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16 octubre 2011

MUSEO EN AMSTERDAM - Xavier Oller Civit


INTRODUCCIÓN

El Museum Het Schip, fundado en el año 2001, es la única institución que existe en Ámsterdam que muestra la obra de los arquitectos que pertenecieron al movimiento conocido como Escuela de Ámsterdam, poniendo especial énfasis en la figura de Michel de Klerk, su principal impulsor. El objetivo del museo es explicar el contexto social y económico en el que se desarrolló esta corriente arquitectónica y la gran influencia que tuvo en el diseño y la construcción de la vivienda social en la capital holandesa durante las primeras décadas del siglo XX. De hecho, uno de los elementos característicos de esta corriente es la magnífica capacidad de sus arquitectos para combinar el compromiso social, concibiendo viviendas dignas para los obreros, con unas construcciones ricas en una decoración arquitectónica que las hace únicas. 
El edificio Het Schip (“El Barco”), donde se encuentra el museo, constituye un ejemplo de esta combinación de elementos. También en este mismo edificio encontramos una oficina de correos, íntegramente diseñada por De Klerk y que representa el único interior que se conserva actualmente de este arquitecto. El museo también cuenta con una colección de mobiliario diseñado siguiendo el estilo de la Escuela de Ámsterdam, mobiliario que se encuentra en uno de los apartamentos del Het Schip colocado siguiendo su disposición original. 

Fachada principaldel Het Schip (foto: Museum Het Schip)


EL CONTEXTO HISTÓRICO


A partir de 1850, una nueva Revolución Industrial llegó a Ámsterdam, conjuntamente con la construcción de nuevos canales, hacia el mar del Norte y hacia el Rin, que mejoraban substancialmente el comercio entre la capital holandesa y el resto de Europa. Esta situación de prosperidad propició una masiva llegada de campesinos a la ciudad, quienes buscaban trabajo en las nuevas fábricas y, especialmente, en el puerto. De esta manera surgió la necesidad de disponer de nuevas viviendas al alcance de toda esta nueva población.



En aquellos momentos, la mayor parte del suelo disponible en Ámsterdam estaba en manos privadas, formando parte de especuladores que, con la afluencia de los nuevos trabajadores, vieron la oportunidad de dar salida y hacer rentables sus terrenos. Así, estos contratistas se dedicaron a construir viviendas pequeñas y hacinadas, con materiales de construcción baratos y de mala calidad, alquilándolas a precios muy elevados. Para ellos, el negocio era redondo y los beneficios estaban asegurados, pero los obreros recibían unas viviendas deficitarias y con unas condiciones de habitabilidad nefastas. Tan grave fue la situación que aparecieron diversas epidemias en la ciudad, como el cólera, que afectó gran parte de la población, incluso a los ricos. Las protestas obreras no se hicieron esperar, pues no podía ser que una parte tan importante para el desarrollo de la economía como eran los trabajadores tuvieran que malvivir en viviendas indignas.


Por esta razón, en el año 1901, el gobierno liberal-conservadorque gobernaba el país aprobó la Ley de la Vivienda. Con esta regulación, el gobierno central quedaba al cargo de garantizar una vivienda digna a todos sus ciudadanos, poniendo fin a las malas condiciones que las habían caracterizado hasta entonces. A partir de estos momentos, todos los edificios debían poseer un permiso que autorizara su construcción. Este permiso se obtenía después de evaluar el proyecto y ver que cumplía los requisitos mínimos que se habían establecido para considerarlo una vivienda digna: los pisos tenían que ser espaciosos, con ventilación y luz natural y, especialmente,debían tener un aseo separado del resto de habitaciones. Asimismo, los edificios tenían que pasar por la comisión estética (Schoonheidscomissie, hoy en día llamada Welstand), un organismo encargado de supervisar la belleza y el buen aspecto de las construcciones, así como su armoniosa adecuación dentro del tejido urbano de la ciudad. En los años 20 del siglo XX, esta comisión estaba formada principalmente por arquitectos de la Escuela de Ámsterdam, lo que contribuyó notoriamente al desarrollo de las ideas de este movimiento arquitectónico.



Con la ley de 1901, el gobierno tambiénaprobó conceder préstamos a bajo interés a las asociaciones y cooperativas que se dedicaran a promover y a construir vivienda social. Fueron estas agrupaciones las que encargaron los proyectos de los nuevos edificios a sus arquitectos de más confianza, muchos de los cuales formarían parte de la corriente de la Escuela de Ámsterdam. Por otro lado, el estallido de la Primera Guerra Mundial supuso un aumento del precio de los materiales de construcción, imposibilitando a los especuladores de poder seguir construyendo a bajo coste. Los precios del suelo se hundieron, cosa que aprovecharon las instituciones públicas, especialmente el ayuntamiento de Ámsterdam, para comprar muchos terrenos. En estas parcelas se construyeron las viviendas sociales impulsadas por la ley de 1901 y donde los arquitectos de la Escuela de Ámsterdam pudieron plasmar sus habilidades en el diseño arquitectónico.


Todo esto permitió que los obreros tuvieran una vivienda con la calidad suficiente para que se sintieran realmente cómodos y bien en sus hogares.


LOS ORÍGENES DE LA ESCUELA DE ÁMSTERDAM

La tendencia racionalista y lógica de Hendrik Petrus Berlage, considerado el padre de la arquitectura moderna de los Países Bajos, impregnó la manera de diseñar los edificios de Ámsterdam entre finales del siglo XIX y principios del XX. Berlage concebía unas construcciones que, por encima de todo, tenían que ser funcionales. Por lo tanto, en estos proyectos no había espacio parar ningún tipo de expresión artística que no estuviera justificada. Fue, pues, en contraposición a este tipo de arquitectura fría y exenta de emociones que surgió el movimientoque posteriormente se conoció comoEscuela de Ámsterdam.

La corriente arquitectónica que actualmente conocemos como Escuela de Ámsterdam la situamos entre los años 1910 y 1925. Sus inicios se encuentran en el despacho del arquitecto amsterdamés Eduard Cuypers, quien fue el maestro de Michel de Klerk, Johan Melchior van der Mey y Pieter Lodewijk Kramer, los tres arquitectos más importantes de la Escuela de Ámsterdam. Cuypers, aun no siendo un arquitecto muy progresista (había sido educado por su padre que, igual que Berlage, se enmarcaba en el racionalismo), dio total libertad a sus alumnos para que pudieran desarrollar sus ideas arquitectónicas. Coincidiendo con un momento en que en Europa se estaban desarrollando nuevas tendencias artísticas alejadas del racionalismo y de una concepción frívola de las obras, aquello que unía a todos los discípulos de Cuypers era la necesidad de desarrollar una arquitectura bonita, expresiva y entendedora, en la cual ellos pudieran reflejar todo lo que querían manifestar, haciéndolo comprensible a la gente. Y precisamente el hecho de compartir estas mismas ideas a la hora de concebir los edificios es lo que realmente unió estos arquitectos y lo que constituyó la base y la esencia del movimiento de la Escuela de Ámsterdam.


CARACTERÍSTICAS ARQUITECTÓNICAS DEL ESTILO AMSTERDAMÉS


La inspiración de los arquitectos de la Escuela de Ámsterdam procede del movimiento expresionista europeo de principios del siglo XX, especialmente de la arquitectura en ladrillo desarrollada en Alemania, pero también de las obras de grandes maestros como Antoni Gaudí. Los viajes que hicieron Michel de Klerk y Johan van der Mey a los países escandinavos también tuvieron una gran repercusión en su manera de diseñar los edificios.

La arquitectura de la Escuela de Ámsterdam, pues, se caracteriza por la construcción basada en la combinación de ladrillos de varios tamaños y colores, ligados entre sí con hormigón, los cuales están dispuestos con total delicadeza para conseguir las configuraciones redondeadas y orgánicas que encontramos en los edificios. La intención era reproducir las formas que se encuentran en la naturaleza para dar expresión y belleza al edificio, pero sin alterar una arquitectura que tenía que ser limpia y plástica sin excesos.

Muy a menudo, los edificios también cuentan con otros elementos ornamentales, comoson esculturas figurativas o torres, las cuales quedan plenamente integradas en esta arquitectura del ladrillo. Aunque no son imprescindibles para la estructura del edifico, todos estos elementos embellecedores acostumbran a tener un significado muy importante, un simbolismo que los hace únicos en ellos mismos y en el edificio donde se encuentran. La ventanas pequeñas, divididas de un modo pintoresco con pequeños paneles de vidrio delimitados por marcos de madera blancos, sumadas al trabajo en hierro forjado y madera magníficamente detalladoen algunos elementos, acaban de completar la decoración de las construcciones de la Escuela de Ámsterdam.




La torre de De Klerk, en el edificioHet Schip (foto: Floris Leeuwenberg)

Los interiores de los edificios se amoldan perfectamente a las formas exteriores y, normalmente, cuentan con mobiliario que también había sido diseñado siguiendo las líneas expresivas de esta misma escuela. Todas estas características convirtieron el expresionismo de la Escuela de Ámsterdam en el estilo arquitectónico de referencia durante la década de los años 1920. 
MICHEL DE KLERK Y SU REPERCUSIÓN EN LA ESCUELA DE ÁMSTERDAM

Los edificios proyectados por los arquitectos de la Escuela de Ámsterdam se construyeron en distintas ciudades de los Países Bajos, pero la obra más importante la encontramos en Ámsterdam, ciudad en que la política local luchó enérgicamente a favor de la vivienda social. Así como a Berlage se le atribuye el hecho de haber diseñado la organización urbanística de los nuevos barrios sur y oeste de la capital holandesa, el mérito de los edificios que se levantaron en estas zonas de la ciudad recae sobre los arquitectos de la Escuela de Ámsterdam.


Impregnados por los ideales socialistas, los arquitectos del estilo amsterdamés plasmaron sus ideas en viviendas sociales, instituciones locales y escuelas. El miembro de la Escuela de Ámsterdam más significativo y que más edificios produjo fue, sin duda, Michel de Klerk.


Michel de Klerk nació en Ámsterdam en 1884 en una familia numerosa judía. A los 14 años de edad ingresó en el despacho de arquitecturade Eduard Cuypers, quien había quedado fascinado por sus habilidades como dibujante. Durante más de una década, De Klerk trabajó como aprendiz en este despacho, lo cual le permitió desarrollar sus habilidades en el diseño de edificios. También sus viajes a los países escandinavos contribuyeron a su formación. Así, en 1911 ya encontramos el primer edifico diseñado por De Klerk: un bloque de pisos enelVermeerplein, en el sur de Ámsterdam. A partir de entonces, los proyectos de Michel de Klerk se fueron sucediendo, primero como colaborador en otras construcciones que ya se estaban llevando a cabo y después con sus propios trabajos. 

 

Scheepvaarthuis
(foto: Museum Het Schip)


Así pues, participó en el proyecto arquitectónico de la Casa de Navegación Marítima de Ámsterdam (Scheepvaarthuis) y después diseño numerosos bloques de viviendas sociales en el sur y oeste de Ámsterdam, de los cuales debe resaltarse el Het Schip. De Klerk también realizó estudios de interiores y diseño de muebles, así como algún trabajo de restauración. Sus habilidades como artista de la arquitectura y la profesionalidad y elegancia en sus obras fueron características que se le reconocieron enseguida, las cuales, a su vez, ayudaron a que otros diseñadores vinculados a la Escuela de Ámsterdam recibieran encargos para el diseño de espacios públicos, mobiliario urbano, puentes, esclusas y otras pequeñas obras destinadas a instalaciones eléctricas.


La inesperada muerte de Michel de Klerk en 1923, con sólo 39 años de edad, interrumpió su carrera arquitectónica y representó el inicio del declivio de la influencia de la Escuela de Ámsterdam. Desde entonces, la única obra destacable que se hizo siguiendo el estilo amsterdamés fue el Pabellón Holandés de la Exposición Mundial de París de 1925, construido a base de ladrillo y con una marcada influencia del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright. El final definitivo de la Escuela de Ámsterdam se sitúa en el año 1932, momento en que desapareció la revista “Wendingen”, una publicación que, desde 1918, había sido el vehículo de expresión ydifusión de las ideas artísticas y los proyectos de los arquitectos de la Escuela de Ámsterdam. 


El “Cigarro”, detalle decorativo del Het Schip

(foto: Museum Het Schip)



LA HERENCIA DE LA ESCUELA DE ÁMSTERDAM: EL MUSEUM HET SCHIP

Si bien en un principio las obras arquitectónicas de la Escuela de Ámsterdam despertaron poco interés para conservarlas, esta tendencia cambió a partir de los años 70 del siglo XX. Desde entonces, el gobierno holandés ha desarrollado diferentes políticas destinadas a la recuperación y mejora de los barrios y viviendas deterioradas, a la vez que ha apostado por un tratamiento especial en la restauración de los monumentos con una significación cultural e histórica importante. 
Entre los monumentos recuperados encontramos los edificios de los arquitectos de la Escuela de Ámsterdam, los cuales se consideranejemplos clave de uno de los períodos más importantes de la arquitectura holandesa moderna.


Con el objetivo de preservar un edifico histórico del estilo amsterdamés, pero también con la intención de explicar todosu contexto histórico, nació, en 2001, el Museum Het Schip. El Museum Het Schip se encuentra en el Spaarndammerbuurt (el barriodeSpaarndam), un barrio de trabajadores que fue creado a principios del siglo XX a la parte noroeste de Ámsterdam. En esta zona de la capital holandesa se encuentra eledificio Het Schip, un complejo de 102 viviendas sociales diseñado íntegramente por Michel de Klerk. La construcción fue hecha por encargo de la cooperativa social Eigen Haard (“Nuestro Hogar”), que pretendía disponer de un edifico para los trabajadores que se pudiera equiparar a los de las clases ricas. Por eso hizo construir una oficina de correos (una instalación típica de los barrios más favorecidos de la ciudad) y un espacio de reunión para los residentes. También prestó una especial atención en la decoración proyectada.



La cabina telefónica de la oficina de correos del Het Schip (foto: Museum Het Schip)


Michel de Klerk no decepcionó a la cooperativa y proyectó un edificio armonioso, con una ornamentación abundante, en que cada elemento juega su papel para darle la forma tan original que tiene: la forma de un barco. De Klerk también fue capaz de integrar en su edificio la escuela que ya había en el solar añadiendo algunos detalles decorativos que daban una completa homogeneidad y unidad a todo el conjunto.


La oficina de correos, que estuvo en funcionamiento hasta 1999, constituye el núcleo inicial del museo. Después de restaurarla recuperando los colores azul-grises originales, se diseñó una exposición que consigue mostrar como era el día a día en este espacio, a la vez que permite ver, en su


posición y aspecto original, el mostrador de la oficina con sus ventanillas, la cabina de teléfono y de grabaciones, el espacio para la clasificación del correo y los armarios. El museo se inauguró en 2001, pero sólo tres años más tarde ya pudo mostrar su primera ampliación: en 2004 se abrió alpúblico uno de los apartamentos del Het Schip, permitiendo que el visitante pudiera ver su distribución interior y los detalles en la decoración y el mobiliario, que también fueron concebidos por Michel de Klerk. Este piso, ubicado en los bajos, se conectó con la primera planta, donde hoy encontramos una exposición sobre las fuentes de inspiración de la Escuela de Ámsterdam. Desde aquí se puede acceder a la joya del Het Schip: la torre de De Klerk, la cual constituye el verdadero símbolo de la Escuela de Ámsterdam.

Actualmente, el museo también cuenta con un espacio anexo donde hay una pequeña exposición de fotografías de otros edificios de los arquitectos de la Escuela de Ámsterdam, todos ellos ubicados a la capital holandesa, y un pequeño patio donde se recoge una muestra del mobiliario urbano que fue diseñado siguiendo este mismo estilo amsterdamés.




Detalle del complejoDe Dageraad (foto: Floris Leeuwenberg)


Mas allá del Het Schip, el museo organiza visitas guiada a otros edificios patrimoniales recuperados de la Escuela de Ámsterdam, como son el complejo deDe Dageraad o el edificio Scheepvaarthuis (actualmente un hotel); así como tours en autobús y barco para conocer de primera mano las muchas viviendas y espacios que existen en Ámsterdam y que tiene la huella de este estilo arquitecto amsterdamés tan característico.


Para más información pónganse en contacto con el museo en:

Museum Het Schip


Spaarndammerplantsoen, 140
1013 XT Amsterdam

Teléfono: +31 (0)20 418 2885

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