El diseño arquitectónico y el estructural son inseparables. Un edificio, ya sea un simple albergue o un gran espacio cerrado para la adoración o para el comercio, se forma por medio de materiales que soporten las fuerzas naturales como la gravedad, el viento o el
fuego.
Como Vitruvio decretó en la Roma antigua, la arquitectura debe tener firmeza (durabilidad estructural), comodidad (funcionalidad) y encanto (belleza). De las tres cualidades, la fundamental es la firmeza que depende de la estructura y del método de construcción
para satisfacer esta necesidad de estabilidad.
Es tentador afirmar que la exactitud estructural es esencial para la gran arquitectura. Pero hay muchos ejemplos en los que los diseñadores han ignorado los principios estructurales a favor de consideraciones estéticas o funcionales para crear edificios útiles y hermosos, obras de escultura en las cuales los sistemas de soporte y de construcción están ocultos o disimulados. En general, esto es más fácil de hacer en edificios pequeños, donde los requisitos estructurales son modestos y se pueden satisfacer en diferentes formas, muchas de ellas ineficientes e inapropiadas desde el punto de vista estructural.
Pero en edificios más grandes es imposible ignorar los principios estructurales, y estos sistemas influyen de manera importante sobre la función y la estética del diseño. En los edificios de mayores dimensiones es inevitable que el sistema estructural sea muy evi dente.
Tradicionalmente, el arquitecto servía como maestro constructor al diseñar la estructura como una parte integral del edificio mismo. Esto fue posible debido a que los sistemas estructurales tradiciona les evolucionaron con lentitud y se podían dimensionar y construir
con base en la experiencia acumulada de algunos proyectos previos.
La Revolución Industrial condujo a que los edificios se construyeran más grandes y complejos. Los edificios podían ser más altos (debido al desarrollo del marco estructural, los elevadores y la plomería a presión) y más amplios (gracias al desarrollo de la viga de acero y del concreto, al sistema de iluminación eléctrica y a la ventilación mecánica). Esto incrementó la complejidad de tal manera que ya no fue posible que la totalidad del ensamble de la estructura, los materiales y los sistemas mecánicos fuera responsabilidad
de un solo individuo. En lugar de ello, la función del arquitecto evolucionó a la de un líder de equipo de diseño asistido por consultores técnicos especializados.
Pero, con el fin de mantener el papel de líder de equipo de diseño y de mantener el control del diseño en general, es indispensable que el arquitecto entienda conceptualmente esas(disciplinas técnicas. En primer lugar porque su comprensión permite que el arquitecto se comunique mejor con los consultores. En segundo lugar porque permite que el arquitecto coloque cada una de las recomendaciones técnicas de los consultores dentro del contexto más amplio del diseño en general, preservando el control del diseño y del presupuesto. Y, por último, porque Lace posible que el diseñador comience a considerar asuntos técnicos durante las primeras etapas del diseño, en los bocetos a lápiz suave que se realizan en el momento de determinar el orden y la forma del edificio.
Introducción del libro
Comprensión de las estructuras en arquitectura de Fuller Moore.
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