La Comunidad de Madrid presenta la Guía de Criterios de Sostenibilidad en la Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural Inmueble, un libro digital concebido como un instrumento de trabajo para todos los actores que desarrollan su actividad en este sector.
El objetivo del compendio, desarrollado en el seno de la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura, Turismo y Deporte, es aplicarlo progresivamente a todas las actuaciones que se lleven a cabo en la región, comenzando con un proyecto piloto.
La publicación del volumen - disponible en PDF - ha tenido lugar hoy, coincidiendo con el Día Internacional de los Monumentos y Sitios, cuyo lema este año es Patrimonio y Clima. Se trata de una acción promovida por el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, conocido como ICOMOS, para apoyar la diversidad del patrimonio cultural, su protección y su conservación.
La Guía constituye una herramienta de uso fácil con la que poder aplicar criterios de sostenibilidad en proyectos y obras de conservación y restauración, para adaptarse al marco establecido por distintas iniciativas a nivel internacional, europeo y nacional, como la Agenda 2030 o los fondos europeos Next Generation.
Con una vocación eminentemente práctica, el documento incluye medidas de aplicación directa, diferenciadas para cada uno de los agentes que intervienen en el proceso de restauración y mantenimiento de un inmueble: órgano promotor de la Administración Pública, redactores de los proyectos, directores de obras, empresas constructoras, usuarios y equipos de mantenimiento.
SPARTIA - CARLOS CAMPOS GONZÁLEZ
Hay que señalar que el edificio de la Catedral de Santa María la Mayor de Cartagena es Bien de Interés Cultural del Patrimonio Histórico Español y se encuentra en el ámbito del BIC del Teatro Romano de Cartagena. Ambas circunstancias determinan la importancia del edificio, a lo que hay que añadir su implicación en la evolución histórica de la ciudad de Cartagena. Es indudable que dichas condiciones constituyen la referencia básica en la que debe desarrollarse cualquier propuesta de restauración.
La existencia del Plan Director del edificio de la Catedral, supone una valiosa aportación a efectos de establecer los parámetros a considerar en la determinación de aspectos históricos, artísticos, técnicos y sociales, así como urbanísticos y paisajísticos.
Este último aspecto se considera de especial importancia dada la repercusión en la imagen urbana de la ciudad que ha tenido históricamente la Catedral, impostada en un vértice del erro de la Concepción, referencia paisajística de primer orden junto al inmediato Teatro Romano.
Desde la puesta en valor del teatro, la Catedral ha entrado a formar parte del más importante proceso de renovación del centro histórico de la ciudad.
El estado del edificio es otro aspecto que determina las posibilidades y recursos necesarios para su conservación y utilización.
En la actualidad las ruinas, que constituyen el ámbito de intervención, adquieren un valor en sí mismas y acumulan un enorme potencial de información no solo del edificio, sino del conjunto de la historia de Cartagena.
La propuesta no tiene por objetivo rememorar la realidad desaparecida, sino mostrar e integrar los fragmentos que se conservan, respetando de modo equivalente los elementos edificados y los destruidos. Se entiende la propuesta como una “meditación construida” sobre los restos del pasado, acondicionando los vestigios, uniendo, incorporando y complementando los fragmentos y piezas existentes
La solución que se propone tiene los siguientes objetivos:
(1) Proteger los elementos arquitectónicos, estructurales, decorativos y arqueológicos, de la intemperie como acción básica para su conservación.
(2) Estabilizar los elementos estructurales y revestimientos, para garantizar la seguridad y conservación del edificio y sus componentes.
(3) Incorporar los restos de interés arqueológico que existen y los que pudieran existir en el subsuelo, para la mejor comprensión del proceso de estratificación histórica del lugar.
(4) Mejorar las condiciones funcionales del espacio de la antigua Catedral, en cuanto a recorridos, zonas de actividad, conexiones verticales y accesibilidad, capillas, espacios de servicio, etc.
(5) Versatilidad del funcionamiento, unitario o separado, de los recorridos de la Catedral y del Museo-Teatro Romano.
(6) Mejorar la imagen del edificio en el contexto paisajístico inmediato del Teatro Romano y del centro histórico.
Los puntos de partida expuestos en los apartados anteriores llevan al planteamiento de la necesidad de realizar la protección de los restos, arqueológicos y arquitectónicos, como fase inicial de la propuesta.
La estratificación histórica es el argumento principal de la intervención, buscando su visualización. Se considera la inestabilidad de los elementos portantes, muros y columnas de apoyo, y su exposición a la intemperie, que puede acabar agravando la misma. Igualmente, la fragilidad de los revestimientos existentes en algunos de los paramentos, elementos decorativos y en general de los restos arqueológicos.
Desde un punto de vista del criterio de intervención, se prioriza la imagen de los restos arqueológicos que constituyen el cuerpo constructivo actual de la Catedral, enfatizando su carácter evocador y su belleza. Dichos elementos se convertirán en los referentes visuales de este espacio, incluyendo la vinculación con el inmediato Teatro Romano, a través de los restos de muros de la estructura de la “cavea” o de la fachada norte, cierre del “aditus” occidental, existentes en el edificio.
Los elementos existentes se conservan y restauran, sirviendo como datos expresivos de las sucesivas fases de construcción/demolición y determinan los parámetros dimensionales que permiten entender la composición de los espacios del edificio. Así la bóveda de crucería del acceso, los arcos de las capillas sur y la relación de las columnas centrales cumplen este cometido.
La cubierta que se propone para la protección del edificio se plantea con criterio de neutralización formal, sin entrar en contradicción con los valores a preservar, sino reforzando la imagen de complejidad de las ruinas conservadas, e insinuando las características dimensionales que tuvo: las naves laterales se dimensionan en menor altura que la central; los nuevos soportes, independizados de los históricos, permiten una lectura que evoca la composición de las capillas norte.
Los elementos existentes se conservan y restauran, sirviendo como datos expresivos de las sucesivas fases de construcción/demolición y determinan los parámetros dimensionales que permiten entender la composición de los espacios del edificio. Así la bóveda de crucería del acceso, los arcos de las capillas sur y la relación de las columnas centrales
cumplen este cometido.
La cubierta que se propone para la protección del edificio se plantea con criterio de neutralización formal, sin entrar en contradicción con los valores a preservar, sino reforzando la imagen de complejidad de las ruinas conservadas, e insinuando las características dimensionales que tuvo: las naves laterales se dimensionan en menor altura que la central; los nuevos soportes, independizados de los históricos, permiten una lectura que evoca la composición de las capillas norte.
La mejora de la accesibilidad al edificio es otro de los temas importantes con- siderados, al igual que las condiciones de evacuación del mismo. Para ello se propone la habilitación de un núcleo de comunicaciones por el acceso de la fachada norte, colindante con la actual salida del recinto del Teatro Romano. Este volumen aloja una nueva escalera y ascensor, así como la actual galería de entrada al teatro, dentro de una envolvente abierta lateralmente hacia el mismo.
Este volumen resuelve el paramento donde se inserta la puerta neogótica y plantea la conclusión de la “cávea” del teatro en dicho sector.
La galería de la cripta arqueológica de acceso al Teatro Romano es una intervención de gran interés, no solamente por los restos arqueológicos incorporados en su recorrido, sino por constituir un itinerario de aproximación al teatro de alto valor arquitectónico, por lo que se mantiene en su condición actual.
La imagen urbana de la propuesta se define por su intención de integración en el contexto, especialmente por constituir un referente paisajístico fundamental, tanto a nivel de la ciudad en su conjunto, como en la relación con el entorno próximo de la calle del Osario y el parque de la Cornisa.
La restitución del volumen superior de la torre-campanario, así como el mencionado nuevo cuerpo de comunicación, obedecen a este objetivo, reforzando la visión lejana de la Catedral o acompañando el sinuoso acceso a la misma.
FUENTE DE INFORMACION
https://www.cartagena.es/gestion/documentos/86456.pdf
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