Viviendas bajo tierra en el desierto, estrategia ancestral para el confort

Ubicación de las casas bajo el suelo

Gharyan se extiende por la parte superior de la meseta al final a unos 100 kilómetros al sur de la capital Trípoli y justo antes de Yefren en Libia. Este lugar es conocido por sus viviendas ubicadas debajo del suelo, a modo de cuevas subterráneas.

Estas casas subterráneas o cuevas fueron construidas por antiguos habitantes bereberes de la zona y resultaron ser un óptimo refugio para los inviernos fríos, y los veranos calurosos de esta zona desértica, cuya característica climática es precisamente tener inviernos y vernos con climas extremos, muy difíciles de soportar.

Las casas por su ubicación en el sub suelo, eran invisibles para los que visitan el lugar , excepto para los que que se acercaban lo suficiente para percibir los espacios cabados. La raíz "Ghar" en el nombre Gharyan, significa "cueva".

Estas cuevas fueron excavadas alrededor de un patio cuadrado central. Cada habitación alberga una familia con zonas de cocina y otros ambientes domésticos. En las viviendas se aprecian diseños bereberes tradicionales en las alfombras, cofres y cerámica de colores, cada cueva tiene unos 10 metros de largo, divididas en tres secciones - la zona de dormir de los padres, la ropa de cama de los niños y una sala de estar.

Una sólida puerta hecha de madera de olivo en su frente, la casa garantiza el aislamiento del frío en invierno y también hace posible que no entre el excesivo calor de los veranos que son extremadamente cálidos. Este interesante lugar tenía centenares de tales hogares dispersos entre sus montañas rocosas. Pero muchos ya han sido abandonados cuando sus habitantes se han trasladado a casas más modernas.

Este es el testimonio de uno de los habitantes de estas pecualiares viviendas: "Yo nací aquí" dijo a su llegada. Esta casa tiene mas de 10 metros de profundidad y se ubica en una colina en Gharyan, fue excavado por sus antepasados por lo menos hace seis generaciones.

Los espacios excavados de 344 años de antigüedad alberga a ocho familias, todas ellas relacionadas, actualmente ya no se utilizan tan intensamente y se muestran a visitantes como atractivo turístico, siendo museos para mostrar un modo de vida bajo el suelo.

Pasar la noche en estos recintos resulta ser una experiencia única, sobre todo en los meses en que se tiene en el exterior climas con demasiado frio y calor. Es interesante notar como estas temperaturas extremas son contrarrestadas al interior, teniendo una temperatura agradable.