito Colonial, Quito1961, 19-21 pp.

DI CAPUA Constanza, Quito Colonial, Quito 1964, 22-23 pp.

VARGAS, José María, Arte Quiteño Colonial, Quito Ediciones Sto. Domingo 1955, 30-33 pp.

TRAMA, Revista de Arquitectura, Marginalidad y Vivienda en el Ecuador, Edit. en Quito, Junio 1978, 1-7 pp.

COMISIÓN DE PRESERVACIÓN MONUMENTAL, Plan Quito.

TRAMA, Revista de Arquitectura, Patrimonio Urbano y Arquitectónico del Ecuador, Edit. Quito Ecuador, Octubre 1980, 5, 12, 15 pp.


GLOSARIO

- ARCIFIÑO: Limite natural, ejemplo: río, quebrada, etc.

- DAMERO: Arquitectura perfectamente ortogonal.


- SOLARES: Revestir el suelo con material.

- PROMISCUIDAD: Mezcla de personas y familias.


- TUGURIO: Favelas (Brasil), Villas Miseria (Argentina); Suburbio (Guayaquil-Ecuador).

- METRO: Transporte urbano subterráneo.


- HACIMIENTO: Aglomeración de personas en un espacio reducido de vivienda.

- TUGURIZACIÓN: Condiciones infrahumanas de vida en lugares marginales de la sociedad. 



ÍNDICE


INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………1
CAPITULO PRIMERO
Evolución Histórica del Casco Colonial…………………………………………..3
CAPITULO SEGUNDO 
La Formación de Quito como Centro Urbano y Administrativo………………11
CAPITULO TERCERO
Los Grupos Sociales en la Evolución de la Ciudad……………………………23
CAPITULO CUARTO
Crecimiento Urbano y el Problema de la Vivienda…………………………….36
CAPITULO QUINTO
Preservación del Centro Histórico de Quito…………………………………….44
CONCLUSIONES………………………………………………………………….49
RECOMENDACIONES……………………………………………………………50
BIOGRAFÍA……………………………………………………….........………….51
GLOSARIO…………………………………………………………………………52

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