Conocido como “el arquitecto de los pobres”, este egipcio nacido en Alejandría en el año 1900, es famoso por los grandes avances en el ámbito de la tecnología de construcción para climas desérticos.
Cada zona tiene un clima único que hacen que una tipología constructiva sea muy adecuada a ella mientras que otra genere serios problemas de climatización. Las zonas desérticas de Oriente Medio, Norte de África y algunas zonas costeras del Mediterráneo presentan un reto a los arquitectos a la hora de diseñar los edificios.
La baja humedad del aire y la alta radiación solar hacen que la temperatura del aire alcance unos límites extremadamente altos durante el día (con temperaturas superiores a los 50ºC) y muy bajos por la noche, llegando a bajar de 0ºC en ocasiones.
Hassan Fathy era un experto en la edificación para climas desérticos, y actualmente se le considera el percusor de la arquitectura bioclimática en el desierto. Sus edificios no cuentan con aparatos de refrigeración y, sin embargo, tienen un comportamiento térmico muy superior a los edificios que se construyen actualmente en Egipto. En sus proyectos combina hábilmente el adobe como material de construcción con un sistema de refrigeración natural que funciona con agua y el viento.
El sistema consistía en crear unas aperturas en la cubierta orientadas a la dirección de donde venían las corrientes de aire predominantes y así forzar el paso del flujo de ventilación cruzada por una zona de agua de manera que éste descendiese de temperatura por enfriamiento por evaporación (algo similar a lo que pasa cuando sudamos).
Para más información acerca de los proyectos y obras de este arquitecto, podéis consultar el siguiente libro:
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