Machupicchu, es el nombre moderno de una de las obras mas notables del Tawantinsuyo, muchos la denominan "ciudadela" que según la edición digital del Diccionario de la Lengua Española significa: "Recinto de fortificación permanente en el interior de una plaza, que sirve para dominarla o de último refugio a su guarnición" (1). Esta definición oficial del término no se ajusta en lo mínimo a lo que fue Machupicchu en la época del Tawantinsuyo. Tal vez el término mas cercano sea "llacta" palabra procedente de idioma inca Quechua o Runa Simi.
Como se puede observar, Machupicchu (ignoramos cual habrá sido su verdadero nombre) no solo es el agrupamiento de construcciones en la parte superior de la montaña vieja, es también el conjunto de sus espacios abiertos, las vías internas, la red de caminos que salen hacia otros asentamientos, los canales hidráulicos, los andenes con tierras y cultivos para alimentar a los residentes, los lugares y recintos ceremoniales cercanos y lejanos, y por supuesto incluye también las montañas, el río sagrado Wilcamayo que discurre rumoroso en la parte inferior de las montañas y rodea a Machupicchu.
Esta llacta inca fue diseñada y construida con la firme convicción de formar un todo unitario con el paisaje, el río y las montañas, dentro del pensamiento andino de construir sin dañar la naturaleza, integrándose a ella, y haciendo una unidad armónica e indisoluble.
Machupicchu como parte de las llactas incas alineadas en el eje del sur este al nor oeste desde Tiahuanaco, pasando por Pukara, Cusco y otros asentamientos hasta Cajamarca, a este eje se le denomina "La Ruta de Wiracocha" descubierta por María Scholten d´Ebneth. |
Vista aérea de Machupicchu con construcciones agrupadas en "barrios", entre espacios abiertos a manera de plazas, caminos, andenes y canales de aguas, todo en armonía con la naturaleza. |
Hace 9 años nuestra Revista publicó una de las obras que describe e interpreta mejor lo que fue Machupicchu, esta obra se denomina "Grandeza de Machupicchu" del historiador cusqueño el Dr. Alfredo Yépez Miranda (1908-1997), catedrático universitario y Rector de la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco, el texto fue escrito en el año 1968, nos permitimos reproducir algunos fragmentos de esta obra para conocer y entender mejor Machupicchu:
"Las pirámides expresan el alma del Egipto antiguo, en ellas, grabadas en piedra está el contenido de la filosofía egipcia, del culto de los muertos, de la idea de la inmortalidad del alma y del pensamiento cotidiano del egipcio antiguo, de considerar la vida pasajera como un camino hacia el más allá de la muerte, como una posada fugaz, como un momento que ha de pasar y terminar en el horizonte desconocido de la muerte. La filosofía de la eternidad de la muerte, es la clave del pensamiento egipcio, está sustentada por esa diaria contemplación del sol que muere en la noche, del Nilo que es devorado por la sed del desierto; los dos fundamentos esenciales de la vida egipcia: el sol y el Nilo mueren en la noche y en el desierto.
Las columnas del Parthenón, las estatuas de la Venus de Milo y el Discóbolo son el símbolo "del alma griega, de la profunda filosofía de buscar en la belleza la armonía espiritual, de sentir en la libertad la suprema belleza, este pensamiento de la armonía como ordenadora del mundo fue consecuencia del espectáculo diario de un cielo maravilloso, que hacía juego con la belleza indescriptible las montañas y costas del Mediterráneo, junto a las cuales el Mar Egeo, de un azul profundo, completaban el marco de un espectáculo grandioso.
Como expresión del arte en el Perú Antiguo, para explicar el sentimiento filosófico de los incas, de la idea de la eternidad de la vida y de la belleza, como eje, base y fundamento del pensamiento incaico que originó la formación del gran Imperio Tahuantinsuyano, pongamos ese monumento milenario y admirable de Machupicchu, para descifrar los enigmas que guardan celosamente sus piedras sagradas, para describir el pensamiento que animó a sus constructores. Las tres mil escalinatas que ascienden desde el fondo del río rumoroso hasta las cumbres de Machupicchu, son el mensaje de la eternidad de la vida expresan el culto a la vida, a la belleza. Escalar la cumbre es el camino hacia la amplitud del horizonte, camino al Cielo, al infinito, dominio espiritual de lo físico, ese amor a las cumbres veneradas como dioses, no conocieron egipcios ni griegos, está en el fondo de la religión inca.
Caminar en Machupicchu, hacia la cumbre, es cumplir una función física y espiritual, ascender significa mayor amplitud de horizontes, dominar mayor extensión con la vista, ascender, es el encuentro con el milagro de nuevas sorpresas, de nuevas maravillas, surge así el sentimiento estético de amor a lo grandioso, comprensión de lo bello, que adquiere un sentido espiritual, ascender a las cumbres, fue para el hombre imperial, ir al encuentro de la espiritualización, fue ir en busca de la divinidad, fue por eso Machupicchu, un refugio espiritual de los amautas, una montaña sagrada, un adoratorio como Pachacamac en la costa. Se dice que los peregrinos ascendían al Intihuatana para "oír" a la divinidad; asimismo, fue un templo, el templo del culto a la vida, en sus simbólicas formas del culto al agua, el culto a las cumbres, el culto al sol.
Imagen de un cóndor andino volando en el Hanan pacha, dominando los cielos, este vuelo debió inspirar a quienes trazaron Machupicchu, dándole esta figura para mostrarla a sus dioses. |
Fuentes de agua en Machupicchu, para fines rituales, se daba culto al agua, fuente de vida, la hidráulica inca en Machupicchu es realmente notable, hay estudios que comprueban su maestría. |
El culto al agua se observa en sus maravillosas fuentes. El culto a las cumbres aparece en sus magníficos altares donde las cumbres están representadas. Por el Oriente, como símbolo de la juventud de la vida está el río que llega, el día que amanece, la luz que surge tras la noche, las escalinatas que ascienden a la cumbre, por eso en el Templo de las Tres Ventanas, ellas están orientadas hacia la luz que llega al amanecer, hacia el rumor del río que canta en Oriente, hacia las cumbres gigantes del levante, que se elevan como un desafío hacia el cielo; en cambio, hacia el Poniente, está el río que se va como una despedida, está el mundo de la noche, con su insondable misterio, el mundo donde reina Mamaquilla.
Machupicchu, es obra de arquitectos convertidos en poetas, o de filósofos que manejaron la piedra, allí la naturaleza y el hombre rivalizan para decir su mensaje de belleza y divinidad. Llegar al Intihuantana es llegar a las ventanas para buscar el cosmos allí se siente la sensación más grande de espiritualidad, el Intihuantana fue para los constructores de Machupicchu el mirador de lo infinito, el lugar sagrado, desde donde se siente la inmutabilidad de la vida. El culto al agua está representado en Machupicchu, Ollantaytambo y Tambomachay, en los surtidores que cantan la inmortalidad de la vida, mientras las estrofas de los poetas se congelaron en las piedras de sus muros, el culto a las cumbres, al misterio de las altas montañas, que con los cielos llenos de hondura y de profundidad, conmovían a los hombres, con una ansia de infinito y de eternidad que estremecían sus almas, está en los altares de Machupicchu en el templo de Ccoricancha, en ese adoratorio admirable de Qquencco, donde se rindió culto a la belleza y a la vida.
En las piedras de Saccsayhuamán, Ollantaytambo, Ccoricancha y Machupicchu, están esas formas mórbidas y sensuales de las piedras, de las que hablan los pensadores que ahora nos visitan, son expresión del sentimiento de amor a la vida, que pusieron los artífices cuzqueños, al cantar en la piedra la idea de eternidad, porque como dijimos, fueron poetas que ensamblaron estrofas en piedra y filósofos que se estremecieron con la idea de eternidad.
Esta idea de eternidad de la vida está presidiendo como clave fundamental todos los aspectos espirituales de la organización imperial. En la fiesta del Inti-Raymi, fiesta en honor del Dios Sol, fiesta de la Pascua del Sol, del Sol que llega joven por Oriente para cruzar el cielo, dando vida con sus rayos al mundo, la alegría jubilosa de las multitudes reunidas como expresión de síntesis de todo el mundo en la Plaza de Huaccaypata, fiesta en la que participaban también el cortejo de momias de los emperadores fallecidos, con sus quipuccamayoc, que cantaban sus glorias, es la expresión del culto a la vida, a la juventud del sol que no muere, al imperio que no muere, donde están también vivos con su obra, los emperadores desaparecidos, este paseo de momias, así como el culto que se rendían en los hogares a los padres desaparecidos, teniendo presente sus "malquis" para todos los actos de la vida, es otra demostración de la filosofía de la eternidad de la vida, frente a la muerte, como expresión filosófica incaica.
Como fundamento filosófico del Egipto antiguo, está la idea de la eternidad de la muerte; como fundamento filosófico del pueblo griego, está la idea del amor a la armonía y la libertad, como fundamento filosófico del pueblo del Antiguo Perú está la idea clave de la eternidad de la vida y la belleza"
Machupicchu, es obra de arquitectos convertidos en poetas, o de filósofos que manejaron la piedra, allí la naturaleza y el hombre rivalizan para decir su mensaje de belleza y divinidad. Llegar al Intihuantana es llegar a las ventanas para buscar el cosmos allí se siente la sensación más grande de espiritualidad, el Intihuantana fue para los constructores de Machupicchu el mirador de lo infinito, el lugar sagrado, desde donde se siente la inmutabilidad de la vida. El culto al agua está representado en Machupicchu, Ollantaytambo y Tambomachay, en los surtidores que cantan la inmortalidad de la vida, mientras las estrofas de los poetas se congelaron en las piedras de sus muros, el culto a las cumbres, al misterio de las altas montañas, que con los cielos llenos de hondura y de profundidad, conmovían a los hombres, con una ansia de infinito y de eternidad que estremecían sus almas, está en los altares de Machupicchu en el templo de Ccoricancha, en ese adoratorio admirable de Qquencco, donde se rindió culto a la belleza y a la vida.
En las piedras de Saccsayhuamán, Ollantaytambo, Ccoricancha y Machupicchu, están esas formas mórbidas y sensuales de las piedras, de las que hablan los pensadores que ahora nos visitan, son expresión del sentimiento de amor a la vida, que pusieron los artífices cuzqueños, al cantar en la piedra la idea de eternidad, porque como dijimos, fueron poetas que ensamblaron estrofas en piedra y filósofos que se estremecieron con la idea de eternidad.
Esta idea de eternidad de la vida está presidiendo como clave fundamental todos los aspectos espirituales de la organización imperial. En la fiesta del Inti-Raymi, fiesta en honor del Dios Sol, fiesta de la Pascua del Sol, del Sol que llega joven por Oriente para cruzar el cielo, dando vida con sus rayos al mundo, la alegría jubilosa de las multitudes reunidas como expresión de síntesis de todo el mundo en la Plaza de Huaccaypata, fiesta en la que participaban también el cortejo de momias de los emperadores fallecidos, con sus quipuccamayoc, que cantaban sus glorias, es la expresión del culto a la vida, a la juventud del sol que no muere, al imperio que no muere, donde están también vivos con su obra, los emperadores desaparecidos, este paseo de momias, así como el culto que se rendían en los hogares a los padres desaparecidos, teniendo presente sus "malquis" para todos los actos de la vida, es otra demostración de la filosofía de la eternidad de la vida, frente a la muerte, como expresión filosófica incaica.
Como fundamento filosófico del Egipto antiguo, está la idea de la eternidad de la muerte; como fundamento filosófico del pueblo griego, está la idea del amor a la armonía y la libertad, como fundamento filosófico del pueblo del Antiguo Perú está la idea clave de la eternidad de la vida y la belleza"
Detalle estilizado de la cabeza del cóndor cuyo cuerpo y alas está representando por la roca natural hallada en el lugar y la construcción adicional realizada para completar la forma del animal. |
En lugares altos donde no hay mayor interferencia de montañas, se tenían estas rocas talladas con un gnomon para poder observar el movimiento del sol, se les llamó "intihuatanas" que quiere decir amarrarse o alinearse al sol, la idea era conocer la trayectoria solar para así orientar las construcciones de tal modo que capten la energía solar el mayor numero posible de horas.
Para finalizar, hay tanto que decir sobre Machupicchu, nuestra maravilla mundial, un logro verdaderamente trascendente de nuestros antepasados, Machupicchu tiene lecciones para nuestros tiempos, de como construir respetando la naturaleza, de como hacer un lugar tan especial con los materiales que se encontraron en el lugar, como construir logrando la integración a las líneas y formas de la naturaleza,etc.
Termino con un párrafo de la obra citada del Dr. Alfredo Yépez Miranda, que muestra la esencia de Machupicchu:
"Machupicchu, es obra de arquitectos convertidos en poetas, o de filósofos que manejaron la piedra, allí la naturaleza y el hombre rivalizan para decir su mensaje de belleza y divinidad.
Llegar al Intihuantana es llegar a las ventanas para buscar el cosmos allí se siente la sensación más grande de espiritualidad, el Intihuantana fue para los constructores de Machupicchu el mirador de lo infinito, el lugar sagrado, desde donde se siente la inmutabilidad de la vida"
EL ARTICULO PUBLICADO HACE 9 AÑOS
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(1) ciudadela (Del it. cittadella, con infl. de ciudad) Recinto de fortificación permanente en el interior de una plaza, que sirve para dominarla o de último refugio a su guarnición. (REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA ) https://dle.rae.es/ciudadela
(1) ciudadela (Del it. cittadella, con infl. de ciudad) Recinto de fortificación permanente en el interior de una plaza, que sirve para dominarla o de último refugio a su guarnición. (REAL ACADEMIA DE LA LENGUA ESPAÑOLA ) https://dle.rae.es/ciudadela
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