“Desde el punto de vista de la información, los límites del
hombre, lejos de circunscribirse a los reducidos límites de su
cuerpo, se extienden hasta donde llegan sus medios de comunicación y de mando efectivo”
Barreda Delgado: 2004.
Introducción y deslinde.
Un universo tan complejo como fue el mundo andino, compuesto por muchas sociedades, en miles de años, sin recibir o confrontar influencias antes de la llegada de los castellanos, requiere de un análisis de sus diferentes sistemas de información y comunicación para saber cómo es que pudo mantenerse en forma tan homogénea.
Aparentemente, allí estaría la respuesta, en su aislamiento geográfico, pero las ciencias sociales tienen mayor interés en estudiar los factores diferenciadores, antes que los caracteres que podrían demostrar sus rasgos de parentesco y filiación, toda vez que se trata de varias sociedades distantes entre si, en el espacio y en el tiempo.
Si la sociedad más vigorosa, exitosa y desarrollada fue la de los incas, entre más de un centenar de otras sociedades anteriores o coetáneas en los Andes, debemos detectar los mecanismos y medios que fueran usados -desde milenios antes- para crear, organizar y transmitir de generación en generación, una “memoria” cultural que diese unidad a este importante proceso del desarrollo cultural andino.
Hubo –y hay- variables tanto en el espacio como en el tiempo, tantos ecosistemas y tantas respuestas y, sin embargo, la historia demuestra una notable homogeneidad. Y aquí radica el meollo de nuestro interés: primero, la conversión de la realidad ambiental a una realidad simbólica, y luego, transmitirla a través del tiempo para ser entendida en “unidades binarias”.
La percepción humana organiza una memoria estructurada a base de símbolos y –a su vez- la convierte en inteligencia adaptativa y acumulativa, la que sólo puede crecer en la medida –paralela- de la creación de sistemas de transmisión para esos símbolos a través del tiempo. Así -en símbolos- todo es memorizado y acumulado, conformando lo que entendemos por experiencia y “conocimiento”.
Lo que había sido una realidad natural en su entorno, fue convertida en otra realidad más aprehensible, manejable, plástica y transmisible. Sólo así, esa nueva “naturaleza”, recién podrá ser comunicada, es decir, hecha de uso “común”.
Un bien que se hace común dentro de una comunidad a través de la comunicación. Debido a esto, entendemos que el proceso se da en el campo conceptual y que cada concepto tiene referencia y significación dentro de una cultura.
La definición del problema central lo queremos puntualizar –para su estudio- en dos grandes conceptos: “Pachamama” y “Yanant’in”. En estas se centrará nuestro interés y análisis, pues son dos grandes concepciones del pensamiento andino.
La primera es referente de las nociones de “tiempo” y “espacio”, de las que deriva la existencia de las cosas. La segunda concepción es la sublimación de la noción del trabajo y se refiere a la obra humana -como producto social- que unifica a “ayudante-ayudado”, sin diferencias de grado o de exclusión. Ambas categorías comportan principios de “creación”, “animación”, “concurrencia”, “inclusión”, y “regulación”.
Ahora bien, si estos principios vertebran el pensamiento andino cuyo discurso fue básicamente oral, los queremos estudiar en su expresión visual, es decir, como manifestaciones artísticas, visibles, porque son las que han mantenido más estables en el tiempo y en tan diferentes espacios. Ambas categorías son a su vez cambiantes: El paisaje cambia en y con el tiempo, asimismo, el tiempo cambia según los paisajes, según la gestión social.
En el mundo andino, las nociones de espacio y tiempo son dos conceptos profundamente imbricados en el concepto de “pachamama”, conformando una unidad mayor. Talvez a partir de ésta se iría desarrollando las otras categorías del pensamiento.
En la cultura occidental, estos dos conceptos responden a complejas modificaciones históricas, tanto en su uso común, como en los campos de la Filosofía, la Tecnología y la Ciencia. Cada una de estas nociones de “espacio” como “tiempo” son multívocas, pues cada voz o concepto, tiene variadas acepciones, relacionadas con sus respectivas variables.
En el caso de nuestro lenguaje -el castellano- o en el caso del runa simi, uno y otro concepto necesitan un deslinde previo, ya que ambos expresan conceptos diversos. En algunos casos, una misma palabra puede expresarlos, como es el caso en el runa simi, en el que la palabra “pacha” es a la vez “tierra”, hembra, espacio productivo o maternal. Esta voz también funciona como “tiempo” (o “tempo”), como fenómeno eventual, masculino, modificador y reordenante.
Aparentemente, en castellano, también son conceptos que en determinados “momentos” coinciden para sus definiciones, pues se puede decir que “espacio” es “transcurso de tiempo entre un punto y otro”, “tardanza, lentitud” (1), y casi de la misma forma se define “tiempo”, como la distancia entre un punto y otro, o como “Lugar, proporción o espacio libre entre otras actividades” (2).
Pero en otros idiomas, como el inglés –por ejemplo- las cosas y -entre éstas la tierra o el tiempo- no tienen género, pues no son ni hembras ni machos.
Entonces, si en la lengua andina que mejor conocemos, se trata de dos conceptos diferentes, que a la vez pueden ser expresados con una misma voz, es deducible que los mensajes que hay en una lengua, también lo estén en todas las otras creaciones de esa época, muy especial en el arte como creación social.
Si las ideas en un lenguaje oral (canal temporal) pueden ser convertidas a imágenes -o a escritura- (canal espacial), debemos aclarar que no conocemos esos lenguajes, pues “La realidad tal como la comprende el hombre de hoy, escapa al lenguaje por arriba y por abajo” (Aranguren 1975: 216), lo que podría sugerir que nuestro lenguaje no es equivalente en sus ideas expresadas al nuestro, en la medida que el mismo ambiente, el de nuestras sociedades antiguas, ya no es el mismo que nosotros ahora vemos o conocemos.
Es evidente que para el artista andino –desde muy temprano- los conceptos convertidos a ideas a representar para su percepción visual, no corresponden a las ideas que nosotros –con otro lenguaje y con otras ideas- podamos entenderlas. Por esto, podemos deducir que el ejecutante o artista, los haya diferenciado como “unidades menores” y fusionado para configurar una “unidad mayor”, tal como aparece expresado –o registrado- en las diversas obras artísticas anteriores a la llegada de los castellanos.
Y aquí surge otro problema: ¿Cómo representaron en un lenguaje no oral, esos conceptos? ¿Cómo debemos leer y entender en las imágenes visuales, tales conceptos?... Intentaremos demostrar cómo es que en las otras formas de expresión, ya sea el arte, la textilería, orfebrería, pintura mural, etc., es decir, en todos aquellos sistemas de expresión, visualmente perceptibles, también habrían servido para canalizar mensajes cargados de simbolismo.
Por ejemplo, en las artes del dibujo, de la pintura, la escultura o, aún el drama, dos categorías diferentes pueden estructurar un nuevo espacio simbólico que, representando al espacio real y natural de su entorno –a la vez- represente al tiempo de los sucesos allí acaecidos o acontecidos. Así mismo, cómo “una” acción ritual -o “una” ceremonia- siendo unidades informativas, son a su vez conjuntos de componentes binarios que, en síntesis, condujeron a la reproducción de un “espacio sagrado” y un “tiempo sagrado” en un mismo momento actualizado.
Estaremos llamando “espacio plástico” al espacio creado por el artista –o actora aquel que es creado de acuerdo a necesidades eventuales, con dimensiones virtuales y variables, espacio en el cual aparecen las representaciones. En este sentido, ampliamos el referente, usado para los artistas “plásticos”, como aquel donde dibujan o pintan, organizando proporciones, dimensiones, profundidades o luces, a su buen entender.
Pues, en este caso, es más amplio por el agregado del “tiempo”. Queremos entender y demostrar cómo es que en ese “espacio plástico” organiza objetos, seres y acontecimientos, objetos y sujetos a ser comunicados, cambiando en el tiempo. Ese es uno de nuestros objetivos, entender las imágenes que aparecen en un espacio bidimensional, representando –paralelamente- la cuarta dimensión de dicho espacio, o sea al “Tiempo”.
Es evidente que para los ejecutantes de entonces, conociendo los cánones y maneras de expresarse y representar las cosas, no debió serle tan difícil, porque no fue una creación en un momento dado, sino parte de un largo proceso acumulativo, convertido en memoria cultural (3).
En cambio, para nosotros que estamos fuera de su cultura, es posible que esto nos parezca algo enredado o sofisticado, por decir lo menos, por eso será necesario que se explique la manera y el “cómo” nuestros antepasados disponían los conceptos dentro de un sistema informacional, ya sean palabras o formas, hechas imágenes –en ese “espacio plástico”- para hacer entendible ese discurso que nos es cercano y lejano a la vez.
VIDEO DE CONFERENCIA DEL DR. CAMPANA DELGADO
SOBRE EL TEMA DE ICONOGRAFÍA Y ELEMENTOS
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(1) Diccionario de la Lengua Española, 19 Edic. Madrid, 1970. Tiene 17 acepciones.
(2) Diccionario de la Lengua Española, 19 Edic. Madrid, 1970. 20 acepciones, más las formas del verbo. En el Larousse de 2002, aparecen varias acepciones nuevas para ambos conceptos, así relacionados.
(3) 3 Esta investigación usará de las propuestas metodológicas que aparecen en el libro de “LA HISTORIA COMO SISTEMA ADAPTATIVO. Cibernética e Historia”, de A. Barreda Delgado, Fondo Editorial de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega. 2004, Lima.
BIOGRAFIA DEL DOCTOR CRISTÓBAL CAMPANA DELGADO
Nace en Santiago de Chuco, La Libertad, el 26 de julio de 1938. En su vida desarrolló una impecable trayectoria de investigación y de trabajo por la forja de la identidad. Sus primeros estudios los realizó en su natal Santiago y Trujillo. Ya en la secundaria fue alumno del colegio San Juan, y diversos colegios de nuestra ciudad y de Lima.
Sus estudios superiores los realizó en la Universidad Nacional de Trujillo y en la Universidad Nacional de Chile. Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Técnica del Estado. Chile. Además: Universidad de “Río Piedras", Puerto Rico y en la Universidad Particular Garcilaso de la Vega, Lima.
Incursionó en arte y la cultura los cuales fueron sus principales intereses participando como jurado de eventos artísticos a nivel nacional y regional. Además, fue muy crítico en el arte y un notable periodista que tuvo la oportunidad de generar boletines y revistas con columnas especializadas en temas de arqueología, historia, historia del Arte, ecología, folclorología, iconografía, así como en medicina autóctona y tradicional.
Estuvo muy ligado a los campos de actividad artística y cultural, desarrollando el arte dramático, música, pintura, folclore, artes plásticas.
Es un ejemplo a seguir para los estudiantes contemporáneos. En 1965 optó el título de Profesor de Historia y Geografía, en la Universidad Nacional de Trujillo. Su tesis fue: “Enseñanza, Comunicación y Sociedad”. En 1998, realizó una maestría sobre “Ecología Andina”, en la Universidad Privada Garcilaso de la Vega, y su tesis abordó el tema de: “Los huachaques: Cultivos en Ecosistemas Áridos”.
Avanzó seis ciclos del doctoral en Sociología, mientras trabajaba en la Unidad Ejecutora 110 del Complejo Arqueológico de Chan Chan, en Trujillo.
Además, obtuvo diversas becas a nivel nacional e internacional, siendo las principales en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Universidad Nacional de Trujillo y Fulbright; y en el exterior, en la Universidad de Chile, Puerto Rico y en la Universidad de Columbia, USA. Asimismo, estudió en el Instituto Nacional de Cultura y la UNESCO.
El Dr. Cristóbal Campana no se guardó nada y decidió compartir sus conocimientos, es así que decidió postular al Concurso de Méritos y Oposición, logrando su acceso a la Universidad Nacional de Lambayeque.
Porteriormente, ingresó a la docencia en la Universidad Nacional de Trujillo; con los años, pasó a diversas universidades como la Universidad Federico Villarreal, Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga, UNMSM, entre otras.
Tenía el claro conocimiento que sin la investigación nuestro país no podría desarrollarse; por ello, decidió realizar un sinfín de investigaciones ligados a la cultura Chavín, precolombina, Pizarro, el antiguo Perú, Chan Chan, los cuales conllevó a escribir 18 libros que quedarán como base para el aprendizaje en las próximas décadas.
Finalmente, no podemos dejar de mencionar la responsabilidad que tuvo como directivo y funcionario de organismos estatales y privados, participando intensamente como Supervisor del centro zonal de Chan Chan, Director del Instituto Nacional de Cultura en La Libertad. Fue director del Centro Regional Sur de Investigación y Restauración de Bienes Monumentales en Cusco, Director de la Escuela Regional de Arte Dramático en Trujillo, Director del Centro Regional de Defensa del Patrimonio Cultural de la Región Norte y Asesor ad- honorem de la Alta Dirección en Asuntos Internacionales del Instituto Nacional de Cultura, en Lima.
Hay que recordar, además, que fue diputado electo al Congreso Nacional de la República del Perú en 1985 y 1990.
En esa época, lideró importantes comisiones como Presidente de la Comisión Nacional de Cultura del Congreso de la República, Vicepresidente de la Comisión de Ecología y Recursos Naturales, Vicepresidente de la Comisión Nacional de Educación y Cultura, Presidente de la Comisión Investigadora de Las Conchas de Abanico, Presidente de la Comisión Investigadora de las SAIS, PUNO. Deja un gran legado y una valla alta .
TRABAJOS DE INVESTIGACIÓN PUBLICADOS EN LIBROS O REVISTAS ESPECIALIZADAS, del Perú y el extranjero.
1974 "Una primera integración regional pre Chavín" en: Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Trujillo.
1983 "Estudio de una Maqueta Precolombina", en "Ciencia et Praxis" Universidad de Lima. Lima.
1984 "Trujillo a la llegada de Pizarro" En: DAU. Revista de Diseño y Urbanismo. Lima
1988 "Hoyas Artificiales Prehispánicas" en Actas del Seminario: México. MÉXICO.
1993 "La Boca Felínica en el Arte Chavín". En: Revista del Museo de Arqueología. Univ. Nacional de Trujillo.
1994 La Medicina en el Antiguo Perú. (Para Instituto Paz Soldán). Lima
1994 "El Entorno cultural en un Dibujo Mochica". En Moche: Propuestas y perspectivas. Santiago Uceda y Elias Mujica Editores. Lima 1994
1997 “La Chufla y la Chochoca”. Ms. Actas del XIV Congreso Internacional de Folclore. Cusco. Perú
1999 “Notas para un estudio antropológico de los Graffiti”, En: RUNAMANTA. Revista de la Facultada de Humanidades de la U.N.F.V. Escuela de Antropología.
1999 “Dos dibujos mochicas de arquitectura” En: ARKINKA, Revista de Arquitectura, Diseño y Construcción. Lima.
2000 “Estudio de un huaco Recuay: Arquitectura e iconografía”. En: ARKINKA Revista de Arquitectura, Diseño y Construcción. Lima.
2000 “Espacio y Tiempo para una Antropología del Ciberespacio” En: TIPSHE, Revista de la Facultad de Humanidades UNFV.
2002 “Estructura de una Deidad Chavín. En ARKINKA, mayo
2003 “Del Humedal al Huachaque”. En: SIAN. Revista de Arqueología. Trujillo- Perú.
2004 “Los Caminos de Chan” En: ARKINKA, Mayo del 2004.
2004 “El Triángulo Escalonado en la Iconografía Andina”. En: ARKINKA, Noviembre. Lima Perú.
2005 El Alto de las Guitarras: En: PACARINA. Universidad Nacional de Jujuy. Argentina.
2005 “Prisionero del Tiempo: un sacerdote en el Alto de las Guitarras”. En ARKINKA, julio. Lima Perú.
2006 “ESPACIO Y TIEMPO RITUALES”. Conferencias en U. N. M. S.M. y publicadas en Arkinka: Agosto 2006, Perú.
LIBROS: TEXTOS UNIVERSITARIOS Y DE CONSULTA:
1969 "CHAVÍN Y CHIMÚ: MATERIALES Y TÉCNICAS EN LA ESTRUCTURACIÓN ARQUITECTÓNICA". (96 pp) Edit. Naymlap. Chiclayo. 500 ejemplares.
1970 "HAMBRE, SEXO Y COMUNICACIÓN". 112 pp. Edic. TEA. 1000 ejemplares. Trujillo
1970 "CHAVÍN. DIOSES, SÍMBOLOS Y ESTILO" 96 pp. Edit. Àvalos 500 ejemp. Trujillo
1971 "ESTILÍSTICA DEL ARTE CHAVÍN" 68 pp. Edic. TEA. 500 ejemplares.
1978 "LOS CHIMÚS". 148 pp. Centro Editor de América Latina. 2,000 ejemplares. Buenos Aires, Argentina
1983 "LA VIVIENDA MOCHICA". 116 pp. Varese Editores. Trujillo (3 edics. 1,000 ejemplares. c/u)
1994 "LA CULTURA MOCHICA". 172 pp. (CONCYTEC) Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del Perú. 2000 ejemplares. Lima.
1995 "ARTE CHAVIN: ANÁLISIS ESTRUCTURAL DE FORMAS E IMÁGENES". 270 pp. Libro ganador de Concurso de Investigación Docente. Edit. UNFV: Lima. 2000 ejemplares. Lima
1995 "UNA DEIDAD ANTROPOMORFA EN EL FOMATIVO ANDINO". 116 pp. A&B. BELLO, Editores. 1000 ejemplares. Lima.
1997 "HISTORIA DE UNA DEIDAD MOCHICA". 120 pp. A&B. BELLO Editores. 1000 ejemplares en la primera edición. Lima.
1998 “DINÁMICA DE LA CULTURA PERUANA ACTUAL”. 246 pp. 3000 ejemplares. Editorial San Marcos. Lima. Hay Segunda edición revisada, publicada en enero del 2000 por CECCPUE, Colección Bachiller, 3000 ejemplares. Univ. Nac. Federico Villarreal. Lima.
1999 “VICÚS Y LA ALFARERÍA NORANDINA”. 156 pp. A&B Bello Editores. 1,500 ejemplares. Lima.
2000 “CULTURA Y SOCIEDAD”, Edición para Educación a Distancia. 3000 ejemplares. U.N.F.V., Lima.
2000 “TECNOLOGÍAS CONSTRUCTIVAS DE TIERRA EN LA COSTA NORTE PREHISPÁNICA” Publicado por I.N.C. Trujillo-, PAT. 99,- CRAterre\EAG, ICCROM, GCI). 140 pp. A&B Bello Editores Lima.
2006 “CHAN CHAN DEL CHIMO”, Editorial ORUS. 410pp. Formato A4. Setiembre de 2006. Lima, Perú.
2012 “ARQUITECTURA Y CEREMONIA EN CHAN CHAN” Edit:. Fondo Editorial de la Universidad Privada Antenor Orrego”. Trujillo.
2013 UNA SERPIENTE Y UNA HISTORIA DEL AGUA. Notas para un estudio del Alto de Las Guitarras”.
2015 “ICONOGRAFÍA DEL PENSAMIENTO ANDINO” .
“HUMEDALES, HUACHAQUES Y LA CIVILIZACIÓN ANDINA”. (Desde diciembre de 2013.
“TECNOLOGÍAS DE SUBSISTENCIA EN LOS ANDES” ( desde Abril 2014)
FUENTES DE INFORMACIÓN
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