CONTAMINACIÓN LUMÍNICA
La calidad ambiental urbana es el resultado de la interacción del conjunto de factores humanos y ambientales que inciden favorable o desfavorablemente en los habitantes de una ciudad. Es comúnmente asociada con factores como la disponibilidad de espacio público, la calidad y cantidad de las áreas verdes, la contaminación ambiental, la calidad de la vivienda, los servicios públicos domiciliarios, la movilidad y el transporte público, entre otros. La calidad ambiental genera una imagen de ciudad y es percibida y valorada socialmente en función de la salud y el beneficio social.
En el año 2008, el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible adoptó la Política de Gestión Ambiental Urbana (PGAU), cuyo objetivo general es “establecer directrices para el manejo sostenible de las áreas urbanas, con el fin de armonizar la gestión, las políticas sectoriales y fortalecer los espacios de coordinación interinstitucional y de participación ciudadana, para contribuir a la sostenibilidad ambiental urbana y a la calidad de vida de los pobladores reconociendo la diversidad regional y los tipos de áreas urbanas en Colombia”.
Se considera que, al mediar una década de la promulgación de la PGAU, el contexto tanto nacional como internacional hace necesario que se adelante una revisión de la misma, para realizar ajustes que le permitan mejorar, actualizar y potenciar la acción del estado en esta materia. En este sentido, desde finales de 2017 Minambiente adelanta un proceso de actualización y ajuste de la Política y, al mismo tiempo, implementa desde mediados de 2018 un Plan de Mejoramiento derivado de la auditoría realizada por la Contraloría General de la República.
ORIGEN Y TIPOS
La contaminación lumínica se refiere a muchos tipos de problemas producto del uso ineficiente, innecesario y extremo de fuentes de luz artificial. Dicha contaminación aumenta el brillo del cielo nocturno a través de la reflexión y difusión de la luz artificial en las partículas que conforman la atmósfera terrestre, disminuyendo la visibilidad de cuerpos celestes.
Existen categorías específicas sobre el mal uso de luz artificial: brillo celeste, sobre-iluminación, resplandor y abarrotamiento.
Brillo celeste
Es la combinación de toda la luz que escapa al cielo desde zonas iluminadas y que se dispersa en la atmósfera terrestre, aumentando el brillo del cielo nocturno y ocultando hasta el 90% de las estrellas.
Sobre-iluminación
Es el uso excesivo de luz artificial, puede respresentar entre el 30 y 60% del consumo energético y producto de usos inadecuados que mencionamos a continuación:
- No usar temporizadores para apagar la luz cuando no es necesaria.
- Uso de altos niveles de iluminación para tareas que no lo requieren.
- Incorrecta proyección de la luz hacia áreas que no la necesitan.
- Falta de mantenimiento en el equipo de iluminación, lo que resulta en un mayor gasto energético.
- El uso de iluminación artificial cuando se puede utilizar la luz natural.
Resplandor
Existen diversas categorías de resplandor : resplandor cegador, resplandor deshabilitante y resplandor molesto.
El primero es generado por fuentes extremadamente luminosas, como el Sol, provocando pérdida de vista temporal o permanente; el segundo es generado por fuentes temporales e intensas de luz, que disminuyen el contraste y la capacidad visual (por ejemplo, luces altas de un automóvil visto de frente); el tercero solamente representa molestia y fatiga producto de la exposición continua a fuentes de luz.
Abarrotamiento
Es el uso excesivo y mala colocación de luz artificial, en particular en vías de tránsito y anuncios comerciales. Puede generar confusión y distracción en situaciones delicadas (por ejemplo, en la aviación comercial).
CONSECUENCIAS
Afectación Astronómica
El más preocupante daño de la contaminación lumínica es cómo incide en la astronomía:
Reduce hasta en un 90% la cantidad de objetos celestes que se pueden observar a simple vista. Limita la capacidad de observación de los telescopios profesionales.
Por ejemplo, bajo contaminación lumínica considerable, un telescopio con un espejo primario de 5 metros de diámetro funciona como si fuera uno de 4 metros, 37% menos efectivo (área=πr²) ya que requiere de más tiempo de exposición para observar un mismo objeto y así compensar el efecto de la contaminación lumínica.
Contamina los espectros de objetos astronómicos .
La astronomía observacional se basa en el estudio de la luz de los objetos celestes, dicha luz se descompone en colores para conocer su composición química, distancia o velocidad de los objetos. En particular el alumbrado público contamina con diferentes colores el brillo celeste de la atmósfera, se sabe que el menos contaminante es la luz de sodio de baja presión y el más las luces incandecentes y los hálidos metálicos (luces de mercurio).
Gasto energético
Existen estimaciones que apuntan que hasta el 50% de la iluminación se utiliza en zonas no deseadas o innecesarias, escapándose como contaminación lumínica. Si combatimos dicho efecto se puede ahorrar la mitad de la cuenta de luz si se apunta de forma adecuada y se utiliza la cantidad de luz estrictamente necesaria.
Efectos en la salud
Existen varios estudios médicos que apuntan a un incremento en dolores de cabeza, fatiga, ansiedad y estrés ante la sobre-exposición de luz o el uso de un tipo de luz con respecto a otra.
CONTAMINACIÓN SONORA
Para poder conocer a fondo el significado del término contaminación sonora, se hace necesario, en primer lugar, descubrir el origen etimológico de las dos palabras que le dan forma. En este caso, podemos exponer lo siguiente:
-Contaminación deriva del latín, concretamente de “contaminatio – contaminationis” que, a su vez, procede del verbo “contaminare”, que puede traducirse como “ensuciar” o “alterar la pureza de algo”.
-Sonora, por otro lado, también emana del latín, en su caso de “sonorus”, que es sinónimo de “sonoro”. En concreto, es fruto de la suma de dos componentes: el verbo “sonare”, que significa “hacer ruido”, y el sufijo “-oro”, que se usa para indicar “plenitud”.
Al acto y el resultado de contaminar se lo conoce como contaminación. Se trata de un proceso que refiere a alterar, de forma nociva, las condiciones normales o naturales de algo. Sonoro, por su parte, es aquello que suena (genera un ruido).
La contaminación sonora, en este marco, alude a un exceso de ruido que modifica las características del ambiente en una región. También conocida como contaminación acústica, esta alteración ambiental afecta negativamente la calidad de vida.
A diferencia de la contaminación del aire, la contaminación del agua o la contaminación del suelo, la contaminación sonora no es acumulable ni persiste en el tiempo una vez que se produce.
Si durante diez días consecutivos se arrojan desechos industriales a un río o a un campo, dicha contaminación se habrá ido acumulando con el correr de las jornadas y se mantendrá en el lugar hasta que se lleve a cabo algún tipo de saneamiento. La contaminación sonora, en cambio, existe mientras la fuente generadora del ruido permanezca activa; luego, desaparece.
El ruido, considerado como un agente contaminante, es un sonido estruendoso y persistente que genera molestias y hasta daños en los seres humanos y los animales. Los trastornos producidos por la contaminación sonora pueden ser físicos o psicológicos.
Además de todo lo expuesto sobre la contaminación sonora, tenemos que subrayar otra serie de características que posee:
- Es difícil de cuantificar.
- Se viene a localizar en lo que son espacios muy concretos.
- Únicamente se percibe por uno de los sentidos: el oído.
- Es el tipo de contaminante más económico, ya que únicamente para generarla es suficiente la voz del ser humano.
El tráfico aéreo sobre zonas urbanas, el funcionamiento de máquinas en la vía pública y la música que se reproduce muy fuerte por altavoces (parlantes) son algunos ejemplos de contaminación sonora. Las personas que están sometidas de manera constante a estos estímulos pueden experimentar problemas en los tímpanos o tener dificultades para descansar, por citar algunas posibilidades.
De la misma manera, no podemos pasar por alto otras consecuencias que sufren las personas que se encuentran sometidas de manera más o menos frecuente a la contaminación sonora o acústica:
- Pérdida de la capacidad auditiva.
- Estrés.
- Afecciones de tipo cardiovascular.
- Conductas agresivas.
- Baja productividad.
Asimismo, las zonas con una alta contaminación acústica se topan con el hecho de que se produce la pérdida del valor de los inmuebles que allí existen.
NIVELES DE CONTAMINACIÓN ACÚSTICA EN LA CIUDAD
La contaminación acústica es la presencia en el ambiente de ruidos (sonidos de intensidad alta) o vibraciones, que pueden resultar perjudiciales para la salud humana (auditiva, física y mental) y el medio ambiente.
Es uno de los mayores problemas ambientales de nuestra sociedad y causa diversos efectos nocivos a los habitantes de grandes ciudades.
El ruido se mide en decibelios (dB) mediante sonómetros; con los dosímetros conocemos la exposición, que nos permite saber el porcentaje de dosis de ruido recibido. El sonómetro mide de forma directa el nivel de presión sonora de un ruido instantáneo (sonómetro convencional) o promediado en el tiempo (sonómetro integrador). Conocida la dosis de ruido recibida, puede compararse con la permitida.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) define como ruido, cualquier sonido superior a 65 dB. Se recomienda no superar los 65 dB de ruido durante el día y los 55 dB durante la noche. Para que el sueño sea reparador, el ruido ambiente no debe exceder los 30 dB y se deben evitar los ruidos aislados que superen los 45 dB.
El sonido se vuelve dañino a partir de los 75 dB y doloroso alrededor de los 120 dB. El daño que el ruido puede producir en el oído depende básicamente del nivel de ruido y del tiempo de exposición. El oído necesita algo más de 16 horas de reposo para compensar 2 horas de exposición a 100 dB.
Una exposición prolongada puede afectar a nuestra salud provocando estrés, ansiedad, irritabilidad, insomnio, cansancio, dolor de cabeza, mareos, hipertensión, tensión muscular, problemas cardíacos, pérdida auditiva (temporal, irreversible o progresiva) y acúfenos.
• Fuentes de contaminación acústica:
Tráfico en ciudades y zonas cercanas a vías ferroviarias y aeropuertos
· Tráfico rodado: 50-90 dB (fuente principal en las ciudades (80%))
· Claxon coche y autobús: 90-100 dB / Motocicleta sin silenciador: 115 dB
· Avión sobrevolando un municipio: 130 dB / Sirenas y alarmas: 90-120 dB
Obras en la vía pública y actividades industriales
· Martillo neumático: 110 dB
Establecimientos de restauración, ocio nocturno y equipos de música
· Discoteca: 110 dB
Animales urbanos
· Ladridos y aullidos perros: 60-80 dB
• Soluciones para evitar el ruido:
- Aislamientos en las viviendas (en muros exteriores y ventanas)
- Barreras acústicas en las autopistas y autovías cercanas a urbanizaciones
- Protectores auditivos a medida con filtro (protección activa): atenúan los sonidos nocivos y mejoran la comprensión en ambientes ruidosos. Son cómodos y proporcionan una reducción del ruido en todo el espectro de frecuencia (de 125 hasta 8 kHz) con un efecto mínimo de oclusión. Existen filtros intercambiables de atenuación diferente (10, 15, 25 y 30 dB).
MAPA DEL RUIDO DINAMICO
FUENTES DE INFORMACIÓN DE TEXTOS Y GRÁFICOS
https://prnoticiaspanama.com/contaminacion-luminica-enemiga-del-desarrollo-urbano-sostenible/
https://www.urbiotica.com/la-contaminacion-acustica-y-su-impacto-en-las-ciudades-de-hoy/
https://www.salesa.es/es/noticias/niveles-de-contaminacion-acustica-en-la-ciudad/_noticia:136/
https://www.europeanacustica.com/aislamiento-acustico/mapas-de-ruido-%C2%BFqu%C3%A9-son-%C2%BFpara-qu%C3%A9-se-usan
https://benjaminbadillaarqusm.files.wordpress.com/2014/01/contaminacion-sonica2.jpg
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