Según palabras del arquitecto Senosiain, la Casa Orgánica nació de la idea de crear un espacio adaptado al hombre de acuerdo a sus necesidades ambientales, físicas y psicológicas. Se debe considerar un origen en la naturaleza y sus antecedentes históricos, como el fin de buscar espacios semejantes al claustro materno, a los refugios de los ambientes al del hombre que en un principio adopto las cavernas sin modificar su medio, el iglú y a todos los espacios acogedores; de esta forma, su estructura es orgánica y su interior muy acogedor, pues sus formas cóncavas abrazan a los usuarios como los brazos de la madre que acurrucan al niño.
Los espacios interiores son continuos, amplios, integrales, liberadores de luces y formas cambiantes que signan el ritmo natural de los movimientos del hombre. Es importante mencionar que el mobiliario fue diseñado ex profeso para la casa, integrándose así a las circulaciones, además de aprovechar al máximo los espacios.
La casa, verdaderamente se integra a la naturaleza, su estructura semienterrada parece esconderse entre la vegetación e incluso parece un montículo natural. Otro rasgo importante de la casa es que por sus cualidades formales, orientación y ubicación, su interior siempre tiene una temperatura confortable, lo que deja a un lado el uso de cualquier tipo de sistema de calefacción o enfriamiento.
La casa orgánica fue diseñada originalmente con una sola recámara, sin embargo, al crecer el número de usuarios en ella, se vio la necesidad de ampliarla y así es que surgió la segunda parte de ella, llamada El Tiburón. La estructura de la Casa Orgánica es de ferro cemento formando un “cascaron” que une muros con cubierta y losa. La idea es que esta estructura monolítica le dé la sensación al usuario de estar dentro de una cueva y que vista del exterior casi no se perciba. El ferro cemento era el material adecuado no sólo porque prometía una escultura monolítica; sino también porque es resistente, moldeable y de gran elasticidad.
En el proceso de la obra, se empezó por colocar el armado del ferro cemento sobre la plantilla que parecía una pista para patinetas, conformando la estructura como tipo cascarón con un esqueleto metálico, en el cual las varillas se colocaron en forma de anillos, cambiando la altura de acuerdo con el espacio. Posteriormente, las varillas se fueron enrollando en espiral para así formar una red metálica.
Al término del armazón se fijaron dos mallas de gallinero trenzadas entre sí para después lanzar el concreto. Este lanzado a modo de mortero, se transportó a través de una manguera flexible, usando aire a presión, y se proyectó neumáticamente con gran fuerza sobre la malla. La fuerza del chorro permite que el impacto del material lo compacte y aumente su resistencia más o menos en un 30% obteniendo de esta manera un cascarón de aproximadamente 4 cm. de espesor. A continuación, la cubierta se revistió con una capa de 3/4 de pulgada de poliuretano espreado, que sirve como aislante e impermeabilizante.
Concluida la obra negra, se comenzó por cubrir la vivienda. La idea era que el jardín cubriera la casa para lo que se necesitaba tierra fértil.
Usando el principio de los bonsáis o árboles enanos, que establece que a menor profundidad de tierra fértil, menor crecimiento, se decidió que la capa de tierra tuviera un espesor de 20 a 25 centímetros. De esta manera el pasto crecería menos y más lentamente, reduciendo así los gastos de jardinería.
La tierra y el pasto protegen la membrana del sol, del viento, del granizo y del ciclo húmedo-seco; evitando dilataciones y contracciones que provocan fisuras y por consiguiente humedad. La duna verde es la envolvente del volumen interior que es casi invisible. Desde el exterior sólo se ven pasto, arbustos, árboles y flores. Caminar sobre el jardín es caminar sobre el techo de la casa sin darse cuenta.
Se consideró importante complementar las condiciones para el bienestar psicológico y físico de los habitantes de la casa a través del control bioclimático. Para crear o conservar un microclima en beneficio del ser humano conviene empezar por el exterior, para seguir con las áreas privadas de la vivienda.
Las barreras vegetales de árboles y arbustos; así como la topografía del lugar, son útiles para filtrar e impedir el paso de los rayos solares, proyectando sombras que protejan del calor en verano, a modo de barreras contra el polvo y el ruido o para refrescar el ambiente con la evaporación y transpiración de la misma vegetación. Es importante puntualizar que la tierra y el sol trabajan juntos para mantener la temperatura estable en el interior de la casa: la tierra abriga, mientras el sol alumbra y calienta.
Para mí la casa Orgánica del Arq. Javier Senosiain, es un claro ejemplo de una casa Bioclimática, ya que marca todos los aspectos que se deben tomar en cuenta, como: el clima, y las condiciones del entorno para conseguir el confort térmico. El Arquitecto solo juega con el diseño, aplicando su concepto del claustro materno, y gracias a la forma junto con la naturaleza se puede crear un espacio único.
https://es.scribd.com/presentation/204550213/LA-CASA-ORGANICA-ppt
Criss Walker
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