El presente documento tiene como finalidad orientar en forma práctica el tratamiento de intersecciones sobre las redes ciclistas. Esta guía incluye consideraciones, diagramas de aplicaciones típicas, especificaciones técnicas, señalización y semaforización para intersecciones con redes ciclistas.
La aplicación de esta guía se extiende a intersecciones semaforizadas, no semaforizadas e intersecciones rotatorias. Esta guía presenta soluciones típicas que deberán ser adecuadas y ajustadas a condiciones locales.
Adicionalmente, esta guía podrá ser complementada con los lineamientos del Manual de Dispositivos de Control de Tránsito Automotor para Calles y Carreteras vigente.
Este documento está dividido en las siguientes secciones:
1 - ANTECEDENTES
2 - MARCO LEGAL
3 - INTRODUCCIÓN
4 - GENERALIDADES
5 - CONSIDERACIONES PREVIAS
6 - INTERSECCIONES
7- SEÑALIZACIÓN
8 - SEMAFORIZACIÓN
9 – ESPECIFICACIONES TÉCNICAS
10 - BIBLIOGRAFÍA
Los siguientes criterios deben considerarse durante el proceso de planificación, diseño e implementación de ciclovías en intersecciones.
Estrategias para la Representación Inclusiva
Se recomienda promover la representación inclusiva en la infraestructura en situaciones donde se requiera colocar carteles informativos, entrega de afiches, logos propios de la ciudad, entre otros. Cabe notar que en la actualidad los logos y figuras que se pintan en las vías deben cumplir la normativa vigente.
Usuarios Vulnerables
Se recomienda considerar en todo momento la disponibilidad de espacios adecuados para peatones y personas con movilidad reducida. En algunos casos las personas con movilidad reducida requieren acceder a vehículos al borde de la calzada en zonas que podrían entrar en conflicto con ciclovías. Se deben considerar espacios libres y seguros que permitan a este tipo de usuarios acceder a vehículos sin que los elementos segregadores ciclistas bloqueen el acceso.
Esta guía presenta una sección denominada Consideraciones de Embarque y Desembarque de Pasajeros donde se proporcionan algunos esquemas para atender esta necesidad.
Intersecciones Seguras
Para lograr una ciclovía segura en el ámbito de una intersección, se deben aplicar los siguientes principios:
a) Derecho de paso. El derecho de paso en una intersección es clave para poder segregar los movimientos de vehículos, peatones y ciclistas. En intersecciones no semaforizadas, el sistema de control que regula el derecho de paso vehicular deberá ser absolutamente claro y sin ambigüedades.
Es decir, se deberá demarcar uno de los accesos como el secundario mediante la implementación de señales verticales de Pare o Ceda el Paso, con una línea de retención (barra de pare) para el movimiento secundario y con marcas en el pavimento acorde al Manual de Dispositivos de Control de Tránsito Automotor para Calles y Carreteras vigente.
La ciclovía, dependiendo de su ubicación, tendrá el mismo derecho de paso que la vía vehicular que acompaña y deberá contar también con demarcación de Pare o Ceda el Paso y línea de retención, según corresponda. La señal de Pare o Ceda el Paso para los vehículos deberá ubicarse de tal forma que también sea visible y aplicable para el usuario ciclista.
b) Compatibilidad entre geometría y sistema de control. La implementación de ciclovías en intersecciones debe considerar dos elementos claves. Estos son la geometría de la intersección y el sistema de control de tránsito (señal de Pare, Ceda el Paso, Semaforización o Rotonda).
El diseño de la ciclovía debe realizarse de tal forma que sea compatible con el sistema de control de la intersección. El diseño integral de la intersección escapa el alcance de esta guía, pero se debe tener en cuenta que una intersección que tiene geometría y semaforización incompatibles entre sí generará un elevado riesgo para los ciclistas.
Por este motivo, es de importancia crítica que la intersección se diseñe por especialistas con amplia experiencia en operaciones semafóricas y diseño geométrico.
c) La reducción de puntos de conflicto con el flujo opuesto. Esto se logra reduciendo rutas ondulantes, desvíos o excesiva señalización. Los ciclistas deben mantenerse en el campo visual del flujo opuesto para reaccionar oportunamente. Es preferible brindar una fase semafórica exclusiva solo para ciclistas para evitar el conflicto directo con vehículos en sentido opuesto.
Otra estrategia es obligar a que el giro a la izquierda se realice en dos etapas. El giro en dos etapas se describe en más detalle en la sección de Consideraciones Previas de esta guía.
d) La reducción de puntos de conflicto con el flujo transversal. El cruce de flujos es inevitable en una intersección, pero se puede reducir el número y tipo de conflictos con ciertos diseños. Lógicamente, un paso a desnivel elimina todos los conflictos, pero esto no siempre es viable. Otras estrategias son la conversión de una intersección convencional a rotonda donde los conflictos ocurren a menor velocidad.
Intersecciones en T tienen significativamente menos conflictos que intersecciones en cruz y es preferible su uso, donde exista la opción. Para intersecciones semaforizadas, se puede proporcionar fases completamente segregadas para movimientos de ciclistas eliminando conflictos entre ciclistas, vehículos y peatones. En cualquier caso, el ciclista debe tener plena visibilidad del flujo que cruza y viceversa.
e) Visibilidad. Es importante que exista buena visibilidad entre los ciclistas y vehículos. En intersecciones de zonas céntricas se debe realinear paulatinamente la ciclovía 20 o 30 metros antes de la intersección, para que esta se ubique entre 0.60 y 2 metros de la calzada vehicular en la intersección (CROW, 2006), permitiendo de esta manera que los vehículos visualicen con facilidad a los ciclistas.
En casos donde la ciclovía ya está al lado de la calzada vehicular, ya no se requiere este realineamiento. En vías con velocidades operativas (no el límite de velocidad, sino la velocidad real del tráfico) mayor a 60 km/h o donde existen carriles de giro no es recomendable este realineamiento. Se deben evitar elementos canalizadores, segregadores, o ubicación de la ciclovía que resulte en visibilidad reducida entre vehículos y usuarios ciclistas.
f) Velocidad. Es recomendable que exista la menor diferencia posible entre la velocidad de los diferentes medios de transporte que usan una intersección, acercándola a 20 o 30 km/h que es la velocidad de un ciclista. Para ello se deben implementar elementos físicos como: cojines berlineses, camellones, gibas, filas de tachones, radios reducidos, entre otros, que obliguen a los conductores motorizados a reducir su velocidad. La sección de Consideraciones Previas de esta guía brinda más información sobre estrategias de reducción de velocidad.
g) Calidad del pavimento. La ciclovía debe estar libre de baches, hoyos, excesiva rugosidad, superficie excesivamente lisa, o interferencias (permanentes o temporales) que obliguen a los ciclistas a salirse de la ruta o realizar maniobras peligrosas. Esto podría requerir constante fiscalización o educación a la población para respetar el uso de la ruta. El ítem i presenta mayores directivas sobre el uso adecuado de pinturas sobre el pavimento para evitar resbalamiento.
h) Uniformidad. Es recomendable que los diseños sean lo más uniformes posibles en todas las intersecciones de categoría similar. De esta manera los usuarios reconocen con mayor facilidad las prioridades en diferentes tipos de vías e intersecciones. Se deben evitar diseños demasiado alejados de los estándares presentados en esta guía, siempre que sea técnicamente viable.
i) Señalización y demarcación. La ciclovía debe estar claramente demarcada con pavimento pintado de color rojo a través de la intersección, marcas en el pavimento y señalización vertical. Dependiendo del diseño de la intersección, existen diferentes estrategias y formas de pintar las ciclovías en intersecciones, las cuales se detallan en esta guía. Se debe priorizar la continuidad y claridad para brindar seguridad al usuario ciclista.
Es importante considerar que algunas pinturas termoplásticas dejan una superficie excesivamente lisa que podría generar el resbalamiento y pérdida de control del ciclista en lluvia o llovizna. Debe considerarse la mixtura de la pintura termoplástica con elementos tales como vidrio triturado o agregados que generen una superficie más rugosa y eviten el riesgo de resbalamiento y pérdida de control.
j) Continuidad. La continuidad de una ciclovía en la intersección debe ser claramente distinguible tanto para el usuario del vehículo motorizado y no motorizado. En caso se requiera terminar una ciclovía en la intersección, se deberá demarcar claramente la ruta por la que deberán continuar los ciclistas, por ejemplo, una vía compartida o una cicloacera.
De lo contrario, la ciclovía deberá terminar en un punto alejado a una intersección para no dejar al usuario ciclista desprotegido en un punto de alto conflicto. Se recomienda terminar una ciclovía que no puede continuar a través de una intersección, al menos 20 metros antes de una intersección para que el ciclista se acomode en la calzada o en la vereda con seguridad.
FUENTES DE INFORMACION
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