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16 febrero 2021

ARQUITECTURA EN LA CARICATURA PERUANA. LA POLÍTICA Y LA CIUDAD DE LIMA A INICIOS DEL SIGLO XX - JORGE CARLOS ALVINO LOLI (1)

 


Dedicado a mi abuelo Jorge Alvino A.

 


1. Introducción

La caricatura ha sido siempre, dentro de las expresiones estéticas, una forma de expresión especial de interpretar la vida, a partir de la misma se exponen muchos sentimientos e inquietudes tan humanas como el humor, la burla, el doble sentido y la sátira, pero también se entrega un mensaje profundo (a veces sólo entendido por el espectador directamente implicado) y sin duda un registro particular del contexto en el que se originó. Todas estas características se entrelazan dentro de una imagen especial, fluida, dinámica, de gran calidad artística y que es capaz de romper barreras sociales.

Los dibujos que se exponen en este breve ensayo corresponden a una muestra que se compone de caricaturas que fueron publicadas en la revista Variedades entre la segunda y tercera década del siglo XX; en general son obras realizadas por sólo tres artistas peruanos, por lo tanto es una muestra limitada pero filtrada y seleccionada de tal manera que en ellas se expongan edificios limeños como parte de la composición y pero también dentro del mensaje mismo. Dicho de otra manera, nuestro interés es exponer la arquitectura vigente en un contexto social determinado en la ciudad de Lima (hace un siglo) y cómo formaba parte de la vida de la gente.

 

2. El Perú y la ciudad de Lima a inicios del siglo XX

En el presente ensayo abordaremos el contexto de la ciudad de Lima en la segunda década del siglo XX, entonces es necesario entender la realidad político social, cultural y arquitectónico para que la caricatura que observemos adquiera su verdadero potencial.

Luego de la Guerra con Chile (1879-1883) el Perú comenzó un período de recuperación social y crecimiento económico que fue evidenciándose poco a poco en sus ciudades y edificios principalmente en su capital, de esta manera la población de Lima aumentó a casi 172,927 habitantes según el censo de 1908 (Contreras y Cueto 2000: 209). 

El crecimiento urbano se dio a partir de distintos proyectos urbanos con ideas progresistas cuya base ideológica positivista era bien publicitada y aceptada, pero también se apoyó en progresos tecnológicos, como el tranvía, alumbrado eléctrico, el cinema, el automóvil, además de normas sanitarias y la implementación de redes de agua potable, todo esto comenzó a estructurar un ambiente social más complejo en el limeño, tanto en el uso del tiempo y como del espacio urbano. 

Este crecimiento fue un proceso acompañado al principio por una inestabilidad política mantenida por caudillismos tardíos y la desigualdad que aún se mostraba en el trabajo y la educación, en la ciudad y el campo; sin embargo este escenario comenzó a estabilizarse con la participación de partidos políticos que abrían una discusión en donde la ciudadanía, a diferencia de décadas anteriores, comenzaría a participar activamente. 

En postrimerías del siglo XIX el Partido Civilista comenzó a despuntar en medio de una disputa con otros partidos (Partido Demócrata, Partido constitucional, Partido Liberal); este partido, que alcanzaría el poder en varias ocasiones, estaba constituido por personajes que tenían grandes propiedades en el interior del país y en los nuevos barrios de la ciudad; a esta época el historiador Jorge Basadre denominó la República Aristocrática (Basadre 1963:T. VII, 3229).

Luego de iniciado el siglo vendrían los gobiernos de representantes de Partido Civil con Manuel Candamo y José Pardo y Barreda, incluso el primero de Leguía, respaldaron una clase política arraigada al entorno urbano, centralista y criollo. Esta situación alcanzaría su auge con el gobierno de Guillermo Billlinghurst quien sufrió un golpe de Estado en febrero de 1914 por parte del general Oscar Benavides; finalmente ascendería José Pardo en agosto de 1915. 

Esta dinámica política que se visualiza en las caricaturas, y que tienen como escenario la ciudad de Lima, tienen a su personaje más recurrente en Augusto B. Leguía; político inicialmente civilista, Ministro de Hacienda y, posteriormente, Presidente de la República en distintas ocasiones y de distinta performance. 

Elegido Presidente entre 1908-1912, a inicios de 1919 regresaría al poder luego de unas accidentadas elecciones enfrentándose al civilista Antero Aspíllaga. Durante el llamado Oncenio (tercera década del siglo XX) la caricatura satírica hacia los políticos sufrió un proceso de acoso estatal por parte del propio Leguía.

Todo este tiempo la clase política dominante vivió de espaldas al resto del país y a otros sectores: “La oligarquía no desarrolló un programa político, no contó con un proyecto en torno al cual aglutinar a las otras clases, por eso tampoco se preocupó por constituir un grupo orgánico de intelectuales que ayudaran a su dominación de clase.” (Burga y Flores 1991: 88).

Paralelamente en la ciudad de Lima, a la par de los cambios mencionados anteriormente, se fueron adoptando tendencias estilísticas en arquitectura vigentes en Europa y Norteamérica, entre 1880 y 1920 esta influencia se propició desde el academicismo.


“Por carecer de lo que a falta de término más adecuado podría llamarse naturalidad, y de una base social, económica y cultural sólida, muchos de los edificios que se construyeron en las primeras dos o tres décadas del siglo XX parecen poco genuinos o al menos carentes de una adecuada relación con el medio. Independientemente de cuestiones de calidad, a obras como el Palacio del Congreso…les falta autenticidad de contenido arquitectónico y la vinculación armoniosa con el medio que aún poseían”. (García 1980: 118 y 119)


Esta acertada observación deviene de la influencia extranjera que se hace notar en la edificación de varios tipos de edificios, no sólo oficiales sino también comerciales (como bancos o almacenes) o culturales (teatros) sino también en gran escala en las residencias; el academicismo fue aplicado en las fachadas y detalles en donde se exhibían decoraciones neorenacentistas, neobarrocas y Art nouveau, dentro de una postura académica derivada de la enseñanza de la Escuela de Bellas Artes de París. 

Es cierto que durante este tiempo se lograron algunos edificios de calidad y característicos de este momento como la Casa de Correo, la Facultad de Medicina, el Teatro Municipal, la Cripta de los Héroes y la Estación de Desamparados; sin embargo a estos edificios, logrados por arquitectos formados en las Beaux-Arts, se les sumaron muchos otros efectuados empíricamente o muy disminuidos. Una tendencia muy fuerte de esta época fue el art Nouveau cuya influencia fue “…muy fuerte hacia 1910-1915, se extinguió después de 1920…” (García 1980: 127) y la cual arraigó mucho en la llamada burguesía limeña.

También se tiene que considerar los sistemas constructivos importados (apoyado en las compañías de construcción del extranjero establecidas en el Perú) que comenzarían a usarse en los nuevos edificios (estructuras de hierro o concreto armado, tabiques de ladrillo, telares de mella metálica y cemento); aunque es cierto que después de 1920 el concreto armado fue asimilado de manera más general, aunque se siguió usando la quincha en la mayoría de viviendas.

 


 Figura 1. Dibujo panorámico de la ciudad por H.G. Higley de 1902. Bromley y Barbagelata (1945). Evolución urbana de Lima. Lámina 25. Talleres Gráficos de la Editorial Lumen S.A. Lima.

  

3. La caricatura en el Perú y la revista Variedades

Los dibujos de formas que superen la realidad y transmiten un mensaje gracioso, irónico, elocuente o acusador (cuando no transgresor) han existido en distintas sociedades a lo largo de la historia; la gente siempre ha tenido la necesidad que comunicar “algo más” a través del arte, desde las pinturas de El Bosco, pasando por Leonardo Da Vinci, Thomas Rowlandson, hasta los Caprichos de Francisco Goya, la expresión humana adquiere en las caricaturas un carácter documental y a la vez un inestimable registro histórico de opinión.

En el Perú, durante el siglo XIX, se efectuaron caricaturas pero sería recién en las postrimerías de ese siglo cuando estas comenzaron a divulgarse en mayor medida debido al aumento de los medios de comunicación como las revistas que mejoraron los medios de impresión (las imprentas asumieron un papel importante en la cultura social peruana), esto sumado a los avances en el fotograbado y el uso de la tricomía fueron utilizadas en la ilustración de las revistas abriendo un lenguaje didáctico e inmediato en su comunicación visual. Entre las muchas revistas que aparecieron vamos a distinguir la revista Variedades.

 Una de las principales fuentes documentales públicas y periódicas de las primeras décadas del siglo XX, tanto desde el punto de vista político como desde otros aspectos sociales, fue la revista Variedades. Fundada por el fotógrafo portugués Manuel Moral y Vega, su primer número salió a la luz el 29 de febrero de 1908 siendo su aparición semanal; la revista se autodenominó como sucesora de Prisma (una revista anterior, aparecida en 1905) pero Variedades era de un formato más pequeño y popular. Bajo la dirección de Clemente Palma (hijo del gran tradicionista), Variedades, siguiendo su nombre, abarca diversas temáticas, pasatiempos, deportes, política o historia; publica principalmente los sucesos de Lima, pero alcanza acontecimientos en provincias e incluso el extranjero, en todos estos temas utiliza de manera primordial el lenguaje gráfico a partir de dibujos y fotografías de gran resolución, aunque pequeñas.


 Variedades se editó hasta el n° 1230 fechada el 30 de setiembre de 1931. También sería director Ricardo Vegas desde el 27 de agosto de 1930 hasta que el 18 de marzo de 1922 volvió a ser director Palma; Carlos Gamarra fue redactor de los últimos números. En la revista había secciones dedicadas a la caricatura: como Chirigotas, Gente de casa y La caricatura en el extranjero. Para nuestro ensayo hemos seleccionado dibujos a tinta y acuarela publicadas en la revista en dos espacios importantes: Portadas (siempre reproducidas a color) y la página gráfica titulada Chirigotas (en quechua gotas frías), publicada en tonos grises y generalmente ubicada en las primeras páginas.

 

4. Los caricaturistas peruanos

No es posible hablar de caricatura en el Perú sin mencionar al gran artista arequipeño Julio Málaga Grenet y, aunque no expongamos obras suyas en este ensayo es necesario explicar que fue él quien fortaleció en nuestro contexto el oficio de caricaturista. Autodidacta en el oficio de dibujar (como era lo usual porque entre otras razones no existían instituciones que se dedicaran a enseñar) comenzó a publicar en la revista Actualidades en 1904 (Rivera 2006: 15) y, a partir de la caricatura lograría “…un ente de comunicación más directo y efectivo, reforzando intencionalmente la importancia de su lenguaje visual y tomando el esquematismo en sus líneas y formas como bandera.”(Rivera 2006: 15). Málaga Grenet se vinculó a Leónidas Yerovi en la revista Monos y Monadas en donde la caricatura fue aplicada irónicamente sobre la clase política de la República Aristocrática. 

Otros dibujos de Málaga aparecerán en la revista de gran formato Ilustración Peruana y desde sus primeros números en Variedades, al menos en sus primeros años (1908-1909). En 1910 viajó a Argentina y alcanzando prestigio mundial como caricaturista; cuando regresa al Perú se encarga de la dirección artística del diario Don Lunes, el cual expone caricaturas satíricas de políticos, principalmente civilistas.

Otros artistas que publicaran caricaturas en Variedades son Reynaldo Luza, José Luis Caamaño, Marcoz Sarrín, e incluso el gran literato Abraham Valdelomar quien además ensayó este arte en Monos y Monadas; pero es sin duda Pedro Challe, quien comenzó como caricaturista en Variedades hacia 1911, quien desarrollaría un estilo único y de carácter sencillo. Finalmente no se puede dejar de mencionar al artista arequipeño Jorge Vinatea Reinoso quien expondrá sus dotes en múltiples números de la Revista Mundial, esto ya en la tercera década del siglo XX.

 

-Francisco González Gamarra (Cusco 1890 – Lima 1972).

Fue un pintor y músico cusqueño; en Lima se graduó en la Facultad de Letras en la Universidad San Marcos y “…como pintor fue un autodidacta, porque no perteneció a ninguna academia, destacándose no sólo como dibujante y caricaturista sino como gran pintor y acuarelista” (Sivirichi en Milla 1994: T.V: 78). Sucedió a Málaga como caricaturista en Variedades trabajando en esta revista hasta 1915. Son muy conocidos sus dibujos a pluma de Lima y el reconocimiento que recibió de intelectuales y artistas como “… del destacado artista nacional Teófilo Castillo” (Rivera 2006: 23).

 

-Alcántara La Torre (Trujillo 1893 - Lima 1978)

El trujillano José Alcántara La torre publicará sus caricaturas en Variedades “…en los últimos meses de 1914, surge para José Alcántara La torre y Jorge Holguín Lavalle la oportunidad de una mayor figuración dentro del semanario”. (Rivera 2006: 27). Alcántara fue “…autodidacta en las técnicas de dibujo y acuarela, aunque llegó a estudiar pintura en la escuela nacional de Bellas Artes por los años veinte” (Wuffarden en Milla 1994: T.I. 57).

 

-Jorge Holguín Lavalle (Lima 1894 - 1973)

Limeño, se inició muy joven “… al obtener una mención honrosa en la revista Variedades” (Wuffarden en Milla 1994: T. V. 192), como caricaturista de Variedades se encargó de sus carátulas con más frecuencia desde 1914 y, un tiempo después, colaboraría en revistas como Lulú y Sudamérica. Posteriormente, en la década del veinte, alcanzaría mayor difusión sus obras en diarios como La Prensa, Mundo Ilustrado y Perricholi.

 


Figura 2. Francisco González Gamarra (fotografía de Goyzueta). Variedades. N°403. 20 de noviembre de 1915.

 

 

Figura 3. José Holguín y Lavalle (fragmento de la fotografía de Courret. 1912).

 


 

Figura 4. José Alcántara la Torre (Reproducido en Rivera 2006: 27).

 

 

5. Las caricaturas

 


Figura 5. Variedades n° 414. 5 de febrero del 1916.

Chirigota titulada: s.t.

Autor: Alcántara la Torre.

Texto: -Pero hombre, mira hacia arriba… al Sol… al eclipse!

-Miro á donde miro, porque allí también se está eclipsando algo.

 

-Sin título. El edificio sede del Gobierno Central durante la República sufrió muchas reconstrucciones una de las cuales se realizó después del incendio de 1884 en los llamados “Cajones de Ribera”; durante la presidencia de Nicolás de Piérola (1895-1899) se renovó la fachada (la caricatura muestra esta renovación) colocando dos balcones abiertos en las esquinas de un elevado primer nivel rematado por una balaustrada y un acceso frontal con un segundo nivel de líneas neorrenacentistas. La caricatura representa un evento de eclipse que entonces atraía mucho a la población pero un caballero dirige su mirada hacia un farol de luz eléctrica indicando que allí se “está eclipsando algo también”.

 

 


Figura 6. Variedades n° 501. 6 de octubre del 1919.

Chirigota titulada: s.t.

Autor: Alcántara la Torre.

Texto: -Eh, amigos! No me vayan á perder la escalerita, por un porsiaca la vuelva necesitar para otras ascensiones.

  

-Sin título. Esta caricatura es muy interesante pues enseña a un personaje subiendo por una escalera al Palacio Municipal; el personaje parece ser Víctor Larco Herrera (distinguido por su sombrero blanco y bigotes), hacendado trujillano que por entonces tenía varias inversiones en Lima. Hay que recordar que por esas fechas se discutía una ley sobre la elección popular de alcaldes, pues antes se elegían por Juntas de Notables; las elecciones democráticas municipales recién se aparecerían en 1963.

 

El Palacio Municipal de la caricatura es el mismo que fue destruido en el incendio de 1923 y que presentaba un segundo piso con arquería que seguía la composición (aunque más esbelta) de los portales virreinales del primer piso y que existieron hasta la década de los cuarenta y que tenían sobrios arcos de medio punto. La balaustrada de madera es sencilla al igual que algunos elementos como las enjutas o los esbeltos postes. En la composición no figura el tercer cuerpo del edificio, a donde se dirige la escalera) aunque parte de este aparece sugerido por los tableros cuadrangulares.

 


Figura 7. Variedades n° 394. 18 de setiembre de 1915. P. 2517. Chirigota titulada: Vecinos.

Autor: s.r.

Texto: Se han juntado en doliente vecindad el hambre con la necesidad.

  

-Vecinos. Esta caricatura vincula dos edificios enfrentando su significancia, el Palacio de Gobierno y el Palacio Municipal, ambas enfrentadas en la esquina de las calles Palacio y Correo (hoy Superunda y Polvos Azules) ambos edificios hoy ya no existen por lo cual su escala y cercanía parece exagerada pero es muy aproximada a lo que fue. La diferencia de altura es evidente y la escena se presenta cerrada (muy diferente a la actual) por un edificio con balcón esquinero de cajón. Esta interesante casa de doble patio cubría casi un solar, lamentablemente fue derrumbada en 1952 y en su lugar se delineó la Plaza Pizarro (a donde se trasladó la estatua ecuestre del fundador); finalmente hoy presenta una fuente de agua y es conocida como Plaza Perú.

 


Figura 8. Variedades n° 233. 17 agosto 1912.

Portada titulada: Arquitectura política.

Autor: González Gamarra.

Texto: -Eh! Buen hombre, esa casa que está usted edificando no es, por cierto, más fuerte que la mía.

-Ya los sé, mi amigo; pero la solidez de mi casa estriba en la agalla del que la va a habitar.

 

 -Arquitectura política. Esta caricatura es muy importante pues utiliza un componente arquitectónico para entender el mensaje satírico. Un maestro albañil se encuentra construyendo un contrafuerte del edificio del Congreso, utiliza andamios y badilejo para ordenar los ladrillos con un aglomerante blanco; también es de notar la forma de encofrar un arco de ladrillos y la superposición de ladrillos salientes para posteriores decoraciones de estuco o yeso. La albañilería domina la escena (hay que recordar que aún en 1912 muchas casas se construían aún con adobes y quincha). El Presidente Leguía lo interrumpe para hacerle notar la solidez de este sistema constructivo a lo cual el albañil le responde que esta se deriva de una cualidad humana y no material; una respuesta crítica al caballero. Hay que recordar que el Palacio Legislativo inició su construcción en 1908 pero sufrió muchos retrasos hasta completarse recién en 1939 bajo el diseño de Ricardo de Jaxa Malachowski.

 

 

Figura 9. Variedades n° 252. 28 de diciembre de 1912.

Chirigotas titulada Una explicación.

Autor: González Gamarra.

Texto: -Qué quiere usted, don Juan de Dios! Fue una falla en los cálculos: quisimos echarle la casa encima, y él se echó encima de la casa.

 

-Una explicación. En esta Chirigota se aprecia a dos caballeros sentados en una banca pública casi al frente de la entrada del Senado (hoy Museo de la Inquisición); construida en 1898 se atribuye (principalmente apoyados en la versión de Ricardo de Jaxa Malachowsky) la obra a Teodoro Elmore (Gutiérrez y Seminario 2001: 38). Es interesante la perspectiva de las líneas grecorromanas de las columnas parcialmente tapadas por los frondosos árboles, por encima del follaje también despunta hacia el cielo un hastial, elemento muy característico de las fachadas de esta época.

 


Figura 10. Variedades n° 313. 28 de febrero del 1914.

Portada titulada: La reventa de billetes.

Autor: González Gamarra. Carátula.

Texto: Permítame advertirle caballero que sólo se puede entrar con billetes tomados en la boletería y no con los comprados á los revendedores, que á veces, como en este caso, son falsificados.

  

-La reventa de billetes. La caricatura muestra al coronel Benavides (que acababa de destituir por la fuerza a Billinghurst) controlando (creemos) las invitaciones a una reunión de senadores y diputados; posteriormente (en mayo de 1914) Benavides sería elegido Presidente de la República. El acceso graficado parece ser a la Cámara de Senadores (con zaguán y patio interior), flanqueado por pilastras almohadilladas y frontón inconcluso presentando un estandarte nacional al centro, símbolo de la institucionalidad estatal. Es interesante el detalle del quiosco (boletería) de madera en primer término que presenta ventana de reja, techo inclinado y lambrequines decorativos.

 

 


Figura 11. Variedades 402. 13 noviembre 1915.

Carátula titulada Perplejidad.

Autor: Holguín Lavalle.

Texto: -Caramba! No sé francamente á dónde  ir, si al “Excelsior” á ver “Lo que sucedió á María”, ó ir á la Cámara á ver lo que le sucedió á Puente por goloso.

-Vaya V.E. á lo último, si quiere divertirse, que es película cómica.

 

 -Perplejidad. La caricatura muestra dos caballeros (uno, el mayor, al parecer un político) en una indecisión por entrar al Excélsior o a la Cámara, una burla a lo poco serio de esta última institución. Nos interesa la fachada del edificio mostrado de sólidos muros almohadillados, una estrecha y elevada entrada y, un remate inacabado pero que se eleva por sobre el perfil de la calle. Elementos como el farol y el cartel complementa la composición en primer plano equilibrando la carga visual que se dirige a los personajes.

Aunque desde 1908 se comenzaron a proyectar películas en Lima el Cinema Excélsior fue construido en 1914 por la Compañía Internacional Cinematográfica; en el cartel se anuncia “Lo que le sucedió a María”, de la “Edison Film”, una compañía norteamericana liderada por Thomas Edison y que sostuvo una producción de muchas películas desde principio de siglo hasta 1918, aunque ya había decaído con la Primera Guerra Mundial.

 

 


Figura 12. Variedades n° 246. 16 de noviembre de 1912.

Chirigota titulada: Un cuento viejo.

Autor: González Gamarra.

Texto: La Corte suprema.- A fr…astidiar á otro!

  

-Un cuento viejo. El cura es aparentemente el Presidente Guillermo Billinghurts, y es quien arroja una esfera que dice Sanción de delitos electorales, a un integrante barbado de la Corte Suprema. El espacio sagrado es de una iglesia, evidentemente basilical, aunque no resulta claro parece ser la Iglesia de San Francisco; al centro domina la escena un púlpito neoclásico de tableros alargados que se apoya sobre uno de los pilares y, al fondo, los retablos inscritos en capillas hornacinas.

Es interesante ver que el espacio sagrado es incluido por los caricaturistas dentro de la discusión política.

 

 


Figura 13. Variedades n° 764. 21 de octubre de 1922.

Carátula titulada: Ex voto.

Autor: Alcántara La torre.

Texto: En las andas de plata del Señor

ha colocado misteriosa mano

milagro de oro, de curiosa forma

Y dice Rada y Gamio

que lo pusieron

los señores deportados

  

-Ex voto. En una angosta calle de Lima se realiza la tradicional procesión del Señor de los Milagros, a un lado aparece un sólido muro que porta un bello balcón de cajón (con tableros superiores decorados con círculos) y ventanas de vidrio.

En primer término, Pedro José Rada y Gamio, veterano político y entonces Alcalde de la ciudad, quien le comenta a unos devotos que los deportados (probablemente intelectuales que fueron perseguidos por el régimen del Presidente Leguía) fueron los que colocaron un extraño ex voto (ofrenda) a la imagen de Cristo, el cual es una medalla dorada con la imagen de un felino de cabeza y una inscripción que dice: ¡Al fin!

 

 


 

Figura 14. Variedades n° 732. 11 de marzo de 1922.

Caratula titulada: En la Universidad.

Autor: Alcántara la Torre.

Texto: -Qué gusto de hacer bulla y complicar lo que no es complicado!

Quieren abrir? Pues muy sencillo: basta con romper el candado!...

 

-La Universidad. Indiscutible escenario de ideas y movimientos estudiantiles el antiguo edificio de la Universidad San Marcos (ubicado en el Parque Universitario y, hoy Centro cultural de la misma universidad) es distinguible de otros. La clásica imagen del edificio es de proporción horizontal pues originalmente pertenecía al Convictorio de San Carlos hasta que en 1822 fue destinado para las funciones de la Universidad San Marcos (en 1921 existía un proyecto de Luis Mogrovejo para ampliarse hasta tres pisos, cosa que no sucedió. Mundial N° 55. 13 de mayo de 1921).

 

La caricatura expresa un evento en el que la Nueva Constitución Universitaria (simbolizada por una escalera) se antepone a la Destitución de Catedráticos (simbolizada por un gran candado que bloquea el portón); adentro del recinto, en su segundo piso y asomándose a la ventana, un anciano y un león (representando probablemente el conservadurismo) se burlan de los agentes del orden que intentan entrar. Es de recordar que “Después de la guerra europea, se produjeron en todas partes agitaciones en la juventud, y entre nosotros surgió la revolución estudiantil de 1919, en la que consiguió el alumnado intervención indirecta en el Consejo Universitario, derecho de tachas, suspensión de listas de clase y cátedra libre. En 1921 los catedráticos se declararon en receso, hasta el 12 de abril de 1922”, (de la Fuente 1935: s.n.).

 


Figura 15. Variedades n° 354. 12 de diciembre de 1914.

Chirigota titulada: No hay inconveniente.

Autor: Alcántara la Torre.

Texto:-Puede U. decir á sus colegas en la sesión de hoy que el Gobierno no tiene inconveniente en coadyuvar al deseo de los liberales de que, si regresan los diputados Durand y Ulloa, se incorporen á su Cámara.

 

-El edificio de la Penitenciaría. En la sección Chirigota se presenta el dibujo titulado No hay inconveniente, y presenta la fachada de la Penitenciaría, edificio que sobrevivió hasta 1961y que se encontraba en donde actualmente existe el Hotel Sheraton. Dos políticos hablan mientras viajan sentados en el asiento posterior de un carro Ford T conducido por un chofer cuando pasan delante de la puerta principal de la Penitenciaría; la caricatura representa sin duda un doble sentido pues Durand y Ulloa habían sido hombres públicos (el segundo era director del diario La Prensa) y se asilaron en Argentina y Bolivia respectivamente desde Julio de 1914 (Basadre 1963 T. VIIII: 3765).

 

La Penitenciaría comenzó su construcción en 1855, durante el gobierno de Ramón Castilla, y fue concluida hacia 1860 por Maximiliano Mimey. Su diseño seguía el esquema del panópticum el cual era propicio para el control interno de gente (desde un espacio central se proyectaban radialmente pabellones) utilizado en Estados Unidos y Europa para prisiones o manicomios; en la ciudad de Lima de mediados del siglo XIX era un edificio atípico de imagen severa, construido en ladrillo con roca y emplazado al sur de sus tradicionales límites. Para José García Bryce:

 

“Hasta este momento, la arquitectura que se construía en Lima tenía un fuerte carácter regional y era el producto de la lenta evolución de las formas tradicionales… la Penitenciaría no tenía nada en común con la arquitectura limeña de la época. Como en su diseño total, también en su vocabulario fue una obra importada y la primera expresión en el Perú del internacionalismo arquitectónico característico del siglo XIX” (1967: 51-52).

 

Estilísticamente presentaba diferencias al resto de edificios de Lima, inclusive anticipándose a edificios pintoresquistas de inicios del siglo XX: “El aspecto inexpugnable que debía tener la cárcel… determinó… formas tomadas de arquitectura de castillos medievales. De ahí las almenas de la Penitenciaría. Estilísticamente, sin embargo, el frente principal podría calificarse de neo-florentino…” (García 1967: 52).

La fachada dibujada muestra la reciedumbre del edificio y su inconfundible pórtico de arco en medio punto y sus características almenas, aunque no aparecen los óculos del segundo piso entre los vanos.

 


Figura 16. Variedades 402. 13 noviembre 1915.

Chirigota titulada Tauromaquia.

Autor: Holguín Lavalle.

Texto: -Dígame, don Wences, usted que debe ser aficionado á los toros, ¡por qué le ponen banderillas de fuego á ese animal?

-Porque no ha recibido los puyazos de reglamento.

-Caray! ¡Más puyazos necesitaba todavía!

 

 -Tauromaquia. Terminada hacia 1766 y antes de las remodelaciones del siglo XX, la caricatura titulada Tauromaquia presenta de escenario el ruedo y aparentemente un primer plano del Tendido Preferencial y, a lo lejos el Tendido de Sombra repleto de espectadores. Las esbeltas columnas y arcos rebajados delimitan el ruedo que en ese tiempo era el más amplio del mundo. Dos caballeros de sombrero de copa conversan mientras observan un torero haciendo un movimiento de sobre un bóvido que lleva estampada en su lomo la palabra “Perú”.

 


Figura 17. Variedades n° 313. 28 de febrero de 1914.

Chirigota titulada: En la Punta.

Autor: González Gamarra.

Texto: -He aquí el Ño Carnavalón que nuestros políticos arrojan al agua en 1914.

  

-En la Punta. Durante el verano la fiesta de carnaval era un acontecimiento social de trascendencia en donde, por ejemplo, se elegía a una Reina del Carnaval. El Ño Carnavalón era el muñeco mensajero de la alegría y diversión, en estas ocasiones era paseado por las calles, se leía su sarcástico testamento y finalmente era quemado; en el caso del Callao se embarcaba en un bote, generalmente un Miércoles de Ceniza, para ser luego quemarse, después comenzaba el último día de diversión carnavalesca.

 

En la presente caricatura aparece un caballero inconsciente y rescatado desde un bote por unos políticos; el caballero personifica a la Constitución y lleva un cartel que alude al artículo 80: El presidente será elegido por el pueblo, probablemente en analogía a la forma de elección de Benavides. Para nuestro interés se rescata el contexto en donde aparece un pequeño muelle de madera y pilotes decorado con lambrequines y encima un gallo cantando probablemente el amanecer. La playa de cantos rodados se encuentra ocupada por una gran cantidad de gente, testigos del rescate y seguramente esperando la celebración final del carnaval.

 



 Figura 18. Variedades N° 521. 29 noviembre 1919.

Chirigota titulada: El alza de nichos.

Autor: Alcántara La Torre.

Texto: -Señora Beneficencia haga la caridad de no subirnos tanto el descanso eterno!...

 

 -El alza de nichos. El cementerio había sido durante todo el siglo XIX un espacio en donde las tumbas y mausoleos podían alcanzar gran calidad artística, decorada con esculturas y monumentos a inicios del siglo XX la influencia de las Beauxts Arts se acentuó, por ejemplo en obras como la Cripta de los Héroes del arquitecto francés Emile Robert; aun así al crecer la población de la ciudad el espacio funerario lógicamente comenzó a tener mayor demanda y la instalación de pabellones con nichos más sencillos fue necesaria.,

 



Figura 19. Variedades n° 539. 29 de junio de 1918.

Chirigota titulada: Lo de Huarochirí.

Autor: Alcántara la Torre.

Texto: -Vaya mi teniente, á la calle de San Pedro, donde el señor Aspíllaga y averigüe si está allí. Si no está, ensille una mula y sin perder tiempo, búsquelo en Huarochirí…

-Y si está?

-También ensille la mula y póngala a su disposición.

 

 Lo de Huarochirí. Aparece en lo alto de un corredor volado el Presidente José Pardo y Barreda (al parecer) quien se dirige a un militar y le indica que vaya a la casa del civilista Ántero Aspíllaga (aliado político suyo y candidato a la presidencia de entonces), edificio que se localiza en la calle San Pedro (hoy esquina de Ucayali y Azángaro).

 


Figura 20. Variedades n° 772. 16 de diciembre de 1922.

Chirigota titulada: Riego próximo.

Autor: Alcántara la Torre.

Texto: -Vecina, vecina,

cuídese al regar,

de emplear bien el agua,

sólo en sus macetas,

y… no salpicar.

 

 -Riego próximo. Dos políticos personifican un par de vecinas que conversan desde sus balcones; una de ellas riega unas plantas de macetero; la analogía es la distribución del agua por medio de una regadera que tiene escrito 1´250,000 Libras peruanas de Empréstitos; las macetas son el ejército, deuda interna, empleado, etc. La caricatura muestra que existía una comunicación entre los edificios colindantes por medio de los balcones fuera de los bajos. Los balcones volados de antepecho son muy sólidos y parecen ser de bases de ladrillo.

 


Figura 21. Variedades n° 280. 13 de julio de 1913.

Portada titulada: Un carro alegórico.

Autor: González Gamarra.

Texto: -Mire, maestro, el presidente observa que si el carro va a ser muy alto tropezará con los alambres del tranvía y de la luz. Para que sea más simbólica la alegoría de la patria póngala en un carro de plataforma… pero de mucha plataforma.

  

-Carro alegórico. Esta caricatura muestra el proceso de construcción de un carro alegórico (solo la estructura interna) el cual podríamos calificar de “arquitectura efímera”. Los carros alegóricos eran móviles y transitaban en carnavales o ceremonias, siempre con recubrimientos fastuosos y simbólicos. En este caso se observa la altitud del andamiaje y se interpreta por el texto que iba a representar a la Patria, probablemente por las Fiestas del 28 de Julio.

 



Figura 22. Variedades N° 230. 27 de julio de 1912.

Portada titulada: Una interrupción.

Autor: González Gamarra.

Texto: -Libre é independiente por la voluntad de los pueblos…

-Permítame el Protector que le interrumpa: creo que hay que someter á un Congreso cómo se debe entender eso de la voluntad popular, por un por siaca me resulte la prórroga.

  

-Una interrupción. Esta caricatura nos presenta al Presidente Augusto B. Leguía (durante su primer gobierno) subido en el carruaje presidencial (de diseño francés y fabricada por la empresa Kellner) y observando la escultura de San Martín, la cual se encontraba entre la actual avenida Grau y el Paseo 9 de Diciembre (actual Plaza Grau); posteriormente este conjunto escultórico fue trasladado a Barranco en 1924 y actualmente se encuentra en la Alameda Sáenz Peña. Sobre este monumento se sabe que “…el coronel Lorenzo Pérez Roca obsequió a la ciudad (1906), obra del escultor Roselló” (Castrillón: 348)

El presidente se dirige a la efigie para cuestionar el concepto de voluntad popular, debido quizás, a la situación política en 1912 cuando Billlinghurts era aclamado por la población y lograba, luego de trasladar la decisión electoral al Congreso, ascender a la presidencia sucediendo precisamente a Leguía.

 



Figura 23. Variedades n° 195. 25 de noviembre de 1911.

Portada titulada: Lo del saneamiento.

Autor: González Gamarra.

Texto: -No se asuste don Lauro con los ahullidos de los perjudicados: de allí no pasa. Queme y derrumbe á troche y moche: haga de cuenta que está usted haciendo elecciones… por mi cuenta.

 

 

-Lo del saneamiento. La caricatura muestra a Leguía conversando con Lauro (un caballero sobredimensionado) ante la protesta de vecinos que ven destruida y quemada una finca. Es necesario explicar que una práctica hasta cierto punto usual era la demolición de antiguos edificios por cuestiones de higiene o saneamiento, aunque este no parece ser el caso.

  

6. Algunas consideraciones

-Desde el punto de vista estético

Las composiciones (en nuestra muestra) varían de acuerdo a su contexto espacial y complejidad en el mensaje, de esta manera existen composiciones sencillas en donde aparecen a veces sólo los personajes en un breve intercambio comunicativo y, en otras, las composiciones necesitan indicios o claves espaciales (podrían ser edificios o espacios públicos) que completan el mensaje.

El dibujo es el principal elemento distinguible en la caricatura, la línea distingue claramente la figura humana del personaje a partir del perfil propio, el rostro y la vestimenta; también aparece (en nuestro caso) la figura arquitectónica (generalmente los exteriores de los edificios) que aparece como escenario posterior o de cerramiento; finalmente elementos complementarios pueden ser árboles, carros, bancas u otros elementos del paisaje urbano.

 

Las caricaturas son el medio por el cual la gente comunica al mismo tiempo no solamente su opinión sino también el aspecto particular de un tema que de otra manera resultaría incomprensible, revela su idiosincrasia, su temperamento y a veces los aspectos más profundos de su personalidad social.

La técnica que se utiliza por predilección es la acuarela, posiblemente debido a la rapidez de su ejecución; es distinguible la calidad de transparencia en los espacios abiertos, como el cielo o los lienzos de las paredes estucadas de yeso o evidentemente pintadas al temple.

 

-Desde el punto de vista arquitectónico

Las caricaturas nos muestran un contexto espacial urbano en donde se distinguen algunos edificios importantes dibujados con precisión y sentido. Estos edificios forman parte de un discurso narrativo en donde participan activamente del devenir histórico y la dinámica diaria de la sociedad limeña. Hemos expuesto algunas tipologías para demostrar que se incluían edificios vinculados al poder político, la iglesia, lo académico, la diversión o la muerte, prácticamente los lugares más representativos en cada rincón de la ciudad de entonces.

 

Por otro lado, es importante distinguir que estilísticamente los edificios presentan la imagen de aquél entonces, una imagen que tiene mucho de finales del siglo XIX pero también decoraciones y elementos que se encontraban en auge a inicios del XX, principalmente asociados al academicismo y sus tendencias historicistas.

 

En algunos detalles, salvo en un caso que muestra un balcón cerrado, la mayoría de caricaturas expone el balcón de antepecho de fines del siglo XIX con balaustres; este elemento demuestra su uso constante y como participa en las relaciones sociales diarias. Otro elemento que aparece es el arco usado en la parte superior de accesos, balcones o ventanas; de la misma manera se distinguen las rejas de fierro forjado. Finalmente, las tecnologías que se nos presentan son las vigentes hace un siglo, así como sus sistemas constructivos.

 

Finalmente, el registro arquitectónico que presentamos, aunque es interesante son limitados en cantidad, consideramos que una muestra mayor abriría nuevas formas de interpretar la arquitectura de Lima de hace cien años.

 

-Desde su interpretación histórica

Lo evidente de las caricaturas (además de su trasfondo legítimamente humano) es la de presentar el contexto histórico y espacial que integra las tradiciones y lo contemporáneo; los edificios son escenario de eventos cruciales en la vida social, las calles son siempre lugar de conversaciones, presencias y miradas. Sin embargo también queda en claro que es una ciudad en construcción, una Lima que se está transformando aunque las imágenes nos parezcan muy tradicionales y conservadoras, desde las vestimentas de los personajes hasta los colores o estilos de las casas. Otro aspecto que es parte de la distancia que nos separa a esa Lima de hace cien años es el lenguaje, las palabras (a veces la jerga) y sin duda los gestos que se adivinan en el rostro los personajes. La arquitectura es complemento narrativo y el paisaje urbano se antepone incluso a la naturaleza (la cual pocas veces aparece), de esta manera rodea y eclipsa todo aunque no siempre reconozcamos los edificios aludidos pues ya han desaparecido. El tiempo también dibuja.

 

7. Reflexión final

Creemos que el sentido de la caricatura adquiere un interés social y su alcance es mayor cuanto más popular es su interpretación; la rapidez y ligereza de su lógica es coyuntural y sabemos que muchas veces sólo es identificable por la gente de su tiempo, sin embargo queda en exposición el mensaje intrínseco que deja la imagen intervenida y la reacción que de ella misma produce en el espectador a partir de analogías o metáforas; he ahí su riqueza.

 

En el Perú contemporáneo la caricatura es parte del lenguaje comunicativo diario y podemos apreciarlo no sólo en revistas o periódicos sino también en televisión o redes sociales. Pero, ¿Cuál es la intención de una caricatura? Según Carlos Tovar, Carlín, uno de los más grandes caricaturistas del Perú:

 

“la caricatura no se dirige de manera alguna a denigrar a la persona y no debe realizarse nunca para dar rienda suelta a sentimientos de animadversión personal. Por el contrario, la caricatura no hace sino retratar la realidad, exagerando, es decir, resaltando, rasgos y tendencias que de hecho están presentes en el rostro del personaje. Una caricatura puede resultar ferozmente crítica, pero sólo será buena si en ella podemos reconocer que todos sus rasgos característicos son absolutamente realistas, no de un realismo mecánico o fotográfico sino de un realismo que capta las tendencias para enfatizarlas por medio de la exageración” (Tovar 1989: 25 y 26).

 

La caricatura por lo tanto, además de la personalidad propia del retratado, adquiere una impronta personal en cada artista, su calidad humana e intelectual adquiere aquí relevancia. Queremos terminar con esta reflexión de Carlín:

 

“La caricatura y el humorismo son oficios nobles y muy serios. Lejos de ser la persona banal, superficial y festiva que mucha gente cree, el humorista es una persona notablemente seria, puesto que su trabajo se dirige siempre a rebuscar en lo profundo de las razones de las cosas.” (Tovar 1989: 27)

 

8. Referencias bibliográficas

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(1980). Arquitectura del Virreinato y la República. T. IX. Historia del Perú. Editorial Mejía Baca. Lima.

Gutiérrez, R. y P. Seminario. (2001). El ingeniero Teodoro Elmore Fernández de Córdova (1851-1920). (2001). Su contribución a la arquitectura peruana. Universidad Nacional de Ingeniería.137 p. Lima.

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Mariátegui, J.; de la Fuente, G. y Cavero, A. (1935). Lima en el IV Centenario de su fundación. Editorial Minerva. Lima.

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Rivera, R. (2006). Caricatura en el Perú. El Período Clásico (1904-1931). Biblioteca Nacional del Perú. Universidad de San Martín. 180 p. Lima.

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Velarde, H. (1970). Itinerarios de Lima. Guía de Monumentos y Lugares Históricos. Editorial Universitaria S.A. 101 p. Lima.

 

Carlos Alvino

jc_alvino@hotmail.com

arkeovitruvio@gmail.com

 


 



[1] [1] Graduado de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Ricardo Palma; graduado de la Escuela Académico Profesional de Arqueología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Egresado de la Facultad de Educación de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y de la Maestría en Arte Peruano y Latinoamericano de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.


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