Cuando frente a nosotros se alza un objeto, inmediatamente somos sacudidos por un impacto que no produce gozo o repulsión, cuando de gozo se trata, diremos que el objeto es bello así como opuestamente diríamos que es feo aquel que nos causó repulsión.
Entrando en los difíciles terrenos de lo bello distingamos ahora que dicho objeto, podría ser de origen natural o humano, tratándose de lo segundo dicho objeto pasa a ser separado de entre tantos para clasificarse como obra de arte. Y ¿Qué es el arte?, o ¿Qué es lo bello?, ¿Es bello el arte? Para esto existe la estética que es una rama de la filosofía y una disciplina de la sociología y aunque son grandes los avances que se han dado en su campo, parece que es igual el número de nuevas preguntas.
Para esto el filósofo peruano Alejandro Deústua se preocupó por que los avances filosóficos en materia de lo bello llegaran explicados al Perú, por lo que su libro “Lo Bello En El Arte” es una exposición de las teorías y corrientes filosóficas que hasta su tiempo mejor fundamentaban las cuestiones. “Lo Bello En El Arte” muestra entonces, aunque de forma densa, como entender conceptos como del goce estético, la creación, la imitación.
Desde el punto por el cual la estética es aquella impresión personal e intrasmisible que nos permite conocer lo bello y lo feo en un instante y refiriéndonos a partir de ahora más hacia lo primero (como corresponde al nombre del libro y al enfoque del autor), Deústua que nos dice el goce estético en realidad una experiencia interior profunda. Por medio de esta, la conciencia humana se enfrenta a valores superiores no conocidos que la hacen despertar hacia posibilidades nuevas.
Un individuo, entonces, que lo más profundo de si, libre de toda carne, es conciencia, puede llegar a conocerse así mismo por medio de las experiencias de goce sentidas frente a objeto bello. De esto se desprenderán varias cosas que serían interesantes de analizar, pero que para la presente nos centraremos solo en tres de ellas.
En primero lugar, dado que el goce estético desprendido de lo bello, lleva al hombre a nuevas fronteras de su conciencia, queda, por esto, plenamente justificado como elemento fundamental en toda sociedad como algo noble a lo cual aspirar no como mera opción sino como necesidad. Lo bello es tan importante entonces que de alguna manera se debe poder encarnarlo bajo leyes que lo dosifiquen, de tal manera que tengamos acceso a el cada vez que nos sea necesaria.
Para Deústua esta manera por la cual podemos apoderarnos de lo bello es el arte, que vendría ser el conjunto de técnicas o procedimientos cuyo fin es conducirnos al goce estético. Siendo así el autor de “Lo Bello En El Arte” dice que la estética es la ciencia fundamental del arte así como el origen de su motivación. Siendo el arte usado de manera social debe estar supeditado a reglas que sino todos la, mayoría puedan entender, sujeta también a reflexiones profundas, en esto, es diferente a las obras creadas por la naturaleza que aunque se producen con voluntad, dice Riegl, no lo hacen con reflexión.
En segundo lugar, tenemos que el hombre que se enfrenta a una obra que le abre la conciencia de nuevas realidades le produce que le provoca representar, entonces, el goce estético también es causa de creación. Yendo aún más con este asunto Deústua dice que el artista durante todo el proceso de creación de una obra nueva está sintiendo el impacto que su obra lograra, por esto vemos que el artista tiene domino sobre las leyes que conducen al goce estético, y que al mismo tiempo lo dominan.
Su actividad es un constante ir y venir de sentir y representar lo sentido, así como, sentir permanentemente lo que su público sentirá. Para los que no están dedicados a la producción artística, pertenecen al mundo de los consumidores y dependen de las percepciones, experiencias y goce que el artista haya tenido y podido bien representar. Aunque Deústua no lo dice, esto nos haría suponer que el arte que consumimos es en realidad una transmisión de lo experimentado por el artista.
Aun así y aunque esto suene difícil de aceptar para los teóricos, es posible entender mejor el proceso creativo, mientras transcurre el mismo que desde las teorías que intentan explicarlo, dando origen al pensamiento metafísico que encuentra valores divinos en este proceso al no poder explicarlos del todo por no participar de la ejecución de dicha actividad.
Ya en tercer lugar, veremos que la teoría de la que hablamos proviene de la separación de los hechos subjetivos y objeticos ya que el goce proviene de estos dos aspectos. Para entender esto diremos que lo subjetivo es lo creado desde el interior de artista, estas son las emociones, que nos medibles ni cuantificables, mientras que la objetivo es el producto tangible que lo que el autor denomina las creaciones exteriores decir la obra de arte que si puede ser clasificada, medida y sujeta al gusto y las leyes de los diferentes tiempos.
Aunque la teoría hace granes esfuerzos para explicar el goce estético, hay factores que escapan de ella como por ejemplo el valor dela individualidad de los artistas que aunque se encuentren vivienda bajo influencias similares de época, cultura, técnica o sociedad o estilo domínate, termina siempre por introducir su originalidad en sus obras. Los positivistas como Taine no podían creer en esto últimos y sostenían que bajo las mismas circunstancias los artistas producirían de la misma manera, lo cual es una clara opinión de alguien que no se encuentra en la práctica artística.
Suponer que esto es como decir que la creatividad ha terminado y poner a todos los artistas en la tercera categoría que Reigl designara para los carentes de creatividad, pero a todas luces vemos que esto no es así. La estreches de las teorías positivistas fueron enfrentadas por la escuela de Viena quienes por intermedio de Wölfflin quien en abriría “Conceptos Fundamentales En La Historia Del Arte” contando como bajo las mismas condiciones tres amigos pintores producen cosas diferentes.
La teoría dela personalidad humana dice que el hombre es por naturaleza creador, hecho que en la edad media fue negado en favor de pensar que solo dios crea y el hombre imita, pues según Deústua la imitación está subordinada a la creación. Extendiendo un poco más esto último diremos que aunque el hombre, en su condición de artista, a lo largo de la historia haya usado modelos de referencia, lo cual sería imitación, siempre ha logrado impregnarle su carácter propio logrando como resultado algo nuevo.
Con esto hace que los objetos ya conocidos adquieran vida de la manera que él la quiere dar para iniciar un camino propio lejos del modelo original, por ello sostenemos que la creación es un sumamente importante y que la imitación es solo el inicio de una idea.
Con todo esto nos queda claro que las reflexiones de Alejandro Deústua, son sumamente profundas y que el dominio que logro sobre el tema de la belleza emanada desde el arte lo pone en la talla de los filósofos e historiadores de la escuela de Viena y de otros similares.
RESEÑA EXPLICATIVA DEL LIBRO “LO BELLO
EN EL ARTE” DE ALEJANDRO DEÚSTUA.
CÉSAR A. ARECHAGA
MENDIBURU
TRABAJO REALIZADO EN LA MAESTRÍA EN CIENCIAS CON MENCIÓN EN HISTORIA TEORÍA Y CRÍTICA DE LA ARQUITECTURA. UNIVERSIDAD NACIONAL DE INGENIERÍA CURSO: TEORÍA DE LA ARQUITECTURA DOCENTE: DR. WILEY LUDEÑA URQUIZO
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