Hasta el 7 de agosto, el Centro Pompidou de París ofreció un recorrido por las últimas seis décadas de la obra de Norman Foster.
En una superficie de casi 2.200 metros cuadrados, la exposición exploró 130 proyectos del arquitecto británico, a través de una selección inédita de sus bocetos y dibujos y siete temas:
‘Naturaleza y urbanidad’
‘Piel y huesos’
‘Ciudad vertical’
‘Historia y tradición’
‘Urbanismo y lugares’
‘Redes y movilidad’
‘Futuro’.
Además de maquetas, prototipos y vídeos, la muestra incluyó obras de artistas como Fernand Léger, Constantin Brancusi, Umberto Boccioni y Ai Weiwei, junto con creaciones industriales — como un planeador y varios automóviles clásicos, entre los cuales se encuentra el Avions Voisin C7, un automóvil que perteneció a Le Corbusier—, que han servido de fuente de inspiración en los proyectos de Foster.
Norman Foster, afirma: «Esta exposición se centra en la sostenibilidad y la anticipación del futuro. El nacimiento del estudio, en los años sesenta, coincidió con los primeros signos de concienciación sobre el cuidado del planeta. Eran los primeros brotes de lo que más tarde se llamaría 'Movimiento verde'.
Puede que ahora estos principios sean la corriente dominante, pero hace más de medio siglo eran revolucionarios y anticipaban la realidad actual. A lo largo de las últimas décadas hemos tratado de desafiar las convenciones, reinventar los edificios y construir una arquitectura de luz y ligereza, inspirada en la naturaleza y que pueda ser respetuosa con el medio ambiente».
Comisariada por Frédéric Migayrou, quien es director adjunto del MNAM-CCI (Musée National d'Art Moderne, Centre de Création Industrielle), la exposición ha sido diseñada por Norman Foster y realizada en colaboración con la Norman Foster Foundation y Foster + Partners.
Arquitecto de redes, sistemas de intercambios, transportes y órganos de comunicación, Foster siempre ha tratado de situar el concepto de control ambiental en el centro de sus realizaciones, para ir más lejos de la idea de una naturaleza percibida como totalmente externa, más allá de una ecología de protección y preservación.
Así, ha desarrollado una comprensión sistémica global de la naturaleza y la tecnología, conciliando progreso tecnológico y enfoque ecológico sostenible.
La exposición de Norman Foster comienza con un gran gabinete de dibujos donde se mezcla cuadernos de bocetos y dibujos históricos que, desde la década de 1960 acompañó su obra.
Al frente de una agencia de 1.500 personas, el dibujo habrá sido durante toda su vida un elemento de comunicación, mediación para presentar sus proyectos y trabajos con sus colaboradores. Esto constituye un conjunto único para recorrer y comprender todas sus trabajos.
Naturaleza y urbanidad
Desde la década de 1960, Norman Foster se ha preocupado por los problemas ambientales, la integración de sus edificios en contextos naturales o urbanos. La cuestión ecológica es central. Está diseñado como una ecología positiva, es decir, entre industria, tecnología y naturaleza. Muchos de sus proyectos son absolutamente innovador a lo largo de su carrera.
El Apple Park es el cumplimiento de la idea de integrar las construcciones en áreas naturales Es un gran edificio circular que se extiende sobre un parque de 71 hectáreas y que alberga a cerca de 12.000 empleados. Los techos están completamente cubiertos.
Paneles fotovoltaicos que aseguran la autonomía energética a la vez que los toldos filtran la luz natural. Los límites entre el interior y el exterior están completamente desdibujados. estamos sumergidos en la naturaleza y el conjunto constituye un manifiesto de la integración paisajística de construcciones arquitectónicas.
Envolventes y estructuras
A Norman Foster siempre le ha fascinado la tecnología: aviones y automóviles en particular – y para él el objeto arquitectónico corresponde a una especie de estructura.
Lo define a través de la noción de "piel y huesos", la piel y los huesos, es decir la estructura anterior que permite construir una envolvente. Todos sus edificios están diseñados de esta manera.
El Hong Kong and Shanghai Bank es el primer gran concurso ganado por Norman Foster . Revoluciona por completo la tipología de las grandes torres, esta construcción de 179 metros se ahueca interiormente y permite, a través de un gran vestíbulo, distribuir todo el espacio de oficina.
La construcción se elabora a partir de tres torres paralelas, articuladas en torno a un gran exoesqueleto, es decir, una estructura relegada al exterior que sostiene la totalidad del Edificio. Por primera vez, el aire acondicionado es proporcionado por una bomba que permite para sacar agua de la dársena del puerto.
Es el primer manifiesto que revoluciona la noción de torres de gran altura, torres que acompañará los grandes proyectos de Norman Foster a lo largo de su vida. Miras este edificio que celebra sus servicios y puedes verlo desde afuera los elementos que calientan y enfrían ese edificio y estructura. Si miras el Centro Sainsbury de esa época, tenías la estructura y todos los servicios están integrado en él.
Está diseñado para el desempeño ambiental, así como el desempeño estructural, sino también la apariencia y el edificio que respira, que se convierte así en un edificio saludable.
La ciudad vertical
Todas las torres de Norman Foster están construidas como piezas de una ciudad. Los pisos se ensamblan en grupos, separados por grandes espacios colectivos.
Esta idea conduce a la comprensión de una ciudad vertical, sabiendo que toda la base edificios está abierto a la ciudad y accesible al público. St. Mary Axe Tower es un edificio emblemático de la ciudad de Londres que es apodado "el pepinillo" por su forma aerodinámica que combina con el fuselaje del avión. Es el primer edificio ecológico construido en la ciudad.
Sigue la investigación de Commerzbank en Frankfurt o el Climatroffice diseñado con Richard Buckminster Fuller. Su estructura de exoesqueleto libera totalmente los espacios, y abrirse a la luz mientras toda la construcción está enteramente sujeto a la ventilación natural.
Por ejemplo, la estructura estaría diseñada no solo para soportar el edificio, pero también para contener vacíos y para que puedas distribuir los servicios del edificio a través de estos vacíos. Es lo opuesto a una forma tradicional de pensar, donde piensas la estructura y luego te cuelgas debajo. Este no funciona. Entonces produce algo que es más eficiente, que tiene más de alegría.
Perspectivas de futuro
Norman Foster siempre ha sido considerado un arquitecto con una visión de futuro extrema, pensando en el futuro de nuestras sociedades con proyectos apegados al desarrollo sostenible, medioambiental.
Con su fundación, desarrolla proyectos en África e India, pero también en imaginando el desarrollo de tecnologías que permitan proyectos extraterrestres visionarios en la Luna o en Marte. Con Lunar Habitat, Norman Foster aborda la idea de construir un hábitat en la Luna, en cooperación con la Agencia Espacial Europea.
Foster imagina sistemas de vivienda extremadamente simples, a pesar de ser tecnológicamente extremadamente complejo. Él diseña inflables que serían cubierto con regolitos gracias a impresiones 3D, siendo regolito este material encontrado en la Luna.
Encontramos tanto la idea de un hábitat vernáculo como las arquitecturas de tierra en África, y luego estas construcciones de alta tecnología que permitirían para desarrollar la idea de un asentamiento lunar.
Sugeriría un enfoque holístico para lograr el equilibrio en la naturaleza. La energía debe estar en el centro mismo de esta cuestión, porque concierne a todos aspectos del calentamiento global, la contaminación.
La búsqueda de energías limpias no es solo anticipar el crecimiento demográfico, sino también lo que implica. si miramos estadísticamente la forma de energía que puede dejar la huella más pequeña en el planeta, sin contaminación.
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