APUNTES - REVISTA DIGITAL DE ARQUITECTURA: Parques recreativos y juegos infantiles, alternativas novedosas

El parque tradicional, donde nuestros padres nos llevaban a jugar (y ahora algunos llevamos a nuestros hijos), tiene una estructura más o menos tradicional: un tobogán por aquí, un columpio con un agujero debajo por allá, un balancín, un suelo de tierra lleno de cáscaras de pipas… ¿Cambiará esto algún día?

Pues resulta que muchos esperan que así sea: de hecho existen un creciente número de empresas y arquitectos que ya han presentado propuestas de espacios de juego más modernos, coloristas y destinados a aprovechar mejor el entorno urbano.

Aquí tenéis algunas de los diseños que más nos han gustado, aunque vemos difícil que acaben popularizándose.

El “Schulberg”, de Annabau

Wiesbaden, Alemania

La idea de Annabau es aprovechar el espacio natural del parque e integrar diseño en el medio urbano. Las piezas de acero con una red para ir pueden instalarse de manera modular y a diferentes alturas. Están rematadas por cuerdas en las que balancearse y platos giratorios. Cuidadín con los más gamberros, que esas redes piden a gritos ser cortadas.

Escaleras Mobius, de Landscape Structures

Delano, Minnesota

¡A trepar! Esta propuesta cuenta con el apoyo de diferentes pediatras y terapeutas infantiles. Una larguísima Banda de Möbius que se extiende, retuerce, se eleva y desciende, y que el niño puede explorar trepando con los soportes de resina que rematan su recorrido. Especialmente indicado para superar desórdenes en el proceso sensorial.

El Wall-Holla, de Carve

Amsterdam

Un laberinto vertical en el que alguno se sentirá como la bola de un pinball. Y en su interior, tenemos de todo: una portería de fútbol, una pequeña fortaleza, un muro para escalar… Un concepto tridimensional que se convierte en una manera inteligente de ganar espacio en lugares donde este no abunda: mide 15 metros de largo y casi 5 de alto.

Monstrocity, de Bob Cassily

Museo de St. Louis.

Si el futuro es apocalíptico, todos los parques se parecerán a este. Un intrincadísimo laberinto de tubos y redes que se conectan entre sí y con dos fuselajes de aviones, una torreta, tres furgonetas y una cúpula. Todo rematado por un tobogán de tres pisos. Y tranquilos: todas las escaleras y pasillos están cubiertas de una red de metal para evitar caídas.

Neos, de Playworld Systems

Lewisburg, Pennsylvania

Un parque mucho más convencional, que rodea a los chicos con una estructura metálica con varias cápsulas que incluyen sensores de luz y presión. La intención de Playworld Systems es que al jugar, realicen una serie de ejercicios aeróbicos, persiguiendo la luz en los diferentes paneles. Este “Neos” añade un toque de videojuego de lo más moderno: así no echan de menos la Wii cuando salgan a jugar a la calle.

Snug, de Snug & Outdoor

Londres

El Snug es la entrada más colorista de todas las que nos ocupan hoy, y recuerda a uno de los “gusanos locos” de la feria. Un total de nueve objetos sirven de campo de juego a los niños: túneles, muros, superficies ondulados… Diseñado por un equipo de hermano y hermana, está pensado para reclamar espacios no utilizados, para reconstruir parques y jardines con una zona de juegos.

El triángulo de las bermudas, la ballena azul y las casas ondulantes

Monstrum Hvidovre, Dinamarca.

Tres son los conceptos que proponen, para estimular la imaginación del niño con estos tres entornos diferentes, en los que imaginar diferentes aventuras. El primero, un avión estrellado por el que subir, saltar… se puede explorar la cabina y descansar en sus alas. Ideal para un pequeño fan de Lost.

El segundo remite directamente a Pinocho y nos propone explorar el interior de una ballena. De madera, claro está; y también con varias alturas y de vivos colores.

El tercero es una serie de casas retorcidas, también con varias alturas, y conectadas entre si por puentes y escaleras. ¿Por qué están las casas deformes? Son detalles que completará la propia mente del chaval, mientras juega.

Geometry Playground, Museo The Exploratorium,

San Francisco

La idea de este Museo de ciencias Exploratorium de San Francisco ya ha propiciado interés de otras instituciones. Su intención es que el niño pueda explorar tranquilamente la instalación y probar diferentes juegos que les exponen a las complejidades de las formas geométricas. Curvas parabólicas, espejos curvos, estructuras de formas apiladas, bloques de construcción que brillan… Educativo y divertido.

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El parque Jagatani

Tamana, Japón

Toboganes. ¿A quién no le gustan los toboganes? Los japoneses, en parques como estos, han encontrado la manera de deslizarse durante cientos de metros sin trastornar el entorno. Estas rampas siguen trayectos de caminos y desniveles, se pierden entre los árboles y colinas, buscando ofrecer a grandes y chicos una nueva manera de apreciar los paisajes naturales. Aunque también existe el concepto en versión más recogida, para instalar en parques más chiquitos.