Los Bocetos de Niemeyer, el primer paso del diseño - Arq. Alfredo Mujica Yépez

El Arquitecto Oscar Niemeyer, uno de los grandes maestros de la Arquitectura, a sus 104 años, es un vivo testimonio del creativo por excelencia, del profesional que mantiene vivo su espíritu innovador y activa su imaginación, una mente  activa llena de ideas listas a ser plasmadas en el espacio real.

Consideramos que el primer paso para  extraer las ideas de nuestra mente es el boceto, el trazo rápido a mano azada que plasmará gráficamente nuestras primeras ideas,  los conceptos base, los motivos de inspiración que mas tarde se convertirán en una entidad arquitectónica.

Los bocetos del gran Oscar Niemeyer, en si son una síntesis de ideas y conceptos graficados rápidamente, extraidos de su más íntimo mundo interior, son lineas y curvas que muestran  una solución que emerge, que da respuesta a un lugar, a un espacio, a un requerimiento funcional, estético y estructural.

En sus conferencias y entrevistas, el Arquitecto Niemeyer  siempre esta acompañado de un lapiz o plumón con el que plasma sus ideas y conceptos mientras explica sus diseños y obras. Hya una gran fluidez entre lo que dice y lo que grafica, una instantáneas conexión entre  la mano y el cerebro, entre el inteiror y el exterior, entre  el arquitecto y sus clientes u oyentes.

Son trazos simples, frescos, llenos de vida, que muestran  ideas muy claras, formas que van a materiazarse a una escala mayor, pero que  al parecer ya empiezan a ser en el papel. 

En el siglo 21, donde prevalenecen los programas de computo, el CAD, los programas de realidad virtual y fotorealismo, las herramientas para  acelerar el proceso del diseño,  nunca encontraremos una herramienta tan directa y conectada con nuestro  cerebro que  el simple lapiz, nada mas rápido, sincero y directo.

Los jovenes estudiantes y arquitectos de los nuevos años, van perdiendo este importante medio de expresión y de estímulo para la creatividad, no hay nada mejor que un boceto,  para motivar nuestro centro creativo, al dibujar,  plasmamos nuestras primeras ideas, pero también, nuestro cerebro van creando  nuevas ideas  inspirado en lo que vamos plasmando.