En el presente artículo, los autores reflexionan sobre la necesidad de ordenar integradamente las áreas rurales-naturales y las áreas urbanas, sobre todo en los entornos metropolitanos. Para a continuación exponer una VISIÓN EVOLUTIVA DE LA METRÓPOLIS DE AREQUIPA, sintetizando los procesos que actualmente se desarrollan en su ámbito con el máximo realismo pero evitando una visión apocalíptica o catastrofista. Para a continuación, presentarnos la VISIÓN DESEADA, esto es, cómo se quiere que sea en el futuro la Metrópolis.
Posteriormente, en una segunda parte del artículo, expondrán el desarrollo de los Criterios básicos, lineamientos, objetivos y estrategias para el Plan de Desarrollo Metropolitano, que deberán permitir que la VISIÓN EVOLUTIVA se transforme por su aplicación en la VISIÓN DESEADA.
Posteriormente, en una segunda parte del artículo, expondrán el desarrollo de los Criterios básicos, lineamientos, objetivos y estrategias para el Plan de Desarrollo Metropolitano, que deberán permitir que la VISIÓN EVOLUTIVA se transforme por su aplicación en la VISIÓN DESEADA.
LA NECESIDAD DE ORDENAR INTEGRADAMENTE LAS ÁREAS RURALES-NATURALES Y LAS ÁREAS URBANAS.
La urbanística ha venido distinguiendo hasta hace escasamente tres décadas, la ordenación territorial de la ordenación urbana como dos ámbitos espaciales sin coincidencias, con funcionamientos separados y diferenciados y que permitían su tratamiento aisladamente y sin interferencia de la una en la otra.
El territorio se identificaba con el mundo rural-natural destinado a las actividades primarias (agricultura, silvicultura, ganadería o minería), en el que los asentamientos humanos respondían a la lógica exclusiva de la explotación de los recursos básicos, sin implantación de otras actividades relacionadas con el mundo urbano. Su ordenación, sumamente limitada, tenía como objetivo la mejora o modernización de las condiciones de explotación y la búsqueda de sinergias que permitieran optimizar el uso de los diferentes recursos naturales existentes en cada entorno territorial.
El territorio se identificaba con el mundo rural-natural destinado a las actividades primarias (agricultura, silvicultura, ganadería o minería), en el que los asentamientos humanos respondían a la lógica exclusiva de la explotación de los recursos básicos, sin implantación de otras actividades relacionadas con el mundo urbano. Su ordenación, sumamente limitada, tenía como objetivo la mejora o modernización de las condiciones de explotación y la búsqueda de sinergias que permitieran optimizar el uso de los diferentes recursos naturales existentes en cada entorno territorial.
Por su parte, en esta visión, la ciudad asumía las funciones complejas de elaboración, transformación y comercialización de las materias primas o de los productos elaborados, así como las funciones de administración y prestación de los servicios públicos y privados. La acumulación de población y usos, en algunos casos incompatibles, exigía la existencia de una ordenación que garantizase la funcionalidad del conjunto y evitase el colapso, que conllevaría la pérdida de la capacidad de producción.
Pese a la pretendida autonomía de los dos ámbitos espaciales (territorio y ciudad) y de los dos tipos de ordenación (territorial y urbana), en realidad existía una clara jerarquía: la ciudad podía transformar a su antojo el territorio rural-natural circundante para satisfacer sus demandas, sin otras limitaciones que la factibilidad real de dicha ocupación. En definitiva, el criterio imperante podría sintetizarse en que cualquier expansión urbana era más importante que la conservación de las condiciones y valores del territorio rural-natural y que el destino último del territorio, a lo largo del tiempo, sería su transformación en ciudad.
Esta situación ha cambiado radicalmente en las últimas décadas por diversas circunstancias:
De una parte, el desarrollo de los medios de transporte privado, tanto de personas como de mercancías, ha permitido que la localización de actividades tradicionalmente urbanas (industrias, zonas comerciales, dotaciones e incluso áreas residenciales) no tenga que producirse necesariamente en continuidad con la ciudad consolidada, sino que pueda saltar a cualquier lugar cuyas condiciones de accesibilidad, económicas, de localización relativa,…etc. le resulten más ventajosas.
Como resultado de ello, ha dejado de existir la segregación espacial entre los usos primarios y los productivos, comerciales o de alojamiento. El territorio y la ciudad ya no son ni segregables ni autónomos.
De otra parte, ya resulta evidente, con carácter generalizado, que la ciudad no puede crecer indefinidamente a costa de ocupar el entorno circundante, transformando regiones geográficas enteras. El mantenimiento de unas condiciones ambientales adecuadas en el medio urbano, precisa de su interrelación e imbricación con el medio no transformado y del respeto a los elementos que estructuran el territorio.
De otra parte, ya resulta evidente, con carácter generalizado, que la ciudad no puede crecer indefinidamente a costa de ocupar el entorno circundante, transformando regiones geográficas enteras. El mantenimiento de unas condiciones ambientales adecuadas en el medio urbano, precisa de su interrelación e imbricación con el medio no transformado y del respeto a los elementos que estructuran el territorio.
Como consecuencia de lo anterior, ya no puede entenderse una ordenación territorial que no considere la influencia del fenómeno urbano, ni una ordenación urbana que no entienda y asuma la importancia y los valores del medio rural-natural, sino que siga considerándolo meramente como el soporte para su expansión.
La metrópolis de Arequipa es un ejemplo paradigmático de lo señalado. La extensión urbana sobre la campiña y sobre las áreas naturales más elevadas ha producido una transformación territorial que, además de haber disminuido las zonas productivas, amenaza la adecuada supervivencia de las áreas urbanas y por otra parte, la ubicación en el seno de la campiña de actividades netamente urbanas, impide seguir considerando aquella como meramente rural y amenaza la continuidad de la explotación agrícola mucho más allá de la porción de suelo ocupada.
Es por ello, que el nuevo Plan de Desarrollo Metropolitano de Arequipa debe partir de este nuevo entendimiento, y así:
La ordenación debe extenderse sobre las áreas transformadas y las no transformadas, aun cuando con finalidades diferentes, considerando que la dicotomía territorio y ciudad es ya inexistente.
Las necesidades urbanas no pueden satisfacerse ocupando suelos cultivados o naturales de manera indiscriminada y sin limitación, como si unos y otros carecieran de valor y no fueran imprescindibles para la supervivencia de lo urbano y para la adecuada calidad ambiental de sus habitantes.
En definitiva, de la misma forma que en la música los silencios tienen igual importancia que los sonidos, en la nueva ordenación urbano-territorial las áreas no ocupadas por usos urbanos deben tener la misma importancia que las ocupadas por dichos usos, ya que en caso contrario, como en la música, el resultado es ruido.
BASES PARA UNA NUEVA CULTURA URBANA Y TERRITORIAL PARA AREQUIPA
Toda planificación debe tener por finalidad última la mejora de las condiciones de calidad de vida de la población a la que afecta, desde principios de sustentabilidad ambiental, social y económica.
La transformación de la ciudad y el territorio se realiza mediante el desarrollo de múltiples procesos simultáneos, complejos e interrelacionados entre sí de forma más o menos íntima.
La intensidad de los procesos es, en general, función de las dinámicas económicas y demográficas imperantes, es decir, a mayor crecimiento económico y a mayor crecimiento demográfico los procesos territoriales y urbanos se producen con una virulencia mayor, sean estos de carácter positivo o negativo para la población afectada.
El Perú se encuentra en la actualidad en un período de importante crecimiento económico y demográfico, hasta el punto de estar previsto para el año 2021 un PBI per cápita 6.000 US$ y una población total de 33.150.000 habitantes frente a los de 4.475 US$ y 29.000.000 actuales respectivamente.
En este crecimiento es indudable que Arequipa, como segunda metrópolis del Perú, juega un importante papel, mostrando igualmente unas fuertes dinámicas económicas y demográficas, que tienen su reflejo en el territorio y la metrópolis.
La función de los planes, desde una visión prospectiva, es identificar los procesos que están teniendo lugar en la ciudad y el territorio, analizar su interrelación, incidencia y evolución, a fin de determinar la necesidad o no de intervenir sobre los mismos, bien para potenciar sus efectos positivos, bien para corregir los negativos.
Metodológicamente, el presente documento se va a desarrollar en los siguientes pasos o etapas:
Enunciado de la VISIÓN EVOLUTIVA DE LA METRÓPOLIS DE AREQUIPA. Consistente en describir de forma expresiva y sucinta cual sería el futuro de la metrópolis si no se produjera ninguna intervención sobre los procesos territoriales y urbanos en curso.
Enunciado de la VISIÓN DESEADA PARA LA METRÓPOLIS DE AREQUIPA. Consistente en describir cómo se quiere que sea en el futuro la Metrópolis.
Desarrollo de los Criterios básicos, lineamientos, objetivos y estrategias para el Plan de Desarrollo Metropolitano, que deberán permitir que la VISIÓN EVOLUTIVA se transforme por su aplicación en la VISIÓN DESEADA.
VISIÓN EVOLUTIVA DE LA METRÓPOLIS DE AREQUIPA.
La VISIÓN EVOLUTIVA de la metrópolis de Arequipa que se expone a continuación, trata de sintetizar el resultado de los procesos que actualmente se desarrollan en su ámbito. En su definición, se ha tratado de ser realista, evitando una visión apocalíptica o catastrofista.
- EL CRECIMIENTO URBANO DE LA METRÓPOLIS DE AREQUIPA HA OCUPADO LA MAYOR PARTE DE LA CAMPIÑA, QUEDANDO REDUCTOS AISLADOS DE CASI IMPOSIBLE CULTIVO POR LA PRESIÓN URBANA Y LA FALTA DE RENTABILIDAD. LA EXTENSIÓN Y CONTINUIDAD DE LA METRÓPOLIS HA CORTADO LOS CORREDORES ECOLÓGICOS NATURALES, FUNDAMENTALMENTE LOS CAUCES HÍDRICOS AMPLIOS, HABIÉNDOSE PRODUCIDO UNA IMPORTANTE DISMINUCIÓN DE LA BIODIVERSIDAD.
- EL INCREMENTO DEL USO DEL VEHÍCULO PRIVADO Y DE LA MOVILIDAD RODADA HA CONDUCIDO A LA CONGESTIÓN PERMANENTE EN EL SISTEMA VIARIO, IMPOSIBILITANDO EL FUNCIONAMIENTO NORMAL DEL TRANSPORTE PÚBLICO, OBLIGANDO A LA AMPLIACIÓN DE LAS CALZADAS EN DETRIMENTO DEL PEATÓN Y A LA CREACIÓN DE NUEVOS VIALES, MULTIPLICANDO LAS EMISIONES CONTAMINANTES A LA ATMÓSFERA, EL RUIDO Y LAS PLAYAS DE APARCAMIENTO QUE HORADAN EL CENTRO HISTÓRICO.
- EL MANTENIMIENTO DE LOS PROCESOS DE OCUPACIÓN, CADA VEZ EN SITIOS MÁS INADECUADOS, PELIGROSOS Y ALEJADOS, NO HA RESUELTO LOS PROBLEMAS DE VIVIENDA DÁNDOSE EL DOBLE PROCESO DE LOTES PROCEDENTES DE LAS OCUPACIONES SIN USO POR LA FALTA DE LOS SERVICIOS BÁSICOS Y DE ZONAS URBANAS HISTÓRICAS TUGURIZADAS Y CON VIVIENDAS HACINADAS.
- LA IMPOSIBILIDAD DE PRESTAR UNOS SERVICIOS ADECUADOS Y DE DOTAR DE LOS EQUIPAMIENTOS MÍNIMOS A LOS SUELOS OCUPADOS IRREGULARMENTE Y A LAS ZONAS SOBREPOBLADAS FRACTURA A LA SOCIEDAD AREQUIPEÑA, QUE SE DIVIDE ENTRE LOS HABITANTES DE LAS ZONAS NORMALIZADAS Y LOS HABITANTES DE LAS ZONAS MARGINALES. AUN CUANDO LOS PRIMEROS GOZAN DE SERVICIOS Y EQUIPAMIENTOS DE PROXIMIDAD, LA INSEGURIDAD CIUDADANA LES IMPIDE UNA VIDA SATISFACTORIA. POR SU PARTE, LOS HABITANTES DE LAS ZONAS MARGINALES MANTIENEN ALTOS NIVELES DE POBREZA Y DIFICULTAD PARA ACCEDER A LOS SERVICIOS EDUCATIVOS Y SANITARIOS QUE LES PERMITAN MEJORAR SU CONDICIÓN SOCIAL.
- EL AUMENTO DE LAS EMISIONES A LA ATMÓSFERA POR EL TRÁFICO PRIVADO Y DE LOS VERTIDOS SÓLIDOS Y LÍQUIDOS SIN TRATAMIENTO DE LAS ZONAS MARGINALES, ASÍ COMO LA DISMINUCIÓN DE LOS ESPACIOS CULTIVADOS HA EMPEORADO SENSIBLEMENTE LA CALIDAD AMBIENTAL Y AUMENTADO LA TEMPERATURA Y EL NIVEL DE LAS EMISIONES SOLARES, CON EL CONSIGUIENTE MAYOR RIESGO DE ENFERMEDADES DE LA PIEL.
- EL EMPEORAMIENTO DE LA CALIDAD AMBIENTAL, EL AUMENTO DE LA INSEGURIDAD CIUDADANA Y LA SITUACIÓN CONGESTIVA DEL TRÁFICO DIFICULTAN LA IMPLANTACIÓN DE ACTIVIDADES PRODUCTIVAS DE ALTO VALOR AÑADIDO. LA DESAPARICIÓN DE LA AGRICULTURA EN LA METRÓPOLIS CONLLEVA LA EXTINCIÓN DE LA AGROINDUSTRIA. EL TURISMO SE RESIENTE DE LAS MALAS CONDICIONES AMBIENTALES Y SOCIALES, DISMINUYENDO SU INTENSIDAD Y CALIDAD Y CONDENANDO AL CENTRO HISTÓRICO AL VACIAMIENTO DE ACTIVIDADES, AL ABANDONO Y ARRUINAMIENTO DE LOS INMUEBLES Y SU RECONVERSIÓN EN PLAYAS DE APARCAMIENTO.
VISIÓN DESEADA DE LA METRÓPOLIS DE AREQUIPA.
Frente a la VISIÓN EVOLUTIVA que se deduce de la continuidad de los procesos en curso en la metrópolis de Arequipa, sin una intervención social y política que los module o reconduzca, según sea necesario, desde el PDM se cree posible otra realidad urbana y territorial futura, que se quiere sintetizar como sigue:
- LA METRÓPOLIS DE AREQUIPA MANTIENE SU CARÁCTER HISTÓRICO DE OASIS GRACIAS A LA CONSERVACIÓN Y EXPLOTACIÓN DE SU CAMPIÑA, A LA CREACIÓN DE NUEVOS ESPACIOS LIBRES URBANOS Y TERRITORIALES Y A LA PRESERVACIÓN DE LOS CAUCES AMPLIOS DE SUS RÍOS, QUE RELACIONAN LOS DISTINTOS ECOSISTEMAS NATURALES LIMÍTROFES.
- LA PROGRESIVA DISTRIBUCIÓN DE EQUIPAMIENTOS Y LA DESCENTRALIZACIÓN DE LOS SERVICIOS PÚBLICOS Y PRIVADOS HAN PERMITIDO DISMINUIR LA NECESIDAD DE DESPLAZAMIENTOS MOTORIZADOS Y LOS QUE SE REALIZAN UTILIZAN UN TRANSPORTE PÚBLICO INTEGRAL Y EFICIENTE, QUE HA DISMINUIDO LAS EMISIONES A LA ATMÓSFERA, POSIBILITANDO UN MEDIO AMBIENTE URBANO DE CALIDAD. LA POBLACIÓN REALIZA SUS DESPLAZAMIENTOS CORTOS A PIÉ O EN BICICLETA POR ESPACIOS DISEÑADOS ESPECIALMENTE PARA ELLO.
- CADA FAMILIA TIENE SU VIVIENDA EN UNA ZONA SEGURA Y ORDENADA DE FORMA PARTICIPATIVA EN SU DISTRITO, ADECUADA A SUS NECESIDADES, QUE CUENTA CON TODOS LOS SERVICIOS BÁSICOS Y QUE EN SU ENTORNO PRÓXIMO RESUELVE SUS NECESIDADES EDUCATIVAS, SANITARIAS, DEPORTIVAS O CULTURALES.
- LA POBREZA Y EL TRABAJO INFANTIL HAN SIDO ERRADICADOS Y EXISTE UNA EFECTIVA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES ENTRE LOS CIUDADANOS MORADORES DE LOS DISTINTOS DISTRITOS PARA ACCEDER A LA EDUCACIÓN, A LA SALUD, AL OCIO Y AL TRABAJO.
- GRACIAS A SU CALIDAD DE VIDA Y A SU CONDICIÓN DE CAPITAL EFECTIVA DE LA MACROREGIÓN SUR, SE HAN IMPLANTADO ACTIVIDADES AGROINDUSTRIALES, PRODUCTIVAS, LOGÍSTICAS Y DE INVESTIGACIÓN, BIEN LOCALIZADAS Y DE ALTO VALOR AÑADIDO Y SE HAN DESARROLLADO UNOS SERVICIOS TURÍSTICOS DE CALIDAD BASADOS EN UN CENTRO HISTÓRICO VIVO Y BIEN CONSERVADO PARA LA HUMANIDAD Y EN UNOS RECURSOS NATURALES Y PAISAJÍSTICOS PRESERVADOS DEL CRECIMIENTO URBANO Y DE IMPACTOS DEGRADANTES.
JUAN CARLOS GARCIA DE LOS REYES es director de GRarquitectos y asesor
en urbanismo y medio ambiente de la Unión Iberoamericana de
Municipalistas.
CARLOS LÓPEZ CANTO es director de LBA,arquitectos.
Dirigen en Latinoamérica el Desarrollo de Ciudades Comprometidas, y específicamente el PDM y PAT de Arequipa (Perú) y su provincia.
http://granadablogs.com/gr-arquitectos
Dirigen en Latinoamérica el Desarrollo de Ciudades Comprometidas, y específicamente el PDM y PAT de Arequipa (Perú) y su provincia.
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