Durante un buen tiempo muchos diseñadores, entre arquitectos, industriales y demás profesionales, se preocuparon por responder sobre cuál es el origen de la forma y el espacio. Algunos personajes de la escena mundial como Buckminster Fuller o Frei Otto basaban su trabajo en búsquedas y aprendizajes constantes, cuando la tecnología al servicio del diseño era aun insuficiente.
Es así que las herramientas de investigación en diseño necesitan actualizarse a las exigencias del mundo actual, en donde la eficiencia en el uso de los recursos, es la característica primordial a tomar en cuenta, y la mejor fuente de inspiración y análisis lo ofrece la naturaleza, ya que es ella la que presenta diseños que son muestra de miles de millones de años de evolución.
En la naturaleza, la estructura que sustenta la forma material, es a la vez funcional, nada sobra ni falta mostrándose alta eficiencia, a diferencia de la arquitectura del llamado estilo moderno en donde se separaba el material de las diferentes funciones; pero, sería insensato pensar en una explicación tan reduccionista, hay que tomar en cuenta que en las formas de la naturaleza, se presentan muchas variables que están íntimamente relacionadas y que tienen distintas procedencias, emergiendo sistemas de alta complejidad, lo cual obliga a usar herramientas más poderosas.
Tomando como modelo la naturaleza, los procesos actuales de diseño tienen como criterios principales para la generación de la forma, las propiedades estructurales de los materiales específicamente trabajados, y las condicionantes del entorno, encaminados a la búsqueda de la optimización, lo que antes era un proceso inverso, en donde el principal acto de diseño consistía en la predeterminación por aproximación del criterio del diseñador.
Ahora con ayuda de las máquinas se puede integrar el diseño a la fabricación industrial, lo que da una capacidad de abaratar los costos de producción, haciendo uso de algoritmos generativos y prótesis (para la obtención de datos de la realidad física), a través de mapas 3D, además, para la comprobación de estos diseños, se usan procedimientos experimentales o pruebas llamados “testings” , llegándose en un futuro a la fabricación de edificios completos mediante máquinas.
Estos métodos están íntimamente ligados a lo que hoy se conoce como Diseño Paramétrico.
Diseño Paramétrico:
El diseño paramétrico se basa en la idea de asociatividad (La relación entre los elementos de construcción de una forma es tan importante como los elementos mismos), a través de la manipulación de Parámetros, generando una familia con determinadas características topológicas (a través de la alta precisión y el control).
Es así que al momento de decir que tipo de forma se va a crear se están nombrando las relaciones que se van a construir, es así que el paso entre lo digital-virtual-material exige buscar soluciones sobre cómo construir. Además la Tecnología digital permite la variación de piezas, siguiendo un patrón, antiguamente esta variación involucraba altos costos debido a su fabricación artesanal.
El Diseño Digital y la Sociedad Contemporánea:
Los diseñadores emergentes, los que basan su trabajo en la búsqueda de soluciones distintas y radicales, son obligados a tener profundos conocimientos de fabricación y construcción. La tecnología Digital provee información directamente para la fabricación, obteniéndose un proceso de ida y vuelta en el diseño (proceso de fabricación y diseño continuo y alternado), donde el arquitecto deja de pensar solo en el diseño, se enfoca a la vez en las formas de construcción.
La integración del diseño, análisis, fabricación y ensamblaje de edificaciones, basadas en herramientas de diseño digital, están ofreciendo la oportunidad para que arquitectos, ingenieros y constructores puedan redefinir fundamentalmente la relación entre concepción y producción.
Antes, inventar las formas de un edificio implico inventar los medios respectivos de su construcción y viceversa. La información del diseño fue también la información de la construcción. La invención de las abstracciones propició que el arquitecto no estuviera en la obra, siendo el maestro constructor el que usaba comunicación directa con el artesano, lo que requería una constante puesta en obra de su persona. Al complejizarse los requerimientos en el mundo de la construcción, los documentos y recursos que se usaban para la presentación de proyectos, alejaron aun más a los arquitectos del lugar de la construcción misma, pasando a ser un contratista.
A medida que pasaron los años y en décadas recientes el aumento de la complejidad en el diseño y la construcción, propicio el incremento de la especialización y también el de los diferentes consultores, marginizándose el diseño arquitectónico en los diferentes países, y a la vez creándose una reducción de los servicios ofrecidos y por lo tanto de los honorarios.
El resultado de esta progresiva disasociación de la arquitectura del resto de la industria de la construcción nos ha llevado a una profesión insegura de su rol en la sociedad contemporánea, en la economía, e incapaz de responder a los retos y oportunidades de la era de la información. Solamente tomando el liderazgo en la inevitable reestructuración digital de la industria de la construcción, los arquitectos podrán evitar convertirse en irrelevantes. En otras industrias como en la construcción naval, el diseñador y el constructor normalmente constituyen una sola entidad legal, lo cual significa que casi no hay necesidad de dibujos bi-dimensionales para externalizar el diseño.
Además la tecnología digital tiene el poder de generar cálculos exactos de costos y materiales en tiempo real. Esto lleva a tener que trabajar directamente con los fabricantes. Siendo, los modelos de producción que son asimismo los modelos de diseño, requieren que todas las herramientas de diseño, análisis, simulación, fabricación, y construcción estén en un único y cohesivo medio digital, controlado por Arquitectos.
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