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15 diciembre 2021

EL CULTO LUNAR EN LAS CULTURAS PRE – INCAICAS - MARILYN FANNY VALDEZ RÍOS

 



Introducción 

La Luna era conocida como una diosa o deidad desde tiempos muy remotos. El culto lunar fue conocido muchos siglos antes de que aparecieran los primeros incas en el horizonte cultural. Hasta mediados del siglo XX, la Luna estaba relacionada solo con el culto de los incas, sin embargo, los estudios arqueológicos están mostrando que este culto era muy antiguo, de muchos siglos atrás.

La Luna fue registrada por los hombres de Toquepala en forma de pinturas rupestres donde se observan círculos oscuros. Que indicaban días o quizás meses. Otro lugar destacado fue Quebrada de Palo donde se encuentra en una escena pintada en la cueva. Esta escena pintada se puede ver imágenes que representan tacllas, varios círculos, doce en total, dos plantas pequeñas y una figura dentada. 

Es posible que en Quebrada de Palo haya sido representado un calendario, relacionado con las actividades agrícolas. En Guellayhuana ubicado en Ato Marañón, la pintura rupestre se ubica sobre una roca. El artista primitivo muestra un proceso de gestación, además de trazos de hombres y animales junto a estas figuras se pueden apreciar 9 círculos que representaba el proceso de gestación. 

Muchos siglos después se levantaron los grandes edificios públicos, centros ceremoniales levantados entre el 2600 y el 2500 a.C. Estos edificios ceremoniales tenían muchas funciones y se expandían varias hectáreas. Caral – Supe, Bandurria, Paraíso, Kotosh y otros más interactuaron entre si y posiblemente desarrollaron un culto solar y lunar. 

La creencia de la “Dualidad andina”, “Día y Noche”, “Sol y Luna”, “Hombre y Mujer” posiblemente y se extendió a través de los siglos a otras culturas pre- incaicas. Una de estas culturas milenarias fue Chavín de Huantar, siguió con el culto lunar. La Luna era vista como una “diosa”, un “reloj cósmico”, la que controlaba las mareas y los ciclos agrícolas, esta tradición fue seguida por Paracas y la imagen de la “serpiente bicéfala” que se relaciona con la rotación lunar. 

Después fue la cultura Nazca y finalmente las culturas de la costa norte, tales como Recuay, Mochica, Chancay, Chimú y con la llegada del imperio Wari, el culto lunar se mantuvo el culto lunar hasta la llegada de los incas a las zonas costeras del Perú. 

Antecedentes  

El registro más antiguo de la Luna fue una pintura rupestre trazado en la cueva de Toquepala  9 600 años atrás. El dibujante de Toquepala enfatizó conceptos numéricos mediante un círculo (la unidad). El cazador de Toquepala que connota la unidad. El principal problema del cazador recolector era relacionar el movimiento aparente del Sol durante el día y de la Luna durante la noche. Un círculo o punto pudo representar un día entero, y 30 círculos podrían significar un mes entero. La progresión de los círculos es decir 10 – 3 – 30 nos refiere al cronista Guamán Poma, en su obra “Primera Nueva Crónica y Buen Gobierno”, escrita entre 1587 y 1615 nos dice: 

“En la época de los incas, el tiempo estaba dividido en años, meses y semanas determinados desde la antigüedad por los filósofos y astrólogos. La semana tenía 10 días; el último día era como los actuales domingos y el mes contaba con treinta días …”   
        
           


Ahora sabemos que estos conocimientos son patrimonio de pueblos anteriores al surgimiento de los incas, ¿Conoció el cazador de Toquepala un período temporal de 30 días cada uno? ¿Conocieron el concepto de 10 días por semana y 3 semanas por mes? estas preguntas requieren respuestas claras, sin embargo, las pinturas rupestres de Toquepala han sido poco estudiadas por los arqueólogos y antropólogos actuales.     

Quebrada de Palo 

Quebrada de Palo está ubicado en la provincia de Chancay, y tiene aproximadamente 4,500 años de antigüedad. En Quebrada de Palo se ubica una cueva donde se aprecia una escena pintada, en esta escena se pueden observar imágenes, varias figuras representan las tacllas, instrumentos indígena de labranza. El dibujo en el extremo izquierdo del diseño se puede apreciar varios círculos, dos plantitas y una figura dentada. En el dibujo de Quebrada de Palo, los círculos suman doce, lo cual lleva a pensar en que se trata de un cronograma o calendario, relacionado a la faena agrícola, la división del año. 

Estos dibujos representan los progresos de los primeros grupos humanos que llegaron al Perú y demostrarían que los astrónomos se habrían percatado de la existencia de un ciclo de estaciones o fracciones del año, las épocas de siembra y cosecha. La etapa de germinación y crecimiento de las plantas cultivadas por los primeros horticultores. Desde Toquepala hasta Quebrada de Palo el hombre dejó su estilo de vida, de cazador a agricultor, y pasó a aprender nuevos conocimientos.
   



Guellayhuana

Guellayhuana se ubica en Alto Marañón, la pintura rupestre se encuentra pintado sobre una roca. El artista primitivo muestra una visión de la gestación, trazos con figuras de hombres y animales. Aquí se puede apreciar una imagen del feto dentro del vientre materno. 

En el extremo izquierdo se puede observar dos figuras humanas, también una figura y otra que posiblemente representa un ave. Junto a estas figuras se encuentran nueve círculos que posiblemente representa un ave. Junto a estas figuras se encuentran nueve círculos que posiblemente representa el tiempo de gestación. 

La noción del transcurso temporal ha sido plasmada simbólicamente mediante un diseño espiral que, posiblemente representa el tiempo de gestación. En este caso se observa nueve círculos, representan posiblemente nueve divisiones, que ahora nosotros llamamos un mes y que creemos se simboliza en base a nueve lunas llenas.  
       



Los grandes complejos sagrados del Pre – Cerámico (3000 – 1800 a.C) fueron levantados como “edificios ceremoniales” que cumplían muchas funciones y abarcaban varias hectáreas de extensión. Uno de los más conocidos y estudiados es Caral – Supe. Caral – Supe es una de los complejos o ciudadelas más antiguas del Nuevo Mundo que fue edificada al mismo tiempo que las grandes culturas de Medio Oriente y África. Sin embargo, es preciso aclarar que Caral – Supe no fue la única edificación ceremonial, también se levantaron otros centros sagrados o edificios ceremoniales como Bandurria, Kotosh, El Paraíso, y otros lugares más. Todos los edificios públicos ceremoniales tuvieron un comercio activo, contacto e intercambio cultural entre sí. Caral – Supe coexistió con estos diversos centros ceremoniales. 

Es posible que Caral – Supe como en otros lugares contemporáneos de su tuvieran la ideología de la “Dualidad andina”. La dualidad andina consiste en que “todo se complementa”, “El día y la noche”, “El Sol y la Luna”, “El hombre y la mujer”, si bien existen pocas evidencias materiales, se pueden observar pruebas indirectas por ejemplo en Caral – Supe, donde se pueden apreciar dos zonas divididas a dos lados del río Supe. Esta división guarda semejanza con la ciudad de Cusco, la idea del Hanan Cusco (Alto Cusco) y Hurín Cusco (Bajo Cusco). 
        



En el tiempo de los incas La Luna era considerada valiosa e importante como el Sol “Killa es la hermana y compañera del padre Inti …”, (Crónicas de Cieza de León), en la costa peruana La Luna era considerada como la madre que controla las mareas y el calendario agrícola, en la sierra pasaba un fenómeno parecido, la Luna era considerada una “diosa” que junto al Sol podían generar la vida de las plantas. Los gobernantes más importantes tenían adornos de oro y de plata, “el oro era considerado el sudor del Sol y la plata las lágrimas de la Luna”. 

La Luna en la cosmovisión de los hombres de Chavín 

La cultura Chavín surgió hace 1,200 años a. C, durante mucho tiempo antes de la aparición de Caral – Supe, fue considerada la “cultura matriz”, la “principal fuente” de futuras culturas pre- incaicas. Hoy se sabe que existen varias fuentes en diferentes partes y siguen apareciendo nuevos templos sagrados en diferentes partes del Perú y seguirán apareciendo más templos sagrados. 

Chavín tenía varios dioses que se basaban en las fuerzas de la naturaleza. Los dioses del cielo anunciaban los ciclos agrícolas y los dioses de la tierra debían ser aplacados con sacrificios para que no se desaten las calamidades que arruinarían las cosechas y traerían el hambre y la muerte. Los cambios térmicos de dirección del viento los ayudaban a precisar las épocas de lluvias en la sierra. 

En la mitología Chavín, “dos felinos protegían la Luna y dos halcones resguardaban el Sol. Pero en los eclipses, el Sol y la Luna eran devorados por grandes jaguares”. 

             


El jaguar era considerado un ser sagrado, según Julio C. Tello (1967) en su artículo “Páginas escogidas”. UNMSM menciona que “Los dioses son seres celestiales, luminosos, animales o monstruos que disponen a su antojo de los astros. La divinidad suprema, padre común de todo lo existente, no es otra que el Jaguar, el progenitor del feroz animal que impera en la Tierra, engalanado con las estrellas que forman las constelaciones de las Pléyades y cuyo poder se identifica con los del Sol, Rayo o Temblor. Uno o dos Jaguares cuidan a la Luna. Cóndores tienen el cuidado del Sol, y en ciertos casos, como en los eclipses, el Sol y la Luna pueden ser devorados por los Jaguares. Y no sólo figuran en el cielo estas divinidades principales, sino todas las formas primeras u originarias de donde se han derivado los seres vivos del Universo”. 

Los sacerdotes trataban de aplacar su enojo con sus ofrendas para evitar que el dios felino ruja o se enfurezca, porque podría descargar su cólera con lluvias torrenciales, rayos y granizadas que echaban a perder los sembríos. Los sacerdotes también usaron la Luna como un reloj celeste, y medían el tiempo, desde los pórticos del templo, con la aparición de la Luna, así establecieron la época de siembra y cosecha al analizar y comprobar la puesta y salida de las Pléyades en el firmamento, esta constelación se podía observar a mediados del mes de mayo y fines de octubre respectivamente.  




En los pórticos de los adoratorios están adornados con la imagen de un dios masculino custodiados por dos jaguares o dos cóndores; y con la de una diosa femenina, en forma de rana, custodiada igualmente por felinos o pumas. Dichas deidades presentan rayos luminosos y diversas modalidades morfológicas asociadas a su carácter astral, así en la estatuaria como en la alfarería. 

Las creencias de los hombres de Chavín se expandieron desde su centro ceremonial dedicado al culto al agua y al felino cósmico hasta los remotos rincones del Perú, las imágenes del “felino sagrado” y los otros seres míticos incluidos los dioses solares y lunares fueron adoptados por diferentes culturas del Perú, una de las culturas que más influencia recibió fue la cultura Paracas y después la cultura Nazca. 

La cultura Paracas y el movimiento de la Luna

La cultura Paracas es una de las culturas que más influencia recibió de la cultura Chavín, y es posible que también usara la Luna como calendario celeste y como un medidor de las mareas y las corrientes oceánicas, necesarias para las actividades de pesca y recolección de productos marinos. 

En runa simi la palabra quechua “unkucha” significa “pequeño unku”. El unku es o era la típica ropa usada por los hombres del antiguo Perú, que presentaba variantes de acuerdo al cargo y rango de cada poblador o personaje importante. Un personaje importante de alto rango presentaba un unku con diseños muy complejos, que solo otro del mismo rango podía entender la función que cumplía o el cargo que tenía. 

Observando la unkucha de origen Paracas se puede apreciar la presencia constante de la serpiente, repetida en diferentes tamaños, con elementos longitudinales y laterales, al parecer ubicados siguiendo un plan conceptual. 



Este diseño es una figura geométrica con cabezas en ambos extremos y como se ha señalado anteriormente se le identifica con la serpiente o víbora, el ciempiés, o el gusano, expresan un mensaje críptico como una “S”, esa curva en forma de S hace pensar que representa el movimiento de rotación de la Luna alrededor de la Tierra. Recordemos que durante el período de rotación de la Luna alrededor de la tierra, esta progresa en su órbita alrededor del Sol.

Otro punto interesante es que analizando más la unkucha se puede apreciar que el rectángulo central, a su vez están repartidos dos grupos de 2, y 8 diseños en el borde de la prenda, repartidos en dos grupos de 4. El número de estas unidades de diseño y su singular disposición nos lleva a la pregunta ¿Estos grupos representan doce unidades o doce meses del año. Los Nazca siguieron usando la imagen de una serpiente de dos cabezas y es posible que continuaran los estudios astronómicos comenzados por los Paracas. 

De forma paralela el culto lunar era considera una parte importante en las culturas del norte de nuestro país, sobre este culto lunar tocaremos en las próximas ediciones este artículo que busca desentrañar los misterios de nuestras culturas pre- incaicas.
                                                                                                
Continuara … 

                                                 

La Doctora Marilyn Fanny Valdez Ríos estudiado Derecho en la UNSAAC. Obtuvo en Grado de Magister en Derecho Civil y Procesal y el Doctorado en Derecho y Ciencias Políticas –  UNSAAC (2018). Ha llevado talleres de Investigación Aplicada (2015) – Facultad de Ciencias Sociales UNSAAC (2014). Taller de Quipus y Tocapus UNMSM (2015). Escritora de la Revista Rumbos ( 2020).
                                      
                                 
                                     
                           
                                  
                            
                                      
              
                                      
                                    
 
                                      

 






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