Lugar: Bogota Colombia
Año de construcción: 2000-2001
Área construida: 368m²
La capilla del Colegio Los Nogales parte de un prisma puro y elemental que escenifica la presencia de Dios, la armonía y lo esencial; armonía que se altera con el sufrimiento y la felicidad que el hombre afronta constantemente.
Las alteraciones de la armonía se representan en los elementos que laceran el prisma puro de la volumetría y se ven reflejados en los vacíos y penetraciones a modo de cicatrices aleatorias de luz. Por su parte, el contraste de la luz hacia la penumbra, estigmatiza el paso de la luz a la oscuridad, en la que el hombre se cuestiona lo más profundo de su ser; la penumbra al interior convoca al reconocimiento consigo mismo.
La edificación funciona de manera plural, dando cabida a diversas cantidades de feligreses; la habilidad de abrir un costado de la edificación, permite pasar de una capilla axial para cien personas, a un espacio para el culto que puede albergar dos mil personas.
El cambio de enfoque y escala que se genera, hace que los significados de los elementos particulares varíen: el pulpito se convierte en ambón, el espacio del altar en coro y el gran espacio en altar. Las dos grandes puertas generan un impacto escenográfico y conmovedor durante los rituales, y estimulan la sensibilidad de los feligreses, haciéndolos más vulnerables y receptivos a la palabra.
El concreto ocre y la madera proyectan una imagen de brillo y nobleza, de artificio y naturaleza enlazada, de textura y veta; dualidades análogas al ser humano ya los recursos naturales que lo rodean. El agua, símbolo de tranquilidad, ayuda también a que la imagen se repita, a que se distorsione ya que su densidad se desvanezca.
DATOS TÉCNICOS
Cliente: Colegio Los Nogales
Colaboradores: Alejandro Borrero, Claudia Monroy, Jhony Duarte.
Fotografía: Juan Carlos Sancho, Alberto Fonseca, Jorge Gamboa, Roland Halbe.
DANIEL BONILLA
Arquitecto
Daniel Bonilla, arquitecto egresado de la Universidad de Los Andes (Bogotá, 1986), Master en Diseño Urbano de la Universidad de Oxford Brookes (1990), con estudios adicionales en el Colegio de Tecnología de Dublín y el Politécnico de Milán.
Tras una amplia experiencia profesional establece en conjunto con la arquitecta Marcela Albornoz su taller de arquitectura con el cual desarrollaron significativos proyectos de diseño urbano, arquitectónico e industrial. Posteriormente en el año 2010, fortaleciendo tab (taller de arquitectura de bogotá).
En adición al ejercicio profesional en su taller, Daniel Bonilla dedica una parte significativa de su tiempo a la academia.
MARCELA ALBORNOZ
Arquitecta
Marcela Albornoz, arquitecta egresada de la Pontificia Universidad Javeriana (Bogotá, 1987)
Tras una amplia experiencia profesional establece en conjunto con el arquitecto Daniel Bonilla su taller de arquitectura con el cual desarrollaron importantes proyectos de diseño urbano, arquitectónico e industrial. Posteriormente en el año 2010, fortaleciendo tab (taller de arquitectura de bogotá).
VACÍO VS LLENO:
El edificio o el espacio habitable son considerados el producto de la relación del lleno con el vacío y viceversa; en donde el lleno y el vacio son espacios que al mismo tiempo se definen por la masa. Desde una perspectiva más global, el edificio, entendidos como un proyecto no puede existir exitosamente sin una buena relación con su entorno, independientemente de su localización urbana o rural.
El proyecto puede y debe aportar a su entorno inmediato, solo de esta forma se logra construir una relación coherente con el territorio, en donde el “lleno” de la edificación y el entorno “vacio” rodeado, logren interactuar de forma activa.
Es indispensable identificar el rol del proyecto en su contexto inmediato, sus oportunidades y responsabilidades; adicionalmente es necesario tener en cuenta que las relaciones espaciales son tridimensionales; donde variables de situación (xy), se suman a condiciones de situación horizontal de empate del proyecto con el nivel cero ó con el mismo terreno. Desde esta perspectiva, entendemos que las edificaciones tienen un gran potencial para construir nuevas topografías (niveles), que permiten potenciar un entorno específico dado.
MUTABILIDAD:
Asumimos como premisa, que la flexibilidad cotidiana en arquitectura está dada principalmente bajo la acción o construcción del mobiliario; sin embargo nos cuestionamos si la arquitectura puede en si misma ser cambiable?, si es posible alterar un espacio con una acción de la arquitectura misma y no del mobiliario?, si la arquitectura logra mutar sin necesidad de derribar sus muros, sin recurrir a una proceso de construcción o modificación de obra?
En primera instancia, consideramos que la mutación está sujeta a la interpretación personal del espacio; en la arquitectura domestica japonesa a la condicion de homogeneidad espacial se le da significado y uso a traves de pequenos simbolos o muebles; el espacio anónimo homogéneo solo entonces toma significado.
Sin embargo existen otras formas producto de la arquitectura que le permiten un espacio dado cambiar en tamaño, en forma o relación y en significado a través de una acción propia de la arquitectura.
PIEL:
Por siglos la relación interior - exterior de la arquitectura se redujo a la apertura en muros de vanos catalogados como puertas o ventanas. Pero que sucede si la relacion de lleno (muro) vs la relacion de ventana (vano) es similar?; es entonces un muro o una ventana?. Qué pasa si esta relación se re-escala, es decir si convertimos el muro en una celosía?, es entonces una celosía un muro o una ventana,… o las dos?
Esta sencilla reflexión nos ha llevado a investigar y explorar las dinámicas cambiantes del proyecto a través de la manipulación de la piel, que entendemos asociada a la abstracción, la textura, la reiteración, la variación y la secuencia.
DINAMISMO ESTÁTICO:
Bajo la noción de que el movimiento no se produce exclusivamente como resultado de aplicar una fuerza sobre un cuerpo, y que existen campos del conocimiento como el arte cinético o el arte óptico que recurren a ella, hemos explorado alternativas de "movimiento no dinámico" o "dinamismo estático", buscando que un objeto en reposo pueda parecer en movimiento cuando el observador se desplaza respecto al mismo, bien sea desde su exterior o desde su interior.
Esta acción bien formulada redunda en una riqueza de la experiencia arquitectónica, propiciando así diversidad en la composición a través de leves variaciones, incluso cuando se prevén aplicadas a un único elemento, presentando oportunidades para que en configuraciones repetitivas se pueda desarrollar una diversidad sutil.
En ese sentido, y después de haber experimentado con "movimiento textual" en algunos proyectos, nos hemos puesto en la tarea de estudiar el "dinamismo estático" a través de la manipulación de la estructura del edificio: Es el caso del “Auditeria” del Colegios Los Nogales, o más recientemente, el proyecto de vivienda multifamiliar “Equilibrium” donde se juega con la variación del elemento de cierre en la envolvente.
En el primer caso se logra una altísima eficiencia estructural respecto a la condición de esfuerzos sísmicos. En el segundo, se consigue gran diversidad en las unidades de vivienda, que por requisitos comerciales y constructivos deben ser homogéneos en tamaño y programa.
FUENTES DE INFORMACIÓN
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