Los acontecimientos corporativos de nivel mundial exigen cada vez más el uso de recintos capaces de albergar presentaciones a una escala épica. Pocas instalaciones ofrecen una mezcla flexible de espacios para conferencias, exposiciones, actuaciones en vivo, conciertos y encuentros corporativos de cualquier dimensión, desde eventos íntimos hasta otros con una gran afluencia.
El Scottish Exhibition and Conference Centre (SECC) es el primer recinto de su especie realizado a esta escala en el Reino Unido y uno de los únicos cuatro de Europa con cabida para más de 3.000 delegados. En el contexto de un presupuesto muy ajustado, el desafío consistió en crear un contenedor económico para todos los elementos de un encargo complejo (auditorio, salas de exposición y vestíbulos) que definen el contexto de lo que podría concebirse como una sala industrial.
La solución se inscribe en el espíritu de las tradiciones de la construcción naval del Clyde y del emplazamiento del centro de conferencias en el muelle Glasgows Queens Dock. Se utiliza un material laminado plano para revestir una serie de cascos con armazón que envuelven distintos elementos, incluido el torreón de tramoyas del auditorio. Estas estructuras solapadas revestidas de aluminio, reflectantes durante el día e iluminadas de noche, crean un perfil característico en el horizonte urbano.
En el interior, esta sala industrial requiere un entorno neutro con todos los servicios, que pueda transformarse para dar cabida a una amplia variedad de eventos. Para ello, la sala de conferencias presenta unas instalaciones técnicas de última generación, dotadas de alas y de servicios completos entre bambalinas, y ofrece la flexibilidad suficiente para poder conducir grandes camiones directamente hasta el escenario.
El teatro principal incorpora sistemas de votación electrónicos, traducción simultánea, sistemas de proyección y cabinas de control de sonido. Los visitantes acceden a esta colección de instalaciones desde el este, atravesando una puerta protegida por la marquesina que forma el arco de la cubierta. Desde la zona de inscripción, pueden internarse en una sala de conferencias con capacidad para 300 personas o bien ascender al vestíbulo de la primera planta, que conecta el auditorio y una red de espacios expositivos y de descanso.
El edificio, que envuelve todos estos elementos, despliega una forma simbólica que caracteriza su emplazamiento y se ha convertido en símbolo de la ciudad. Gracias a ello ha ayudado a reforzar la reputación de Glasgow como destino internacional de negocios y le ha permitido competir con instalaciones de conferencias y exposición de todo el mundo.
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