Iglesia colonial de Huarocondo
La Actual Región del Cusco, está organizada desde hace mas de 500 años en base a la basta red caminera del Tawantinsuyo, un sistema de caminos que partiendo del Cusco, la ciudad Puma , surcan el territorio nacional y las naciones vecinas de Bolivia, Chile, Ecuador y Colombia, uniendo diferentes lugares, paisajes, ecosistemas, poblaciones y fuentes de recursos naturales.
Esta red denominada el Capac Ñan, se utiliza aun en gran parte, algunos de sus tramos sirvieron de base para el trazo de las modernas carreteras del siglo XX, otros caminos son aun utilizados por los campesinos para llegar a sus ayllus y comunidades, tambien son utilizados por cientos de turistas que recorren en turismo de aventura diferentes espacios peruanos.
Quebrada de Pomatales
Altas montañas. cubiertas de verdor, nos hacen grata la travesía
En nuestro reciente viaje al Cusco, motivados por el entusiasta estudioso de la Arqueologia Hugo Bravo Zúñiga, nos dispusimos a explorar una ruta muy poco conocida, en dicha exploración . Lo vivido y observado desborda toda expectativa, y con gusto lo compartimos con ustedes.
Partimos de la gran Ciudad del Cusco, después de un agradable desayuno típico, alquilamos un vehiculo, chofer incluido para ir rumbo a nuestra meta. Siguiendo la carretera Cusco - Abancay - Nazca, la autopista nos acercaba rápidamente a los centros poblados de Poroy, Pucyura y luego a Izcuchaca, cruzamos la hermosa pampa de Anta, amplio espacio que es bordeado por algunos nevados aun visibles , nos dirigimos hacia Hurocondo, un pueblo con una hermosa iglesia colonial, famoso por los ricos lechones que las paisanas ofrecen en su estación a los sorprendidos turistas que viajan por esta vía a Machupichu.
En la cumbre el grupo arqueològico de Wata
Casa de adobe y teja, maizales junto al riachuelo
A partir de Huarocondo ya no hay pista, apenas una trocha delgada que transcurre paralela a la via ferrea, por la quebrada de Pomatales, un camino que fue castigado por recientes huaycos y desbordes, a veces tuvimos que bajarnos del auto para aligerar la carga y permitir que el auto pase por entre el fango.
En el camino pudimos ver en el flanco izquierdo el complejo arqueologico de Wata, se divisamos claramente unos muros que serpenteantes rodeaban una cumbre y una terrazas de posible origen ceremonial, Hugo nos invito a una futura excursion a este eneigmatico lugar.
Laderas cercanas a Socma llenas de verdor, grupos de viviendas y algunos arboles
Luego pasamos a la quebrada donde se ubica el centro poblado de Socma, la trocha se hizo mas dificil y a duras penas llegamos al pueblo y estacionamos el maltratado vehiculo en la cancha de la escuela local. A partir de ahi, todo fue diferente, caminar, y disfrutar del esplendoroso paisaje.
Recorrimos por un camino inca recientemente refaccionado, el asenso lento nos permitia disfrutar la increible gama de verdes de los cultivos y plantas del lugar, las chacras y andenes tiene una carga de energía muy especial, al fondo la montaña que se encuentra coronada por un grupo arqueologico denominado Racaypata, al pie del cual se halla la catarata prometida .
El agua espumosa y risueña, nos refrescaba
El ascenso continuaba, los cerros laterales cada vez mas cerca uno del otro, la vegetación mas fresca y frondosa al medio un bullicioso riachuelo nos refrescaba a cada momento. Hasta que el camino se hizo mas estrecho, cada vez mas escalinatas para superar la pendiente, hasta que ya a punto de desistir, el premio al esfuerzo y la preseverancia, un grandoso espectaculo natural de agua, espuma, sonido, en un marco verde, y de rocas dominadas por la fuerzasdel agua, la caida de agua tiene mas de 60 metros, para algunos 80, lo cierto es que es magestuosa. La catarata se llama Perolniyoc, que en el runa simi inca quiere dedir en forma de perol. Al parecer la caida de agua a formado en la roca un vacio en forma de un perol.
Retornamos cansados pero felices con la sensacion de haber estado en un lugar especial, lleno de vida y energia, en contacto con la obra del Creador que armonizaba con la obra de nuestros mayores. Retornamos via Urubamba punto obligado de paso el famoso restaurant "Chepita" con platos sabrosos y gigantes para doblegar el hambre de los aventureros.
Una breve caida de agua, nos preparaba para lo mejor...
Finalmente la gradiosa catarata de Perolniyoc
El agua se impuso sobre la roca madre, la tallo y doblego rugiente...
El retorno, con la sensación de haber logrado un sueño, al fondo nevados que a pesar del calentamiento quieren acompañarnos.
Y COMO REGALO PARA USTEDES EL ESPECTACULO DEL AGUA, LA ESPUMA, LA PIEDRA, LA VEGETACION Y EL RUIDO DEL AGUA:
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