DESCRIPCION
La escuela fue diseñada en forma de flor, como regalo para los niños de Berlín. La construcción celestial del girasol parecía la más adecuada para planificar la escuela, ya que sus semillas giran alrededor del sol y los rayos del sol iluminan todas las aulas.
Berlín aceptó el regalo y nos confió el trabajo. Para empezar, había que hacer cálculos de las órbitas del sol y la longitud de todos los rayos solares. Cuando estos se completaron, la construcción podría comenzar. Trajeron ladrillos y los colocaron unos sobre otros. Las paredes se levantaron y el edificio comenzó a emerger.
Con el tiempo se hizo evidente que la escuela, mientras estaba en construcción, se estaba transformando gradualmente en una ciudad intrincada. Calles y patios seguían los caminos de las órbitas y las huellas infinitesimales de los rayos del sol. El exterior de la escuela moldeó el interior de la ciudad en un espejo del universo, un lugar donde la luz y la sombra se cruzan. A los niños les encantó y el trabajo continuó.
El edificio estaba casi terminado cuando surgió una incertidumbre. La construcción ya no se parecía a un girasol ni a una ciudad, sino a un libro cuyas páginas abiertas llevan la carga de la construcción. Construir un libro no era nuestro principio rector, y había que consultar a expertos sobre la causa de las imágenes en continua mutación.
Después de un largo debate talmúdico, finalmente se descubrió que la escuela estaba construida correctamente. Se reconoció que el girasol, cuando fue trasplantado de Tierra Santa a Berlín, se convirtió naturalmente en un libro. Los expertos declararon que la transformación era inevitable ya que el Libro representaba el único lote que los judíos podían cultivar en la diáspora.
La teoría de la evolución natural fue reforzada aún más por un relato del Antiguo Testamento. Beth-Sefer, la palabra hebrea para escuela, cuando se traduce literalmente significa Casa del Libro. Esta importante evidencia bíblica-etimológica restauró la confianza en nuestro trabajo y allanó el camino para la culminación de la construcción.
Ajenos a estas transformaciones eran sólo los escolares. Tuvieron que descubrir por sí mismos cómo el girasol absorbe la luz en sus profundos cañones y la refleja en las páginas de un libro abierto, y cómo a su vez la Casa del Libro se convierte en una ciudad de calles, patios y lugares para esconderse.
Parece inevitable que el rápido ritmo de transformación dé una vuelta completa y se complete. Finalmente, se revelará lo que muchos sospechaban: que la Casa del Libro no es el edificio de una Escuela, sino un paisaje de nuestros sueños de infancia.
DATOS TECNICOS
Heinz-Galinski-Schule
Cliente: Comunidad judía de Berlín
Área: 8.000m²
Construcción: Marzo 1993- 1995
Gerente de proyecto: Prof. Inken Baller, arquitecto, Berlín
Ingeniero estructural: Gerhard Pichler, ingeniero, Berlín
Ingeniero Técnico: GTA, Bárbara Schmelz
Arquitecto paisajista: MKW, Kamel Louafi
Colaboradores: Carsten Pammer, Uwe Wittig, Andreas Hilbert
Pedro Kever, David Evans
SOBRE EL AUTOR
Zvi Hecker nació en 1931 en Cracovia, la capital medieval de Polonia y pasó su adolescencia en Samarcanda, la ciudad de Tamerlán. A la edad de trece años, Samarcanda se convirtió en el tema de sus primeros dibujos arquitectónicos. Esto lo acercó a su futura profesión y su amor por la arquitectura oriental.
De vuelta en Cracovia después de la Segunda Guerra Mundial, se matriculó en la Escuela de Arquitectura del Politécnico de Cracovia, pero emigró poco después a Israel, donde en 1954 se matriculó en Technion, el Instituto de Tecnología de Israel en Haifa, donde recibió su título de ingeniero. y arquitectura Continuó estudiando pintura en la Academia de Arte Avni en Tel Aviv hasta 1957.
Después del servicio militar en el Cuerpo de Ingenieros de las FDI, estableció una práctica privada en 1959 en Tel-Aviv con Eldar Sharon (hasta 1964) y Alfred Neumann (hasta 1968). Juntos han diseñado el Club Mediteranné en Arziv, el Ayuntamiento de Bat-Yam y Dubiner Apartment House en Ramat Gan.
En los años setenta, Zvi Hecker trabajó en el diseño del centro de la ciudad de Montreal, construyó la Academia Militar en el desierto de Negev y Ramot Housing en Jerusalén. En los años ochenta, participó en el concurso del Foro de Tokio, diseñó el centro de la ciudad de Ramat Hasharon y realizó la casa de apartamentos en espiral en Ramat Gan.
En 1991, Zvi Hecker se mudó a Berlín para trabajar en el diseño ganador de la Escuela Judía en Berlín, seguida del Centro Cultural Judío en Duisburg y el Sitio Conmemorativo de la Sinagoga Lindenstrasse en Berlín (con Micha Ullman y Eyal Weizman). En 1995 diseñó la exposición Frederick Kiesler en el Centre Pompidou de París. Al mismo tiempo en Tel-Aviv, junto con Rafi Segal, construyó el Museo de Historia Palmach.
Sus proyectos más recientes incluyen el diseño del Museo Judío en Varsovia, el Market Hall en Bethune, Francia, los Apartamentos "Amber Baltic" en Miedzyzdroje y el Koningin Máximakazerne en el Aeropuerto Schiphol de Ámsterdam, actualmente en construcción.
Zvi Hecker fue profesor invitado en universidades de EE. UU. y Canadá, profesor invitado en la Universität für Angewandte Kunst de Viena y sigue dando conferencias con frecuencia en numerosas escuelas de arquitectura. En 1991 representó, con otros, a Israel en la 5ª Bienal de Arquitectura de Venecia y participó en la 6ª, 7ª, 9ª y 10ª Bienal de Arquitectura de Venecia en 1996, 2000 y 2004, 2006 respectivamente.
Zvi Hecker ha ganado varios concursos de arquitectura y fue galardonado con el Premio de la Crítica Alemana de arquitectura en 1996 en Alemania y en 1999 con el premio Rechter de arquitectura en Tel-Aviv, Israel. Desde 2013 es miembro honorario del Instituto Americano de Arquitectos (AIA) y en 2016 recibió la Medalla "Merentibus" del Consejo Científico del Politécnico de Cracovia.
FUENTES DE INFORMACION
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